Conti pone a Enel a salvo de su desembarco en Endesa con una oferta de bonos en Estados Unidos

Pese al elevado volumen de endeudamiento que Enel ha tenido que asumir para consumar su desembarco en Endesa junto a Acciona, la operación de la eléctrica italiana se encuentra a salvo del tsunami financiero desatado tras la crisis de los préstamos en Estados Unidos. Al menos esa es la sensación que Fulvio Conti, consejero delegado de Enel, quiere transmitir en los mercados. Quizás para dar un mayor peso a sus palabras y mostrar la solidez de su empresa a los bancos que le han prestado 35.000 millones de dólares para comprar Endesa, Conti ha decidido lanzar una oferta de bonos en tres fases por valor de 3500 millones de euros.

El mercado elegido para esta operación ha sido el norteamericano -el más castigado por la crisis-, una muestra más de la confianza que el directivo tiene en las posibilidades de Enel. Conti ha diseñado con esmero la oferta, ofreciendo seguridad y mayores dividendos que los bonos estatales y que el resto de la competencia. Hasta ahora, ha tenido unos excelentes resultados, mostrando, según algunos analistas, que la peor parte de la crisis ya ha pasado. De acuerdo a la opinión de otros expertos, sin embargo, su éxito, un caso aislado en la actual coyuntura, muestra que el bache todavía no ha sido superado.

La oferta de bonos por valor de 3.500 millones de dólares se une a otras operaciones lanzadas por Conti para ir digiriendo los préstamos suscritos con los bancos para adquirir Endesa. Antes del verano, Enel ya realizó una oferta de bonos por valor de 5.000 millones de euros, que fue muy bien acogida por los mercados. Actualmente, el consejo de administración de la eléctrica italiana está estudiando las condiciones para lanzar en noviembre una nueva emisión de bonos por valor de 10.000 millones de euros. Si con esta última operación tiene los mismos resultados positivos que con las anteriores ofertas, Enel obtendrá antes de fin de año alrededor de 17.500 millones de euros, una cantidad que supone la mitad del total de los préstamos suscritos para financiar la compra de Endesa, que ascienden a 35.000 millones de euros. De esta manera, Conti, en poco más de cuatro meses, habrá salvado el 50% de la deuda asumida para adquirir la eléctrica española al tiempo que da una clara muestra de la solidez de su empresa y del respaldo que ésta ostenta en todos los mercados, incluso en los más convulsos y en momentos de especial desconfianza.

En un primer momento, fueron cinco los bancos que acudieron a la llamada de Enel para financiar su desembarco en Endesa junto a Acciona. Entre las instituciones de crédito españolas, sólo el Santander se ofreció desde el principio para asumir parte de los costes de la operación. A la entidad presidida por Emilio Botín se unió el gigante suizo Ubs y tres bancos italianos: Mediobanca –cercana al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi-, Intesa San Paolo y Unicredit. Estos cinco bancos, que desempeñan un papel clave en la adquisición de la eléctrica española por parte de Enel y de Acciona, asumieron la mayor parte de la deuda.

Sin embargo, Conti buscó un mayor respaldo, ya que no quería que la compra de Endesa supusiera que, debido al elevado endeudamiento, un puñado de bancos controlara su empresa. Sus maniobras tuvieron éxito y, poco después, logró que siete bancos más, entre ellos el BBVA, entraran en la operación. En esta segunda fase, Enel obtuvo créditos de la entidad presidida por Francisco González, Crédit Mutuel, Credit Suisse, Dresdner Kleinwort, Goldman Sachs International, Morgan Stanley Bank International Limited y Royal Bank of Scotland.