Santander, objetivo 12.000: las bazas de Ana Botín para hacer de 2024 otro año récord

Santander acaba de hacer realidad un récord y los mercados ya están mirando con ansias el siguiente. Tras cerrar 2023 con un beneficio que, por primera vez, rebasa los 11.000 millones de euros, la entidad que dirige Ana Botín ha puesto sobre la mesa unas expectativas que invitan a pensar en que los 12.000 serán una realidad ya este año.

La buena acogida que han tenido este miércoles sus cuentas (con ganancias del 2,08% que le han permitido liderar el Ibex) es la respuesta a unas cifras que "muestran que la estrategia que está siguiendo el banco es acertada, con mejora de la rentabilidad", según observa Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Pero sería mucho más difícil de explicar sin esas alentadoras previsiones.

Es cierto que la entidad ha logrado superar las estimaciones del consenso de analistas, pero firmas como Morgan Stanley no han dudado en señalar que se trata de un logro "de baja calidad", favorecido por cuestiones impositivas que permiten compensar el impacto de un la desaceleración del margen de intereses en España —que sigue el patrón ya evidenciado por Bankinter y BBVA y envía señales poco alentadoras al resto del sector— la debilidad de Reino Unido o la evolución mixta de Brasil (con buena marcha del margen, pero comisiones débiles).

Se explica así que firmas como UBS plantearan, antes de la comparecencia con analistas, que “las cifras de Santander son mixtas, probablemente no lo suficientemente buenas como para generar una reacción positiva por sí sola, aunque el rendimiento dependerá más de si la gerencia puede convencer al mercado sobre el considerable aumento de ganancias/ROTE incluido en la guía de 2024 emitida hoy”.

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J. Zuloaga Ó. Giménez

La entidad que preside Ana Botín se ha fijado unas metas para este año de un crecimiento de un dígito medio de los ingresos, con un leve repunte del coste del riesgo hasta el entorno del 1,2% y una rentabilidad ROTE (sobre fondos propios tangibles) del 16%, frente al 15,1% registrado en 2023.

Según los cálculos de UBS, de alcanzar estos objetivos, Santander registraría un beneficio neto de entre 12.000 y 12.500 millones de euros, lo que supone un gran salto frente a los 11.200 millones estimados por el consenso.

El impulso en Brasil por el cambio de ciclo de tipos en una de sus grandes esperanzas

Es indudable que al mayor banco español por capitalización no le faltan argumentos para apostar por un ejercicio favorable. El cambio de rumbo en el ciclo internacional de tipos de interés apunta a ser un impulso importante (al contrario de lo que sucede en otras geografías) para su negocio en Brasil, que debería recuperar el liderato en la generación de beneficios que este año ha cedido a España.

La positiva evolución del margen de interés en el gigante sudamericano se presenta como una muestra alentadora de las perspectivas, aunque el repunte del coste del riesgo no deja de mostrarse como una advertencia de que el camino no está despejado de riesgos. También pueden encontrarse argumentos para defender una mejora de la situación en Estados Unidos (afectado por un notable incremento de las provisiones) o, incluso, en Reino Unido, tras varios trimestres de resultados complicados.

Pero la entidad tiene la misión de convencer de que todas estas palancas serán suficientes para compensar el frenazo de un mercado español que resulta incuestionable (como es lógico, tras el brillante comportamiento de los trimestres previos) y tomar su relevo como factor de crecimiento en un entorno general de incertidumbre sobre la situación de la economía.

Desafíos en el horizonte

Puede entenderse así que firmas como JP Morgan planteen que, aunque es previsible que el mercado ajuste al alza sus estimaciones tras conocer la nueva guía de Santander, estas no serán de “la magnitud total que implica esa orientación, dada la combinación de negocios”. En la misma línea, en Bloomberg Intelligence advierten de que el objetivo de ROTE “encara desafíos, incluyendo una desaceleración del crecimiento de los ingresos y un coste del riesgo creciente”.

De momento, ha sido suficiente para que Santander pueda disfrutar de una jornada agradable sobre el parqué. Pero, sin duda, el mercado le reclamará más evidencias de que esos números representan más que una declaración de deseos.