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BBVA se estanca en la mayor remontada de la banca: desafíos para no desfondarse
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FUERTES CAÍDAS EN LA SEMANA

BBVA se estanca en la mayor remontada de la banca: desafíos para no desfondarse

Ningún banco español ha dado mejores rendimientos a sus accionistas en el último lustro, aunque en los últimos días ni siquiera esta fortaleza ha conseguido frenar el giro a la baja del sector

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Si 2021 ha permitido un notable lavado de cara a las acciones de los bancos europeos, BBVA puede presumir de ser una de las entidades más ágiles en la carrera por revertir los daños del coronavirus. Así lo acredita su cotización, que, al contrario que la mayoría de sus rivales no solo ha superado los niveles que registraba antes del embate de la pandemia, sino que se mueve ya en niveles de 2018. Ningún banco español ha dado mejores rendimientos a sus accionistas en el último lustro, aunque en los últimos días ni siquiera esta fortaleza ha conseguido frenar el giro a la baja del sector. Asimismo, cae un 5,03% en la última semana.

Es obvio que una de las claves del viraje experimentado por BBVA reposa en buena medida en la venta de su filial estadounidense a finales de 2020, que le ha dotado de un margen de capital envidiable, suficiente para plantear una muy atractiva remuneración a sus accionistas —con planes para recomprar hasta un 10% de sus títulos—, acelerar el proceso de ajuste de sus capacidades en España y, llegado el caso, plantearse operaciones corporativas que puedan ayudarle a ganar tamaño.

Pero, transcurridos nueve meses desde aquel movimiento, parece indiscutible que el banco que dirige Carlos Torres ha seguido aportando razones a los inversores para hacer posible esta escalada. Algo que queda más en evidencia si se aprecia el tirón experimentado por sus acciones desde finales de abril, cuando hizo públicas sus cifras del primer trimestre, en un movimiento que ha vuelto a replicarse tras hacer públicos sus resultados semestrales.

Foto: La bolsa española. (EFE) Opinión

La fuerte reducción de las provisiones y el llamativo incremento de los ingresos por comisiones han justificado sucesivas mejoras de estimaciones por parte de diversas casas de análisis, que en el caso de Alantra han representado una mejora del beneficio por acción estimado para 2021 del 20% y de entre el 3 y el 4% en 2022 y 2023. Sus últimas cuentas han afianzado la idea de los analistas de Banco Santander de que BBVA es, junto a Crédit Agricole e Intesa Sanpaolo, la mejor opción de inversión dentro del sector en Europa. Además de las mejores rentabilidades mostradas a lo largo del ejercicio, comunes a las tres entidades, los analistas de Santander justifican su apuesta por la entidad de origen vasco porque "tiene el 'mix' geográfico más atractivo en términos de recuperación", lo que evidencia que, a día de hoy, la siempre convulsa presencia en México y, sobre todo, Turquía es leída más en términos de oportunidad que de riesgo.

Su buena evolución reciente le ha llevado, no obstante, a niveles de valoración exigentes, al menos en relación con sus competidores. Con una relación entre precio y valor contable de 0,83 veces, solo Bankinter muestra en España una ratio superior, mientras que Santander, CaixaBank o la media de los bancos europeos cotizan con descuentos superiores al 20%. Con una cotización que ya no deja margen de revalorización al precio objetivo medio que le otorgan las firmas de inversión, BBVA está lejos de ser uno de los bancos favoritos de los analistas, con menos de la mitad aconsejando comprar sus títulos.

Así, no es de extrañar que muchos lleven ya la mirada hacia el futuro, en busca de hitos que puedan espolear la acción. Es el caso de Barclays, que en un informe fechado el pasado 4 de agosto apuntaba hacia el Día del Inversor, previsto para el próximo 18 de noviembre, y que debería coincidir con el inicio del plan de recompra de acciones como un posible catalizador. Con un exceso de capital que el banco británico calcula en unos 3.800 millones de euros una vez completada la recompra del 10% de los títulos, "creemos que la estrategia de asignación de capital en el futuro será un tema clave, especialmente después de que se hayan publicado los resultados de los test de estrés", observan.

Con Sabadell aparentemente descartado, la búsqueda de opciones se antoja compleja

En este punto vuelven a aflorar las mismas dudas que vienen acompañando al banco desde la citada venta en Estados Unidos y la ruptura de las negociaciones de fusión con Sabadell y que hacen referencia a una excesiva exposición a mercados emergentes, que, aunque hoy ofrezcan una perspectiva más favorable, han dejado sobradas pruebas en los últimos años de sus riesgos. Por eso, los analistas de Barclays consideran "que el banco aún necesita reequilibrar sus operaciones entre las geografías de mercados emergentes (dos tercios) y mercados desarrollados (un tercio) después de la venta en Estados Unidos".

Con Sabadell aparentemente descartado, la búsqueda de opciones interesantes en el lado de los movimientos corporativos se antoja compleja. Pero, en ausencia de un brusco cambio del sentimiento, la dirección del banco parece haberse ganado el derecho a actuar con calma sin por ello impacientar a los inversores, que, de hecho, parecen agradecer que se eviten movimientos precipitados.

Foto: Goirigolzarri (i), Botín (c) y Carlos Torres (d). (EFE)

"Si bien históricamente ha sido una fuente de mala asignación de capital, el banco ha mostrado un fuerte impulso hacia las operaciones de M&A acretivas e incluso ha desinvertido en unidades que no estaban alcanzando niveles de rentabilidad suficientes. Por lo tanto, no esperaríamos que BBVA se involucre en operaciones de baja rentabilidad/riesgo para hacer uso de su exceso de capital", advierten en Deutsche Bank.

A falta, pues, de oportunidades claras en el terreno de las operaciones corporativas, la posibilidad de una retribución adicional al accionista (quizás por medio de otra recompra de acciones) podría mantenerse como una opción a considerar. Hasta la fecha parece haber sido un atractivo suficiente para estimular la cotización del banco.

Pero ni siquiera estas razones han sido lo suficientemente buenas como para aplacar las caídas generalizadas que se han dado en el sector en una semana marcada por la variante delta y las amenazas del banco central de EEUU de golpear la recuperación poscovid. BBVA tiene fortalezas, pero parece que los inversores le siguen exigiendo más, sobre todo con estas valoraciones en un entorno tan adverso.

Si 2021 ha permitido un notable lavado de cara a las acciones de los bancos europeos, BBVA puede presumir de ser una de las entidades más ágiles en la carrera por revertir los daños del coronavirus. Así lo acredita su cotización, que, al contrario que la mayoría de sus rivales no solo ha superado los niveles que registraba antes del embate de la pandemia, sino que se mueve ya en niveles de 2018. Ningún banco español ha dado mejores rendimientos a sus accionistas en el último lustro, aunque en los últimos días ni siquiera esta fortaleza ha conseguido frenar el giro a la baja del sector. Asimismo, cae un 5,03% en la última semana.

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