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Técnicas Reunidas y Aramco: un buen acuerdo que no elimina desafíos
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Técnicas Reunidas y Aramco: un buen acuerdo que no elimina desafíos

Tras convertirse en uno de los contratistas principales a largo plazo del gigante petrolero saudí, el grupo de Juan Lladó busca la manera de restaurar la confianza de los inversores

Foto: Foto: EC.
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Cuando una empresa trabaja en una industria en dificultades, moverse de la mano del gigante del sector solo puede verse como una buena noticia. Así parecen entenderlo los inversores que este lunes han premiado a Técnicas Reunidas con ganancias de un 8,5% a cierre de sesión, tras comunicar esta misma mañana la firma de un acuerdo con Saudi Aramco para convertirse en uno de los ocho contratistas elegidos por el grupo saudí para el desarrollo de sus proyectos de petróleo y gas durante los próximos seis años.

Los vínculos entre la empresa que preside Juan Lladó y la mayor petrolera del mundo (con un valor de mercado de 1,5 billones de euros) no suponen, en cualquier caso, una novedad, puesto que han sido múltiples los proyectos en que el grupo español ha trabajado para una compañía que por momentos ha llegado a representar hasta el 40% de su negocio.

De hecho, esa intensa dependencia ha sido objeto en ocasiones de ciertos reparos por parte de los expertos, preocupados por la aparente falta de diversificación de la cartera de Técnicas Reunidas y su exposición a una compañía que no deja de aprovechar su posición dominante para negociar con sus proveedores unas condiciones que no se cuentan entre las más atractivas del sector.

Técnicas Reunidas ya tenía en Aramco uno de sus clientes principales

Pero para un grupo tan fuertemente penalizado por las turbulencias que han aquejado a la industria petrolera en el último año —y las incógnitas a más largo plazo sobre el futuro del negocio— asegurarse formar parte del núcleo de proveedores esenciales de Saudi Aramco representa una clara oportunidad de elevar la visibilidad de su negocio. Como explica César Sánchez-Grande, director de análisis institucional de Renta 4, ya era previsible que la mayor parte de la contratación del grupo saudí se firmara con alguno de los ochos grupos incluidos en este acuerdo, pero el mismo supone una limitación a nuevos competidores y una perspectiva de regularidad en las contrataciones durante los próximos años que debería permitirle, entre otras cosas, una mayor eficiencia de costes.

"El mercado está interpretando que el acuerdo con Aramco se traducirá en la entrada de nuevos proyectos", considera Álvaro Navarro, analista de Mirabaud. Una posibilidad que llega en un momento en que, pese a su elevada cartera, de más de 9.000 millones de euros, la tendencia a la baja en los últimos trimestres (unos 1.800 millones menos desde el primer trimestre) podría estar azuzando cierta inquietud entre los inversores.

Foto: El presidente de Técnicas Reunidas, Juan Lladó (i).

Ahora, sin embargo, el grupo parece moverse en un entorno más propicio, facilitado por un repunte de la demanda energética que ha conducido ya los precios del petróleo Brent al entorno de los 60 dólares por barril, su nivel más elevado desde enero de 2020. Estas condiciones, sin duda, deberían favorecer una mejor percepción en el mercado de una compañía que, pese a haber remontado cerca de un 80% desde finales de octubre, se mueve aún más de un 45% por debajo de sus niveles previos a la embestida del coronavirus.

Con un petróleo al alza, la perspectiva de nuevos proyectos debería ir en aumento, aunque, como indica Sánchez-Grande, el negocio de Técnicas Reunidas pende más hoy en día de la evolución de la vacunación en sus mercados clave, que pueda permitirle la ejecución de unos proyectos que, en los últimos meses ha tenido que ir dilatando. "Estos proyectos, en las fases de construcción, mueven muchos miles de personas. Y mientras no se logre contener el virus será difícil que puedan desarrollarse con normalidad", observa el experto de Renta 4, que no augura una aceleración significativa de la actividad hasta, al menos, el último tramo de 2021.

Mientras tanto, las cifras de ventas y los márgenes parecen condenados a seguir lastrados por estas condiciones, postergando la confirmación de que el negocio del grupo ha logrado dejar atrás las dificultades del pasado y avanza en la dirección apropiada. "La pandemia se llevó por delante las expectativas de mejora de ventas y márgenes con las que se inició 2020, y 2021 es un año ante el que la compañía tampoco se muestra muy optimista, por lo que parece que la recuperación de márgenes no se producirá hasta 2022. Es una historia que se ha ido atrasando", observa Navarro.

La mayoría de los analistas aconseja comprar los títulos del grupo de ingeniería

Una historia de recuperación que, pese a todo, sí ha logrado calar entre los analistas que cubren la firma. Actualmente, 11 de las 13 firmas que cubren el valor, según los registros de Bloomberg, aconsejan comprar sus títulos y el precio objetivo medio se sitúa más de un 25% por encima de sus niveles actuales.

"En 2021, la reprogramación de la cartera de pedidos (extensión de los plazos de los proyectos) que se produjo a lo largo de 2020 redujo las expectativas de márgenes de ingresos, pero sigue siendo cierto que, si Técnicas Reunidas puede entregar el margen indicado en su cartera de pedidos, las acciones están significativamente infravaloradas", observaban los analistas de JPMorgan en un informe firmado a inicios de enero, en el que le otorgaban un precio objetivo más de un 40% por encima de su cotización actual. La firma estadounidense prevé que el margen ebitda de la compañía española supere el 4% a finales de 2022.

Sería un logro que, a buen seguro, merecería un apoyo adicional del mercado. Pero los inversores hace tiempo que han optado por el escepticismo en todo aquello relacionado con el negocio petrolero y parecen exigir más evidencias que perspectivas para apostar por las compañías del sector. En esas circunstancias, el nuevo acuerdo de Técnicas Reunidas con Saudi Aramco puede ser un movimiento que allane el camino a una mejora futura en las cifras del grupo de Juan Lladó. Pero hay razones para dudar de que se vaya a convertir en un impulsor de largo plazo mientras sus méritos no empiecen a reflejarse en las cuentas de la compañía.

Cuando una empresa trabaja en una industria en dificultades, moverse de la mano del gigante del sector solo puede verse como una buena noticia. Así parecen entenderlo los inversores que este lunes han premiado a Técnicas Reunidas con ganancias de un 8,5% a cierre de sesión, tras comunicar esta misma mañana la firma de un acuerdo con Saudi Aramco para convertirse en uno de los ocho contratistas elegidos por el grupo saudí para el desarrollo de sus proyectos de petróleo y gas durante los próximos seis años.

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