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La nueva fiebre española por el boxeo (sin contacto) que mueve más de 40 millones
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El negocio del fitboxing

La nueva fiebre española por el boxeo (sin contacto) que mueve más de 40 millones

Cada vez son más las cadenas especializadas en 'fitboxing' que atraen a un público joven, mayoritariamente femenino, dispuesto a pagar un tique medio alto

Foto: Mujer golpeando un saco de boxeo durante un entrenamiento de fitboxing. Foto: Gloves Box.
Mujer golpeando un saco de boxeo durante un entrenamiento de fitboxing. Foto: Gloves Box.

Los españoles vuelven a ponerse los guantes de boxeo. Un siglo después del nacimiento de su Federación Española (FEB), este deporte vuelve a vivir una fiebre de practicantes que, eso sí, no tiene nada que ver con el apogeo que se registró en las décadas de los 70 y 80. España era entonces una prolífica cantera de boxeadores que hicieron carrera: desde Baltasar Berenguer Sangchili a Pedro Carrasco, pasando por Perico Fernández, Javier Castillejo o Jorge Mata, entre otros, lograron proclamarse campeones del mundo en distintas modalidades.

Medio siglo más tarde, el boxeo se ha reinventado: ya no pone el foco en los combates ni en las competiciones. Ni tan siquiera en el ring. Esa concepción histórica del boxeo ya no protagoniza el primer plano de una disciplina que ha abrazado a la práctica popular. Ahora, no se nutre de las apuestas ni de los espectadores que acuden a ver los combates, sino de la satisfacción de usuarios que, con independencia del sexo, la edad y la condición física, acuden a centros especializados a golpear sacos para cuidar su salud al ritmo de coreografías ensayadas al detalle. Es un negocio que ya mueve alrededor de 40 millones de euros en España a través de más de 180 locales de entrenamiento.

Más que una moda, el fitboxing ya es una realidad. Llegó a España hace prácticamente una década, en 2014, de la mano de Brooklyn Fitboxing, a la que poco después han seguido otras cadenas especializadas: desde Fightland a Morales Box, pasando por GObox y Gloves Fit & Box. Entre las cinco suman en la actualidad 185 estudios de tamaño reducido en los que dan servicio a más de 60.000 abonados en España.

placeholder Foto: Freepik.
Foto: Freepik.

Una fiebre que también ha arrastrado a otras cadenas de gimnasios como Synergym, Fitness Park o AB Fitness a incluir este servicio en su catálogo. Teniendo en cuenta los planes de expansión de todas las cadenas que incluyen este modelo, todo hace indicar que las cifras que genera el fitboxing seguirán creciendo en los próximos años. ¿Pero a qué se debe esta nueva fiebre por el boxeo sin contacto?

“Era un deporte desconocido que no tenía una buena imagen, pero que gente de fuera ha ayudado a popularizar y a desarrollar hasta convertirlo en una práctica que permite trabajar con distintas personas y niveles y que fideliza la propia práctica deportiva”, afirma José Fernández, socio fundador y responsable de expansión de GObox. Esta compañía, como el resto, vieron un nicho de mercado para explotar esta nueva forma de entender el boxeo en el mercado español. Que más de la mitad de sus usuarios sean mujeres no es ninguna casualidad, sino la consecuencia de una propuesta que encaja a la perfección con un perfil de público que huye de los grandes centros deportivos.

“Queríamos montar una boutique para grupos no muy grandes, que ofreciese una experiencia divertida con música. Investigamos tendencias en fitness, sobre todo de Estados Unidos, y como vimos que era un entrenamiento de cardio interesante, vinculado a las artes marciales, y con cadenas en auge, decidimos desarrollar nuestro propio método”, explica Miguel González, director general de Gloves Box. De momento operan cinco centros, pero su intención es llegar a doblar su estructura este año. Esta y otras cadenas de fitboxing se han visto favorecidas por la huella que ha dejado la pandemia, que ha incrementado el volumen de usuarios dispuestos a entrenar modalidades de alta intensidad en grupos reducidos.

Entrenamientos de ticket medio alto

La cadena líder en el sector en volumen de centros, Brooklyn Fitboxing, opera 184 establecimientos en todo el mundo, más de 160 de los cuales en España, donde aspira a gestionar más de 200 locales en los próximos años. En 2022 facturó 30 millones de euros y captó 10 millones de euros en una ampliación de capital en la que participaron Jose Múgica, ex consejero delegado de Ecoalf y el socio del fondo GA Partners Frédéric Gilg, entre otros.

¿La clave de su éxito? Ofrecer un modelo “adictivo y rentable”, según expone Alberto Campo, director de desarrollo de la cadena. “Hemos conseguido generar marca gracias a crear una experiencia diferencial que, además, permite a los franquiciados ganar mucho dinero. Nuestra obsesión es mejorar la oferta comercial a los clientes, con más contenidos y gamificación”, añade.

"El boxeo era un deporte marginal, para población con pocos recursos, mientras que ahora está de moda en barrios otro poder adquisitivo"

La mejora permanente del servicio y del valor añadido que aporta es uno de los factores que explican el auge de una modalidad de entrenamiento que ofrece paquetes de sesiones de entrenamiento que han logrado elevar el ticket medio hasta 90 euros, de media. “Ha cambiado el público: hasta los años 80 y 90, el boxeo era un deporte marginal, para población con pocos recursos, mientras que ahora está de moda en barrios con un poder adquisitivo medio y alto, algo que antes habría resultado inimaginable”, aporta José Fernández.

Esta cadena, que gestiona seis centros, celebra la llegada de público infantil: “Cada vez hay más servicios médicos que nos derivan niños con problemas físicos y mentales para que trabajemos con ellos. Eran usuarios que antes recibíamos de forma esporádica y que cada vez vemos con mayor frecuencia”, indica Fernández. A diferencia del boxeo tradicional, aquí los usuarios no reciben golpes, sino que desarrollan pautadas coreografías basadas en entrenamiento de alta intensidad que, en algunos casos, se complementa con otras rutinas de movilidad técnica, entrenamiento funcional, de pesas o kettlebell. “Son clases explosivas, de puro cardio”, coinciden los operadores.

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Foto: Freepik.

El hecho de entrenar frente a un saco, por otro lado, ha permitido que sea un modelo resistente a una pandemia que ha pasado factura al boxeo de competición: en 2021, la Federación sólo registró 6.692 deportistas federados, un 45% menos que en 2019. En cambio, el porcentaje de españoles mayores de 15 años que practicaron esta disciplina aumentó del 2,5% en 2015 al 3,3% en el último año, según la Encuesta de Hábitos Deportivos. Ya son más de 1,3 millones de personas, 350.000 españoles más que hace siete años.

La especialización de las marcas de fitboxing, que han ido perfeccionando metodologías propias con el paso de los años, es otro punto a su favor, ya que las hace compatibles con otros deportes: “Nuestros clientes vienen a entrenar dos o tres días a la semana, y el resto de días salen a correr, juegan a pádel o acuden a otros gimnasios”, indica Cesar Barbosa, fundador de Fightland.

Además de la salud física, la propia idiosincrasia de este tipo de entrenamiento favorece que sea una modalidad propicia para la salud mental: “Es una hora de entrenamiento en la que, a diferencia de otras modalidades cíclicas, como el running o salir en bici, te obliga a estar centrado en la práctica y a no pensar en nada más”, retoma el socio fundador de Gobox. “Uno de nuestros claims es Gloves Therapy: muchas personas nos confiesan que vienen porque han tenido un mal día y golpear un saco les ayuda a desestresarse”, retoma González. “Es importante buscar momentos a lo largo del día para desconectar de las pantallas, y si encima los aprovechas para hacer deporte, el beneficio es doble”, sentencia Barbosa. El boxeo vuelve a enganchar a los españoles medio siglo después.

Los españoles vuelven a ponerse los guantes de boxeo. Un siglo después del nacimiento de su Federación Española (FEB), este deporte vuelve a vivir una fiebre de practicantes que, eso sí, no tiene nada que ver con el apogeo que se registró en las décadas de los 70 y 80. España era entonces una prolífica cantera de boxeadores que hicieron carrera: desde Baltasar Berenguer Sangchili a Pedro Carrasco, pasando por Perico Fernández, Javier Castillejo o Jorge Mata, entre otros, lograron proclamarse campeones del mundo en distintas modalidades.

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