La Bolsa sorpresa de 2022 está en Sudámerica y el líder del país no gustaba nada a los mercados

Si hay un país que está sorprendiendo a los inversores, ese es Perú. La Bolsa de Lima se ha erigido como la más alcista del mundo, junto a Turquía, durante este año y cotiza en zona de máximos históricos tras dispararse un 20%, pese a todas las voces que alertaban del descalabro del país sudamericano tras la llegada al poder de Pedro Castillo a mediados de 2021. El maestro comunista que asustaba a las élites económicas del país tras imponerse a Keiko Fujimori, ya ha superado dos mociones de censura —la última esta semana— y lo ha hecho con una recuperación de su economía en 2021, con un aumento del PIB del 13,3%, tras la desaceleración más profunda sufrida en décadas por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó sobre Perú que "la sólida respuesta de política en 2020 mitigó el impacto de la pandemia y sentó las condiciones para una rápida recuperación". Los avances en la campaña de vacunación permitieron levantar gradualmente las restricciones de movilidad relacionadas con el covid y la sólida demanda externa, los términos de intercambio favorables y la recuperación de la demanda interna hicieron que su economía superara el nivel prepandémico en el tercer trimestre de 2021".

Estas perspectivas dieron al traste con aquellos augurios que vaticinaban que la volatilidad en los mercados financieros aumentaría en un contexto de mayor incertidumbre política. La Bolsa de Lima se impone también a todas las de América Latina, puesto que el parqué chileno registra un avance en torno al 15% en 2022, la bolsa colombiana ligeramente por debajo de dicho porcentaje, mientras que el Merval argentino sube alrededor de un 9% y la bolsa mexicana es una de las menos alcistas en la región, ya que solo rebota sobre un 6%.

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Los inversores premian la marcha de un país que cuenta con sólidos márgenes de maniobra para la aplicación de políticas e instituciones que ayudarán a proteger la economía de riesgos externos e internos, tal y como destaca el FMI. Por ejemplo, su déficit fiscal se redujo al 2,6% del PIB en 2021 gracias a la subida de los precios de los metales y al notable aumento de los ingresos tributarios, la recaudación de deudas tributarias y el repliegue gradual de las medidas de estímulo fiscal adoptadas en 2020. De hecho, sus reservas internacionales aumentaron a 78.500 millones de dólares (35% del PIB) en 2021.

BBVA Research también es optimista con la marcha del país. En uno de sus últimos informes, los expertos del servicio de estudios del banco destacan que "este año la economía de Perú crecerá 2,3% en un entorno de sostenida debilidad de la confianza, retiro de los estímulos económicos y menores vientos de cola externo, y a pesar del avance de la vacunación y del inicio de operaciones de nuevas minas de cobre. Para 2023 prevemos una expansión de 3%". Uno de los motivos es que, con el paso de los meses, los malos augurios respecto a su presidente han cesado, ya que en lo político, consideran un entorno aún complicado, "pero con una menor probabilidad de un escenario extremo, que desemboque en medidas económicas radicales, con lo cual se mantendrá la incertidumbre y cautela para gastar, pero estas irán cediendo progresivamente".

La buena marcha de la Bolsa de Perú también está impulsada por el rally de las materias primas. Aquí, dos elementos son claves: la entrada en producción de la mina de Quellaveco y otras dos medianas durante este año que dispararán la producción de cobre por encima de los 2,3 millones de toneladas en 2022 y de los 2,6 millones en 2023, lo que supone una proyección de crecimiento de dos dígitos: 12,7% y 11,2%, respectivamente.

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De hecho, en el mercado hay un superciclo de las materias primas, que se ha agudizado en muchos casos con la guerra de Rusia en Ucrania. Si miramos la composición de la Bolsa de Lima, el principal parqué peruano, destacan las mineras, con avances que llegan incluso al 55% durante este año. Este es el caso de Sociedad Minera el Brocal o Minsur SA. De hecho, también hay algunas compañías que han suscitado el interés de fondos españoles, como es el caso de Compañía de Minas Buenaventura (+37% en 2022), en la que la gestora Azvalor tiene en torno a un 0,41% de su capital; o el de Volcan Cia Minera, en la que Renta 4 tiene un paquete de acciones por su participación con el fondo Renta 4 Latinoamérica, que ofrece una rentabilidad en torno al 20% este año. Por su parte, y pese a invertir en países de Iberoamérica, el Santander Acciones Latinoamericanas no cuenta con exposición a Perú y explica, visto el éxito de la evolución del país presidido por Pedro Castillo, que repunte por debajo de sus rivales.

Esta fortaleza de la economía peruana también se produce en el mercado de divisas. El sol peruano, su moneda, se encuentra en máximos respecto al dólar desde abril de 2021 y se intercambia por 3,68 unidades por cada billete verde. Lejos de los 3,985 soles con los que se adquiría un dólar a comienzos de año, lo que supone una apreciación en torno al 8,5% y cerca de un 12% respecto al euro, siendo tras el real brasileño la moneda latinoamericana que más logra apreciarse frente a ambas. De hecho, si miramos la cesta de todas las principales monedas, el sol es la tercera con mayores apreciaciones del mundo, tras el citado real brasileño y el rand sudafricano.