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El mercado se encomienda al pesimismo del BCE para recuperar el pulso
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El mercado se encomienda al pesimismo del BCE para recuperar el pulso

La paradoja es que los analistas esperan que Christine Lagarde reconozca suficiente pesimismo como para señalizar también su apoyo monetario en la próxima reunión

Foto: Reuters.
Reuters.

Otoño de paradojas en la política monetaria. Las bolsas señalizaron este miércoles la creciente preocupación de los inversores por la situación sanitaria y económica, con caídas de en torno al 3%, mientras que otros activos refugio, como el Bund, acogían con los brazos abiertos el éxodo. En Europa, los gobiernos apresuran medidas de contención que puedan evitar un mal mayor, a la vez que organizan sus presupuestos para el que parece que será otro año incierto. Pese a la tormenta, el Banco Central Europeo (BCE) no tomará medidas este jueves, o al menos así lo creen los analistas y economistas de banca y gestoras. No obstante, el mercado seguirá con ansias las muestras de preocupación de Christine Lagarde, que cuanto más contundentes sean, más tranquilizarán a los inversores. Los ojos están puestos sobre la reunión de diciembre, donde se espera que la institución amplíe el banquete del PEPP.

Los responsables de la política monetaria europea llevan desde la reunión de septiembre, donde las actas revelan un pesimismo acuciante, elevando el tono respecto a la situación económica. “Las nuevas restricciones están añadiendo a la incertidumbre y pesando sobre la recuperación, el rebote arriesga perder ‘momentum”, dijo Lagarde hace 10 días. “La recuperación continúa siendo incompleta y propicia a reveses”, añadió Yves Mersch la semana pasada. “El auge de las infecciones que estamos viendo en varios países de la zona euro están debilitando la recuperación, especialmente en el sector de los servicios”, apuntaba Fabio Panetta a mediados de mes.

Foto: Trader de la bolsa de Nueva York

Sin embargo, Philip Lane también subrayó el pasado 11 de octubre que “los datos entrantes nos dirán mucho… La incertidumbre disminuirá en otoño porque sabremos más del futuro en 2021”, un comentario que pone el foco sobre la reunión de diciembre. Su compañero Klaas Knot ha subrayado la importancia de ver más datos para poder evaluar el 'momentum' económico. Por su parte, Luis de Guindos argumentó hace unos días que “no hay necesidad en ajustar el PEPP inmediatamente”.

“El BCE obviamente sonará más preocupado por la economía la semana que viene”, apuntan desde Jefferies. “Pero consideramos que el BCE esperará a diciembre para anunciar la expansión del PEPP en otros 500.000 millones de euros y que tendrá que incrementar luego en 250.000 millones de euros a mediados de 2021”, consideran en la entidad estadounidense. Creen que “todavía hay mucha incertidumbre a corto plazo y que, por tanto, el BCE buscará ganar tiempo”.

Por su parte, los analistas de Goldman Sachs son más moderados en su estimación de incremento del PEPP de 400.000 millones de euros para diciembre, además de un compromiso con la reinversión más largo y de mejoras en las condiciones del TLTRO III. Ante el difícil contexto económico, la casa estadounidense cree que el BCE “expresará su preocupación” sobre una economía “que pierde 'momentum' y que está progresando de forma dispar entre los países”. “Esperamos que el Consejo de Gobierno señalice urgencia en tomar medidas —subrayando que está preparada para dar más estímulos adicionales si la recuperación se ralentiza lo suficiente—, pero anticiparán poco color adicional a la composición de este estímulo potencial”.

El mercado quiere más certidumbre de que el apoyo del BCE llegará en diciembre... o será un otoño duro

Por un lado, la autoridad monetaria se reúne días antes de los primeros datos del PIB del tercer trimestre, datos clave para la evaluación de la salud económica y el potencial de revalorización. Por otro lado, en las próximas semanas se verá si las recientes medidas de contención están funcionando o si van a hacer falta más. Además, el mercado podría enfrentarse al retraso del Fondo de Recuperación de la Unión Europea. A nivel político, también están por ver las elecciones de EEUU así como el ritmo de las negociaciones del Brexit. Todo un contexto al que el BCE se enfrenta con todavía 783.000 millones de euros del programa de emergencia (PEPP) por gastar, es decir, más de la mitad.

“Si bien el escenario de referencia de las proyecciones macroeconómicas de los funcionarios del BCE de septiembre tiene en cuenta un cierto resurgimiento de las tasas de infección por covid-19 y el endurecimiento de las medidas de contención, la evolución actual de la infección en la zona del euro y los datos recibidos sugieren, como mínimo, que los riesgos para las perspectivas de crecimiento han aumentado desde la ronda de proyecciones de septiembre”, zanja Konstantin Veit, gestor ‘senior’ en Pimco, desde donde no cree que vaya a haber cambios en esta reunión, solo una preparación del terreno de cara a diciembre.

Preparación que los analistas esperan que sea contundente. “Creemos que el BCE debería expresar sus preocupaciones en la reunión”, subrayan los economistas de Bank of America. “La situación del covid-19 es frágil y la temporada del frío acaba de empezar… no queda claro si las restricciones recientes son suficientes”, matizan desde la firma, donde también ven una inflación cada vez más débil. “Necesitamos más certidumbre de que el apoyo del BCE llegará en diciembre”, zanjan desde Bank of America, poniendo como ejemplo de posibles muestras de apoyo el énfasis de una herramienta especifica para lidiar con la pandemia en el comunicado de la decisión o la posibilidad ya más drástica de que el BCE admita que ha pedido preparar las opciones de política, “Si no, nos espera un camino muy turbulento de aquí a la reunión de diciembre”.

“Las disparidades entre países están aumentando de nuevo ante el fuerte repunte de nuevos contagios y las nuevas medidas de confinamiento y los últimos datos sobre la inflación han sido decepcionantes”, apunta François Rimeu, estratega senior de La Française. “El banco central debería señalar que está dispuesto a proporcionar una mayor relajación si la crisis se agrava, creemos que el BCE dejará abiertas todas las opciones hasta la próxima reunión”, apunta el estratega. “También esperamos que Lagarde enfatice la importancia de la coordinación entre la política fiscal y monetaria y que presione a los gobiernos a hacer más para levantar la economía de la zona euro”.

Otoño de paradojas en la política monetaria. Las bolsas señalizaron este miércoles la creciente preocupación de los inversores por la situación sanitaria y económica, con caídas de en torno al 3%, mientras que otros activos refugio, como el Bund, acogían con los brazos abiertos el éxodo. En Europa, los gobiernos apresuran medidas de contención que puedan evitar un mal mayor, a la vez que organizan sus presupuestos para el que parece que será otro año incierto. Pese a la tormenta, el Banco Central Europeo (BCE) no tomará medidas este jueves, o al menos así lo creen los analistas y economistas de banca y gestoras. No obstante, el mercado seguirá con ansias las muestras de preocupación de Christine Lagarde, que cuanto más contundentes sean, más tranquilizarán a los inversores. Los ojos están puestos sobre la reunión de diciembre, donde se espera que la institución amplíe el banquete del PEPP.

Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde
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