Los fondos españoles golpeados por el descalabro bursátil de Wirecard

Wirecard ha pasado de los 104 euros por acción a los 14 euros por título. Un desplome desatado tras conocerse un agujero de 1.900 millones en las cuentas de la tecnológica, que llevó a su consejero delegado a dimitir el viernes y a la empresa a reconocer este lunes que lo más probable es que el dinero no llegue a aparecer. En España, son pocos los fondos que tienen exposición a la tecnológica, la mayoría de gestoras propiedad de bancos.

Como única gestora independiente destaca Tressis Gestión, que, según registros de Morningstar a cierre de mayo, tenía un 2,33% de su fondo Adriza Global invertido en Wirecard. Desde la firma, explican que a cierre de este lunes esa exposición era de un 0,35% de la cartera, sin revelar cuándo redujeron la posición durante el mes de junio.

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Una de las entidades bancarias que más fondos tiene expuestos es Novo Banco. Según datos de Morningstar a cierre de abril, son cinco los fondos que cuentan con inversión en la alemana: NB Global Flexible 0-100 (3,76% de la cartera), NB Valor Europa (2,01%), Fondibas (0,96%), NB Global Flexible 0-35 (0,76%) y Global Best Selection (0,47%). La entidad no ha querido aclarar si sus productos siguen expuestos a Wirecard.

La alemana también está presente en varios fondos de Gescooperativo, gestora de Caja Rural, o al menos así lo detallan los registros de Morningstar a cierre de abril: Rural Euro Renta Variable (0,73% de la cartera) y Rural Tecnológico Renta Variable (0,5%). La entidad no ha respondido a la solicitud de información de Cotizalia sobre si siguen invertidos en Wirecard.

Entre los bancos de la lista del buscador de Morningstar, también destaca Ibercaja Tecnológico, con un 0,86% de su cartera invertido a cierre de abril. Desde el banco, especifican que se vendió la posición el viernes pasado, después de conocer la noticia de las cuentas.

Liberbank, por su parte, aparece en los registros de Morningstar como invertida a través de Liberbank Renta Variable Euro (2,06% de la cartera a cierre de mayo), pero desde la entidad sostienen que ya no están invertidos, que salieron en junio pero antes de la crisis, aunque sin concretar fechas.

Wirecard dijo ayer que “existe una probabilidad predominante” de que no aparezcan los 1.900 millones (25% del balance total de la empresa)

Han sido días de crisis para esta compañía perteneciente al DAX 30, el Ibex alemán. Todo empezó el jueves, cuando, tras varios aplazamientos de la presentación de sus cuentas en las últimas semanas, Wirecard reveló que había sufrido una irregularidad contable de 1.900 millones de euros. Según explicó el auditor, EY, no había encontrado "suficientes pruebas" de que los balances de efectivo en las cuentas fiduciarias de la empresa contaran con 1.900 millones de euros, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.

Ese mismo día, la empresa (que cerró con un desplome del 61%) suspendió a su director de Operaciones y el viernes fue el CEO, Markus Braun, el que dimitió mientras Wirecard alegaba que había sido víctima de un fraude “de proporciones considerables”. El viernes, la alemana cerró la sesión con una caída del 35%. Este lunes, la cotizada ha reconocido que “existe una probabilidad predominante” de que no existan estas cuentas, resultando la noticia en otro desplome del 44%.

No obstante, las fuertes oscilaciones en la cotización de Wirecard no son nuevas. Ya a finales del año pasado, unas informaciones de ‘Financial Times’ apuntaban a cuentas falsas en la empresa, que se desplomó a doble dígito en octubre. En el último año natural, hasta el cierre del miércoles pasado, Wirecard acumulaba una caída del 31% en bolsa.