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Abengoa se hunde a mínimos históricos en bolsa por debajo de un euro
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SU DEUDA, EN CAÍDA LIBRE

Abengoa se hunde a mínimos históricos en bolsa por debajo de un euro

La desconfianza del mercado en la empresa sevillana es total. Ha caído otro 8,95% y ha perdido el euro por acción por primera vez en su historia, en medio del hundimiento de la cotización de su deuda

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Parecía que las cosas se estaban calmando en bolsa para Abengoa, pero ha sido un mero espejismo. La acción ha vuelto este miércoles a la cruda realidad con un nuevo desplome del 8,95% hasta 0,956 euros en las acciones B (las que forman parte del Ibex), lo que supone que pierde el euro por primera vez en su historia. El batacazo en el último mes alcanza ya el 53,30% y, si tomamos lo que va de tercer trimestre, se eleva hasta el 66,1%.

Como es sabido, el hundimiento del valor comenzó con unos resultados trimestrales desastrosos y se aceleró la semana pasada, cuando se hundió un 46,5% tras anunciar el 3 de agosto que necesitaba una ampliación de capital de 650 millones de euros, el 50% de su valor de mercado en ese momento, para sobrevivir. Este anuncio suponía apearse del discurso que había mantenido hasta ahora de que era perfectamente solvente y admitir que tiene serios problemas para hacer frente a su ingente endeudamiento. Algo que buena parte del mercado tenía claro desde octubre de 2014, cuando la compañía reformuló sus cuentas y cayó también el 50% en bolsa.

Según fuentes del mercado, la causa del nuevo hundimiento del valor reside en la incapacidad de la compañía para asegurar la ampliación a ningún precio, ni siquiera a 0,01 euros por acción. Eso contrasta con otros casos, como OHL o la banca italiana, que rápidamente aseguraron las colocaciones aunque fuera a precios muy bajos. Esa incapacidad implica que la empresa no vale nada, y es lo que empìeza a descontar el mercado.

Como ha informado El Confidencial, la empresa que controla la familia Benjumea está negociando a la desesperada con los principales bancos acreedores para que aseguren la ampliación de capital y salven la empresa, y también para conseguir financiación para mantener su participación actual en la empresa: el 30% de las acciones pero con el 57% de los derechos políticos. Esta segunda misión se antoja imposible (ya requirieron varios créditos para acudir a la ampliación de 450 millones de 2013), por lo que el escenario más probable es que los empresarios sevillanos pierdan el control de la compañía, si es que finalmente se salva.

Con este panorama, la desconfianza de los inversores es total. Las posiciones cortas (bajistas) se han disparado hasta alcanzar el 8,5% del capital. Y lo que es más llamativo: entre los inversores bajistas se encuentra Blackrock, la gestora de fondos estadounidense que fichó hace unos meses al anterior consejero delegado de Abengoa, Manuel Sánchez Ortega. Nadie tiene mejor información sobre la situación de la compañía.

Esta desconfianza también se extiende a la deuda emitida por la empresa que cotiza en el mercado. Ésta ha sufrido este miércoles su quinta caída consecutiva también hasta mínimos históricos. Así, una emisión de 265 millones de Abengoa Greenfield con un interés del 5,5% y vencimiento en 2019 ha caído 5,9 puntos, con lo que cotiza a 41,7 sobre un nominal de 100; es decir, los inversores la compraron a un precio de 100 y ahora vale 41,7, con lo que han perdido el 58,3% de su dinero. Otra emisión de 500 millones al 6% con vencimiento en 2021 se ha dejado 4,8 p8untos hasta el 45%.

Los CDS (credit default swaps, seguros contra riesgo de impago) también muestran la absoluta desconfianza de los inversores. Estos instrumentos miden el riesgo de que una empresa no haga frente a sus compromisos (default) y precisamente su escalada desde 1.000 puntos básicos hasta 2.300 fue lo que obligó a la empresa a reconocer su insostenible situación y a anunciar la ampliación. El último día cotizado, el 7 de agosto, su precio alcanzaba ya los 3.390.

Parecía que las cosas se estaban calmando en bolsa para Abengoa, pero ha sido un mero espejismo. La acción ha vuelto este miércoles a la cruda realidad con un nuevo desplome del 8,95% hasta 0,956 euros en las acciones B (las que forman parte del Ibex), lo que supone que pierde el euro por primera vez en su historia. El batacazo en el último mes alcanza ya el 53,30% y, si tomamos lo que va de tercer trimestre, se eleva hasta el 66,1%.

Manuel Sánchez Ibex 35
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