El Ibex 35 se reencuentra con los números rojos tras cinco semanas seguidas al alza

Se acabó la tregua estival. El Ibex 35 cierra una semana en la que los inversores han optado por la recogida de beneficios y por un repliegue de velas, sano para muchos, exagerado para otros. Las explicaciones que justifican este alto en el marcado camino alcista son varias. Por un lado, cada vez es más evidente que la Reserva Federal levantará el pie del acelerador de los estímulos económicos. Las actas del organismo estadounidense publicadas esta semana no han resultados demasiado reveladoras a la hora de conocer los tiempos en los que procederá. En cualquier caso, la mayoría de los inversores descuenta que septiembre será la fecha clave para ello.

Por otro lado, los comicios electorales en Alemania del próximo día 22, la reunión del Banco Central Europeo (BCE) y la Fed, la votación del Constitucional germano sobre la legalidad del programa de compra del BCE (OMT), los próximos test de estrés a las entidades bancarias… son muchos los frentes abiertos que esperan al mercado en el próximo mes de septiembre y bien pueden invitar a tomar una actitud cuanto menos prudente.

Este ha sido el reflejo que ha imperado en el mercado en los últimos cinco días, aunque también ha habido motivos para el optimismo. El indicador compuesto PMI (que sirve para medir el estado en el que se encuentra la economía respecto a diversos sectores) de China superó este jueves ampliamente las estimaciones, hasta conseguir sobrepasar el nivel de los 50 puntos (desde los 47,7 puntos anteriores). Este umbral delimita la barrera que separa la contracción de la expansión económica y esto tiene especial relevancia en una economía a la que se ha marcado en rojo en los últimos trimestres por crecer por debajo de las estimaciones. No sólo fue el gigante asiático el que arrojó datos alentadores. También Alemania superó las expectativas, así como el conjunto de la Eurozona en lo que tiene visos de ser el mejor trimestre desde la primavera de 2011.

Así las cosas, el selectivo español ha cerrado la semana con una caída del 1,5%, en línea con el resto de parqués europeos. El Eurostoxx 50 cae un 1% en las últimas cinco sesiones, el Cac un 1,3%, el Ftse 100 un 0,15%, el Mib un 1,9% y sólo el Dax ha conseguido anotarse un discreto 0,3%. En cuanto a los índices estadounidenses, el verde tampoco consigue imponerse en la semana en el índice de industriales.

Por valores, el sector bancario ha sido el más castigado durante la última semana. Destacan principalmente las entidades medianas, que hasta el pasado lunes habían protagonizado un marcado rally en el parqué. Banco Sabadell se deja un 8,3% en la semana, CaixaBank un 7,2%, Bankinter un 3,6%, Popular un 2,3%, Santander un 2,6% y BBVA un 0,6%. Por su parte, en el Mercado Continuo, Bankia se deja un 9,7%.

Entre el resto de grandes valores, pleno de caídas: Telefónica cae un 2%, Repsol un 1,2%, Inditex un 0,4% e Iberdrola un 0,65%. Por su parte, también destacan las caídas de OHL se deja un 3,3% y Ebro un 2,6%. Del lado contrario, BME y FCC son los grandes beneficiados de la semana al anotarse más de un 2,7%.

La prima de riesgo no se tensa

La buena noticia, tal y como advierten los expertos, es que las últimas caídas en bolsa no han traido consigo un repunte sustancial de la prima de riesgo. El diferencial apenas ha incrementado en cinco puntos la marca con la que cerró la pasada semana. “Esto es síntoma de que el riesgo país se percibe de forma diferente por los inversores y de que las caídas en la renta variable no necesariamente mantienen una relación directa con el mercado de deuda”, apuntan desde IG. En el caso del bono español a diez años, la referencia se mantiene en el 4,44% y en el del bund alemán hasta el 1,94%.

Por su parte, en el mercado de divisas, el euro vuelve a acechar máximos de seis meses al aproximarse a los 1,34 dólares (cerró la semana en 1,339), el oro sube hasta los 1.394 dólares por onza y el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se sitúa en la órbita de los 110 dólares.