Abertis pierde el apoyo de Clos en su intento por meter cabeza en Hispasat

En el deseo de hacerse con el 40% de Hispasat, porcentaje del que quieren desprenderse varios socios privados (Telefónica, Auna y BBVA), Abertis ha contado hasta ahora con el apoyo incondicional del ministro de Industria, Joan Clos, frente a las tesis contrarias del otro ministerio involucrado en la operación, el de Defensa, cuyo titular es Juan Antonio Alonso. Pues bien, todo parece indicar que Abertis ha perdido, en todo o en parte, el apoyo de Clos en su intento de meter cabeza en la operadora española de satélites.

De acuerdo con las fuentes, Clos ha perdido la batalla que en el seno del Gobierno han mantenido las posturas encontradas de Industria y Defensa en torno al futuro de Hispasat. La entrada de Abertis, que a su vez controla el 32% de la francesa Eutelsat, parece abocar el futuro de ambas operadoras de satélites a una fusión en la que Abertis y Eutelsat (propietaria del 27,69% de Hispasat) llevarían la voz cantante. ¿Cuál es, entonces, el problema? Que Eutelsat está bajo control del Gobierno francés, lo que dejaría las comunicaciones de Defensa españolas al albur de decisiones extranjeras.

La publicación ayer por el diario El País de una nota interna del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), alertando de los riesgos de esa eventual fusión, es un reflejo del pulso mantenido entre Industria y Defensa a cuenta de Hispasat y, más concretamente, una maniobra de Alonso para cargarse de razón frente a Clos. El CNI apunta al riesgo de que se incremente “la posición de fuerza que ya ostenta Eutelsat, lo que supondría una cierta capacidad de influencia de París en la gestión de las comunicaciones gubernamentales españolas”.

La aparición del CNI en la pugna por Hispasat era ayer interpretada como un éxito de las tesis de la presidenta de la compañía, Petra Mateos, férrea partidaria de mantener a raya al socio, y a la vez competidor, francés, frente a las espléndidas relaciones políticas de que hace gala Abertis de la mano de socios de tanto rumbo como ACS (Florentino Pérez) y La Caixa (Isidro Fainé).

En el entorno de Abertis se daba por descontado que la compra del 40% de Hispasat del que quieren desprenderse Auna, Telefónica y BBVA, se llevaría a cabo en septiembre, cosa que, tras la aparición en escena del CNI, no está nada claro. Fuentes conocedoras de la operación señalaron ayer a este diario que “Mateos ha incidido una y mil veces en la condición de Hispasat como empresa estratégica, en tanto en cuanto opera las comunicaciones de la Defensa y otras sensibles como el I+D, en la que no vale sacrificarlo todo al puro negocio”.

Una fusión difícil

En esta línea va la nota del CNI conocida ayer, que advierte de “la posibilidad de que Abertis pueda verse en la tesitura de apostar por el mayor rendimiento económico de su participación en Eutelsat, en perjuicio de Hispasat”. La sensación de que Industria está ahora en una posición de prudencia quedó reflejada en unas recientes declaraciones de Clos a La Razón, en las cuales venía a decir que el Gobierno tiene que madurar la posición a adoptar y siempre protegiendo la faceta estratégica de Hispasat.

La posible solución al problema adelantada por Abertis (a sugerencia de Eutelsat), en el sentido de separar de Hispasat la parte de su actividad que tiene que ver con la Defensa, ha sido descartada con contundencia por la gerencia de la española, en tanto en cuanto ello privaría a Hispasat de una serie de sinergias muy importantes “¿Segregar para que los franceses se queden con Hispasat? La industria española de comunicaciones por satélite se nutre básicamente de Hispasat, de forma que perder su control sería letal para el futuro de ese sector”.