Las olas de calor extremo disparan las visitas a los servicios de emergencia psiquiátrica

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud ENSE, elaborada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, antes de la pandemia uno de cada 10 adultos y 1 de cada 100 niños tenían un problema de salud mental. De hecho, este problema está cada día más presente entre las preocupaciones tanto de los políticos como de los ciudadanos.

Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Boston University School of Medicine ha descubierto que en los días más calurosos del verano, o durante olas de calor persistentes, los adultos estadounidenses (porque es allí donde se llevó a cabo el estudio) tenían un riesgo más elevado de acudir a los servicios de emergencia psiquiátrica hospitalaria.

"Las visitas a urgencias son muy caras para el sistema de salud. Ayudar a los más vulnerables puede tener un gran impacto positivo"

El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica 'JAMA Psychiatry', relata cómo en días en los que la temperatura es más alta de lo normal durante la estación estival, las visitas a urgencias se disparaban por todo tipo de problemas de salud mental, principalmente cambios de ánimo, abuso de sustancias estupefacientes, ansiedad y estrés.

Los investigadores explican que el impacto del calor en la salud física de las personas está muy bien documentado desde hace décadas, pero que, a día de hoy, todavía son muy pocos los estudios que se han dedicado a examinar los efectos de estas anomalías climáticas en la salud mental de los ciudadanos. Además, avisan de que, según el cambio climático provoque que los días de calor extremos sean más frecuentes en el futuro, este problema de salud solo se acentuará en los años venideros.

Como explica el autor principal del estudio, el Doctor Amruta Nori Sarma: "Las visitas a urgencias son muy caras para el sistema de salud. Ayudar a los más vulnerables para evitar la necesidad de visitar estos servicios puede tener un gran impacto positivo, no solo en la salud de los ciudadanos, sino también desde el punto de vista económico. Del mismo modo, esto permitiría 'desestresar el sistema' liberando recursos médicos para otro tipo de emergencias".

Por su parte, otro de los coautores del trabajo, el Doctor Gregory Wellenius, afirma que "en días de extremo calor, es importante que cada uno de nosotros tomemos las precauciones necesarias para cuidar tanto de nosotros mismos como de nuestros seres queridos.

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Para llevar a cabo su estudio científico los investigadores obtuvieron los registros médicos de los servicios de emergencias psiquiátricas que atendieron más de 3,5 millones de visitas a urgencias estivales de 2,2 millones de adultos en Estados Unidos desde 2010 hasta 2019. En los días de extremo calor, la necesidad de atención médica se disparaba para trastornos del comportamiento así como para el abuso de sustancias estupefacientes. Después de esos dos factores, los investigadores también descubrieron un aumento significativo de los trastornos de ansiedad y estrés.

Por último, los investigadores avisan de que los efectos de la pandemia también son muy negativos. "A medida que se acerca la próxima estación estival, es importante acordarnos de que una combinación de factores, como la pandemia y el cambio climático, pueden exacerbar los problemas mentales preexistentes entre la población, explica Amruta Nori-Sarma. Y apostilla: "Los sistemas de salud alrededor del mundo deberían tener ya planes sobre la mesa para hacer frente a esto".