La Lotería Primitiva se incorpora al selecto grupo de marcas registradas de la RAE

La Lotería Primitiva se convierte en una marca exclusiva. El juego de azar ha conseguido, después de años de proceso, entrar en la lista VIP de marcas registradas de la institución cultural dedicada a la regularización lingüística entre el mundo hispanohablante, la Real Academia Española (RAE). En este registro existe una delgada línea entre ingresar como marca a secas, o con el apellido 'registrada', ya que la primera la logran muchos, mientras que la segunda, solo las marcas estrella para la institución.

Este se trata de uno de los valores más esenciales e importantes para una marca que busca sumar valor y protección frente a posibles vulgarizaciones. Les da carácter distintivo, así como el grado de conocimiento que adquiere para su público consumidor. Elisa Jurado Romero, consultora del área de marca nacional y brand intelligence de Pons IP explica que "para una marca, si lo miramos desde la perspectiva de la estrategia a la hora de defender esa marca, el hecho de ser denominada renombrada es muy importante, pues supone uno de los mayores reconocimientos en el intento de obtener una protección reforzada".

Pero como se mencionó anteriormente, conseguir esta denominación no es algo que se consiga ni de un día para otro, ni que todas las marcas logren poner esta estrella junto a su nombre. Entonces, ¿cómo pueden llegar a ello? Según explica la experta de Pons IP, hay muchas actividades y conductas que son necesarias para ello. En primer lugar, el uso continuo de la marca, inversión publicitaria y difusión en medios, acciones de carácter administrativo y judiciales frente a terceros, requerimientos frente a posibles usos fraudulentos. “En definitiva, todo aquello que permita mantener en el mercado el posicionamiento logrado por esa marca”, comenta Jurado Romero.

En este caso en particular, Lotería Primitiva se trata de uno de los juegos de azar más importantes y reconocidos en España. El primer sorteo, aunque con un sistema muy diferente, se celebró en 1763, y después de muchos cambios, actualmente, está regulado por Loterías y Apuestas del Estado. De esta forma, Primitiva cumple con este gran requisito de uso continuo de la marca, y, por tanto, ha sido la propia RAE quien recoge en su diccionario este término como una de las acepciones del vocablo Primitiva.

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Jurado Romero apunta, además, que "una vez la marca cuenta con esa protección reforzada que supone ser una marca de renombre, resulta absolutamente necesario mantener viva y actualizada esa protección. La estrategia que ha elegido una marca de tal calibre, como lo es Lotería Primitiva, es instar a la propia RAE para que refleje, expresamente, que dicha acepción del término Primitiva (Lotería Primitiva) se trata, a todos los efectos, de una marca registrada".

La pregunta entonces viene, si se trata de un proceso tan tedioso y complicado, ¿para qué hacerlo? La explicación está en la protección de marca. Esto tiene la importante labor de conservación e inversión por mantener el carácter distintivo de ese nombre. En caso de no realizar este proceso, la marca puede llegar a ser vulgarizada; es decir, marcas que pueden llegar a morir de éxito porque finalmente se permite que las utilicen terceros y en conceptos que incluso no son relacionados con su origen.

La marca Kleenex se convirtió en un término para denominar a los pañuelos de papel, a quienes todo el mundo llama clínex

En otras palabras, que una marca se vulgarice, es cuando su denominación se convierte en la palabra que habitualmente designa el producto o servicio para el que está registrada, afecta especialmente a las marcas con cierto renombre y denominativas. Este es uno de los grandes riesgos que tienen las marcas porque pierden su razón de ser al ser incapaces de identificar el producto o servicio con un origen empresarial concreto.

El caso más común ha sido el de la marca Kleenex. Esta se convirtió en un término para denominar a los pañuelos de papel, a quienes todo el mundo llama clínex. Así como este, otros términos como velcro, pósit, rímel, clínex, típex, dónut, papel Albal, o minipimer, y muchos más, han sido vulgarizadas por el nombre por no haber invertido en su protección de marca con anterioridad. O en caso de haberse vulgarizado, haber podido tomar medidas legales contra ello.

Actualmente, la lista exclusiva de la Real Academia Española está compuesta por unas 129 marcas. Por ejemplo, AVE es una de las que ha conseguido este reconocimiento, así como también Aspirina, Martini, entre otras. Ahora, Lotería Primitiva pasa a ser una más de estos nombres que han ejercido acciones para poner en conocimiento de los usuarios su condición de signo distintivo.