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Eskariam: "Impulsamos reclamaciones colectivas que generan cambios reales en la sociedad"
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FRANCISCO GRANERO Y JUAN ÁLVAREZ

Eskariam: "Impulsamos reclamaciones colectivas que generan cambios reales en la sociedad"

La empresa de servicios jurídicos, autodefinida como especialista en grandes causas, se ha posicionado en litigios como el del cártel de la leche y ahora prepara su internacionalización

Foto: Juan Álvarez (i), 'chief operations officer', y Francisco Granero (d), 'chief corporate officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)
Juan Álvarez (i), 'chief operations officer', y Francisco Granero (d), 'chief corporate officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)

El covid nos trajo la ralentización de la Justicia e incluso los juicios por videoconferencia, pero también ciertos cambios en los tipos de litigios: reclamaciones por la pandemia, daños por cierres, reclamaciones incluso a la Administración, conflictos en los juicios… También ha sido una época en la que han seguido progresando las demandas colectivas, que cada vez atraen a más despachos por su volumen de negocio y a más demandantes por el hecho de pagar solo si se gana.

Una de las empresas de servicios jurídicos que más se han acercado en estos últimos años a este tipo de causas es Eskariam, cuyo modelo de negocio únicamente a éxito ha irrumpido en procesos como el del cártel de la leche, que afecta a cerca de 12.000 ganaderos que reclaman una indemnización por los daños causados por el intercambio de información sobre precios por parte de dos asociaciones de empresas lácteas y las principales industrias lácteas, sancionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en julio de 2019. También han abordado múltiples litigios de viviendas no entregadas, con propietarios que pagan por inmuebles que nunca vieron acabados. La pandemia, aseguran, no ha afectado a la empresa, que de hecho ya está preparando su internacionalización. Para conocer la evolución de Eskariam y del sector de las demandas colectivas, charlamos con Francisco Granero, 'chief corporate officer', y Juan Álvarez, 'chief operations officer'.

PREGUNTA. Con la llegada del covid, ¿han visto que aumenten o desciendan los litigios?

JUAN ÁLVAREZ. En los últimos años, hay una tendencia en España en la que se va tomando más consciencia del derecho a reclamar, y eso desemboca en mayor litigiosidad. Lo vimos hace tiempo con las preferentes, pero ha ido aumentando con otras causas como en el sector bancario, entre otros.

A raíz del covid, surgieron varias firmas de abogados que ofrecían reclamaciones por cierres de negocios. Tras analizar la viabilidad jurídica, financiera y de mercado de este tipo de reclamaciones, decidimos que no reunían nuestros requisitos para afrontarlas como una de nuestras 'grandes causas'. Sigue habiendo muchas incógnitas en cuanto a la viabilidad jurídica de estos litigios relacionados con la pandemia.

P. ¿En qué sectores está habiendo más litigiosidad ahora mismo?

J. Á. Básicamente, en el tercer sector (hostelería, hoteles, gimnasios...) es donde ha habido más restricciones y, por tanto, ha subido la litigiosidad por el debate alrededor del lucro cesante con las aseguradoras.

P. ¿Le ha afectado el covid a Eskariam?

J. Á. La primera etapa, la del confinamiento, nos coincidió con el lanzamiento de nuestra campaña de información a ganaderos afectados por el cártel de la leche tras la sanción de la CNMC y consecuente captación de clientes, pero el covid tuvo una incidencia mínima en nuestra organización: en dos meses, captamos más de 2.000 clientes. Gracias a trabajar de manera transversal, con procesos y acostumbrados a usar tecnología útil, nuestra forma de trabajo no se vio afectada por el hecho de tener que teletrabajar.

P. Se han especializado en emprender demandas colectivas. ¿Qué ventajas tienen frente a las individuales?

FRANCISCO GRANERO. Para empezar, son una oportunidad de mercado. Los grandes despachos españoles más tradicionales no son capaces de gestionar la masividad porque no tienen una estructura organizativa adecuada para ello. Nosotros nacimos con un posicionamiento y un modelo que en España no está tan implementado, pero que sí es muy frecuente en el mundo anglosajón: siempre estamos del lado del afectado. El demandante no paga un euro, ni nosotros cobramos nuestros honorarios, si no gana la causa. Pero hay que estar preparados para llevar esos grandes volúmenes de clientes, demandas, documentación, información, y otros despachos no están adaptados organizativamente, ni tienen los procesos y la tecnología adecuados.

placeholder Francisco Granero, 'chief corporate officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)
Francisco Granero, 'chief corporate officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)

J. Á. Hay varias ventajas, también a nivel social y judicial. Las demandas colectivas generan cambios reales en la sociedad. Por ejemplo, en el caso del cártel de la leche: un ganadero no puede enfrentarse de manera individual y en igualdad de condiciones a una gran industria láctea; pero si más de 2.000 ganaderos van de la mano con una empresa de servicios jurídicos como Eskariam, con uno de los mejores equipos legales de Europa, con una alianza con uno de los mejores despachos del mundo en estos casos de reclamaciones de daños y un equipo de peritos expertos en cárteles, están en igualdad de condiciones para jugar un Real Madrid-Barcelona. Aquí la fuerza del colectivo es clave, a pesar de que en España aún no hay un sistema judicial como el de las acciones de clase de los países anglosajones, que facilitaría la litigación de manera conjunta: solicitando la indemnización de los 50.000 ganaderos afectados mediante una sola demanda de clase.

"Si 12.000 ganaderos afectados por ese cártel lácteo fueran uno por uno a juicio, colapsarían el sistema. Si lo hacen todos juntos, salen ganando"

Por eso, y hasta que en España no exista una regulación en materia de acciones de clase, queremos hacer ver la importancia de ordenar la litigación en casos masivos como el del cártel de la leche, lo que favorecería a muchas otras demandas colectivas por venir. Si 12.000 ganaderos afectados por ese cártel lácteo fueran uno por uno a juicio, colapsarían el sistema. Si lo hacen todos juntos, el sistema judicial se beneficia y la sociedad también. El protocolo de los juzgados de Barcelona es un buen ejemplo de ordenación de la litigación que queremos impulsar.

P. ¿Cómo se gestiona el trato al cliente en una demanda colectiva de miles de afectados?

F. G. Tenemos un equipo de asesores de clientes dedicado a atender a los afectados. Estos son proactivos, están en contacto directo y cercano con todos los demandantes por diferentes vías: SMS, WhatsApp, teléfono, 'e-mail'... En todos nuestros casos hay miles de afectados, y ahí entra en juego la preparación de todos nuestros profesionales y, sobre todo, los procesos y el uso de la tecnología, que nos permite clasificar toda la información para que sea fácilmente accesible para el demandante, al que le llega todo por notificaciones y puede consultar cualquier dato o evolución del proceso en la parte interna de nuestra web o a través de nuestros asesores.

J. Á. Con todo esto, conseguimos que los demandantes sepan que estamos pendientes de ellos, que su caso no está metido en un cajón, y pueden hablar con los abogados y asesores que llevan su caso en cualquier momento. Gracias a esos procesos definidos y automatizados, y al uso de tecnología útil, nuestro equipo legal puede dedicarse a lo que verdaderamente importa y dar la mejor solución legal a los afectados, dedicándoles además tiempo para resolver sus dudas.

P. ¿En qué consiste esa tecnología?

F. G. Además de nuestro CRM, que registra las interacciones que tenemos con todos los clientes, tenemos una plataforma de gestión documental en la que todo el caso está digitalizado y procesado. Utilizamos herramientas de reconocimiento de texto (en muchos casos, a lo mejor hay incluso facturas escritas a mano que hay que digitalizar) aparte de tecnologías escalables como robótica, 'big data' o 'business intelligence', que extraen datos, procesan la información y la clasifican para que sea segura y accesible. Con todo esto, conseguimos que, si un cliente llama para preguntarnos cualquier cosa, en muy pocos segundos podamos darle toda la información sobre su caso concreto. En el cártel de la leche, por ejemplo, estamos recopilando facturas de 2000 a 2013, documentación que acredita la relación entre ganadero-industria, cuentas bancarias, pagarés... Tenemos más de medio millón de documentos que no solo hay que almacenar, sino también procesar para ser eficientes. Esa gestión de la información no la pueden dar otros despachos que no estén preparados para la masividad y sin un equipo formado para cada proyecto específico, y acostumbrado a trabajar con procesos, metodologías ágiles y tecnología.

J. Á. Es que la masividad solo se puede resolver con procesos. En Eskariam, no solo somos abogados, de hecho, solo un 50% del equipo lo somos. Tenemos ingenieros, especialistas en procesos, asesores comerciales, financieros, profesionales del 'marketing'... Y utilizamos lo que llamamos tecnología útil para que el equipo pueda ser más eficiente apoyándose en herramientas tecnológicas y trabajando por procesos.

P. ¿Cuáles son las demandas colectivas más importantes en las que han estado hasta ahora?

J. Á. Nos hemos ocupado, por ejemplo, de casos de viviendas no entregadas. De hecho, nacimos tras comprar una cartera de litigios de un despacho que no pudo asumir el volumen de estas causas. Tratamos con personas que habían pagado viviendas por construir y que, llegada la fecha de entrega, no obtuvieron nada y no se les devolvió el dinero. En nuestra experiencia, hemos representado a más de 5.000 personas y hemos recuperado cerca de 350 millones a favor de los demandantes con una ratio de éxito superior al 97%, hoy representamos a afectados de 88 promociones inmobiliarias.

placeholder Juan Álvarez, 'chief operations officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)
Juan Álvarez, 'chief operations officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)

Otro caso es el del cártel de la leche, del que ya hemos hablado, una reclamación con un valor estimado de 1.500 millones de euros y que afectó a cerca de 50.000 ganaderos durante casi 14 años (de 2000 a 2013), de los cuales solo unos 12.000 siguen en activo. Hoy en día, nosotros aglutinamos el mayor número de reclamantes: unos 2.000 afectados, a los que no solo vamos a defender, sino que somos los únicos personados ante la Audiencia Nacional respaldando la sanción de la CNMC. Estamos siendo muy proactivos.

También hemos llevado causas de 'swaps' y adquirido carteras de este tipo. Actualmente, estamos llevando diversos asuntos relacionados con infracciones en materia de competencia que han afectado a un colectivo muy grande en España. Además, estamos preparando nuestra salida internacional.

P. ¿Qué esperan que pase con el cártel de la leche?

J. Á. En nuestra opinión, es bastante claro que se ha producido un cártel, la investigación de la CNMC es muy seria y está suficientemente probada. Recientemente, en un juzgado de Granada, se ha confirmado la existencia de este cártel, así que creemos que la discusión no está en si hay cártel de la leche o no, sino a cuánto asciende el daño que ha sufrido cada ganadero, que, según nuestros primeros análisis periciales, sería de más de 250.000 euros por afectado.

"La discusión no está en si hay cártel de la leche o no, sino a cuánto asciende el daño que ha sufrido cada ganadero"

P. Su compañía también se ha especializado en la adquisición de carteras de litigios. ¿A mucha gente no le resulta extraño ‘vender’ su demanda?

J. Á. Puede sonar extraño, pero la experiencia está siendo muy positiva para el despacho que vende, para el que compra y para el propio demandante. Además, al cliente no se le impone nada, es él quien decide que seamos nosotros quienes llevemos su causa una vez se le informa de la cesión de su caso y de cómo se va a llevar desde nuestro equipo. Por otro lado, solo adquirimos carteras de materias en las que somos especialistas, nunca compramos aquellas en las que no tenemos experiencia, de modo que podemos ofrecer alta calidad y una óptima atención al cliente.

P. Se autodefinen como una empresa de servicios jurídicos especializada en grandes causas. ¿En qué consisten?

F. G. Se refieren a aquellos casos que, además de ser masivos porque afectan a un gran número de personas o a grandes colectivos, tienen un gran valor añadido, un impacto a nivel social. Todo el equipo de Eskariam siente que el trabajo que estamos haciendo tiene un impacto en la sociedad, ayudando a que colectivos de afectados sean indemnizados por abusos de poder y puedan reclamar sin riesgo.

"Mucha gente no podía reclamar porque era incapaz de costearse un abogado. Queremos que los abusos no queden impunes"

J. Á. Nos posicionamos del lado de los afectados, por eso se trata de generar un cambio y dar herramientas legales a afectados por abusos de poder, para que puedan reclamar sin riesgo. Hay mucha gente que hasta ahora no podía hacer una reclamación porque no tenía recursos para costearse un abogado de cierto nivel e intentar recuperar su dinero. Queremos que los abusos no queden impunes y que la sociedad tenga acceso a soluciones legales de alto valor jurídico a éxito.

P. ¿De qué cifras puede presumir Eskariam? Facturación, clientes finales, tasa de éxito...

J. Á. En 2020, cerramos una facturación de 1,6 millones de euros, mientras que en 2021 estaremos cerca de los tres millones. Nuestro modelo de negocio, orientado a éxito y basado en una cartera de productos multisector con diferentes horizontes temporales, hace que le demos mucho valor al dato de la cartera gestionada, que da resultado pasados unos años, a medida que finaliza cada reclamación. Ahora mismo, estamos gestionando una cartera de honorarios por valor de 287 millones de euros.

También estamos trabajando con cerca de 3.500 clientes. Nuestra tasa de éxito en viviendas no entregadas supera el 97%, mientras que en el cártel de la leche estamos pendientes de la resolución de la Audiencia Nacional, pero creemos que estará en torno al 85%.

P. Al principio de la entrevista, les preguntaba en qué sectores está habiendo más litigiosidad ahora mismo. ¿Y de cara al futuro? ¿Cuáles serán los litigios más comunes de aquí a cinco años?

J. Á. Diría que van a aumentar los temas de competencia, que en España y en Europa están empezando, y seguirán creciendo las reclamaciones, como ya se está viendo en Estados Unidos. También apuntaría a un aumento en los litigios sobre ciberseguridad y protección de datos: van a evolucionar bastante en nuestro país.

placeholder Francisco Granero (izda.), 'chief corporate officer', y Juan Álvarez (dcha.), 'chief operations officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)
Francisco Granero (izda.), 'chief corporate officer', y Juan Álvarez (dcha.), 'chief operations officer' de Eskariam. (Carmen Castellón)

P. ¿Y Eskariam? ¿Dónde estará dentro de cinco años?

J. Á. Hay una cosa segura, y es que estaremos no solo en España, sino también fuera. Si ahora mismo tenemos dos grandes reclamaciones masivas, en cinco años tendremos muchísimas más, también por esa evolución en el sistema judicial y en la mentalidad de la sociedad a reclamar. Nosotros buscamos equilibrio entre reclamaciones multisector y distintos plazos de resolución de las causas, por eso analizamos minuciosamente el 'portfolio' de casos con que trabajamos para que sea variado. En cinco años, habremos avanzado mucho en el uso de la tecnología útil con la que trabajamos, los procesos y metodologías para poder asumir un volumen de reclamaciones mucho mayor y ser referentes en España y fuera de otra forma de hacer derecho.

El covid nos trajo la ralentización de la Justicia e incluso los juicios por videoconferencia, pero también ciertos cambios en los tipos de litigios: reclamaciones por la pandemia, daños por cierres, reclamaciones incluso a la Administración, conflictos en los juicios… También ha sido una época en la que han seguido progresando las demandas colectivas, que cada vez atraen a más despachos por su volumen de negocio y a más demandantes por el hecho de pagar solo si se gana.

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