El CIS de Tezanos sitúa a Bildu en cabeza con dos puntos sobre el PNV y esconde la estimación de escaños

El CIS de Tezanos es la primera gran encuesta que da a Bildu ganador en votos el próximo 21-A. Si hace una semana el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas no veía desgaste en los jeltzales y alejaba el sorpaso de la izquierda radical, una vez iniciada la campaña, el estudio publicado este miércoles apunta a que Bildu obtendría entre el 34,2 y el 35,1% de los sufragios, por delante del PNV, que se movería en el 32,6 y el 33,5%. Hasta ahora los principales sondeos apuntaban a un empate y dibujaban la posibilidad de que la coalición ganase en escaños, pero no en votos. Los socialistas podrían alcanzar un 14,1%, el PP, un 7%; mientras que Podemos, Sumar y Vox se moverían en el entorno del 3%. La encuesta omite la estimación de asientos.

Según el CIS, en 15 días -el primer estudio se realizó en marzo y este último la semana pasada-, Bildu habría subido su intención de voto en dos puntos, y pasaría del 33% a un máximo del 35,1%, frente a los jeltzales, que podrían bajar hasta cuatro puntos, al caer del 36,1% a un mínimo del 32,6%. La duda es cómo se traducirían estas cifras en escaños. El estudio, a diferencia del publicado el lunes 1 de abril y de los de la campaña de las gallegas, no contabiliza el número de representantes que obtendrían las diferentes fuerzas que concurren a las elecciones del 21-A. Hace una semana la estimación de escaños del CIS para el PNV se movía en un intervalo de 30-31 y para Bildu, del 28-29.

La diferencia en intención de voto es notable respecto a 2020, pero las elecciones de hace cuatro años fueron atípicas. Tendrían que haberse celebrado en el mes de abril, pero la pandemia obligó a aplazarlas a julio y la participación fue bajísima, de un 52%, la más baja registrada nunca en unos comicios autonómicos en Euskadi. La jornada de votación se celebró con electores confinados y con la prohibición expresa de ir a votar para los contagiados. Así, si el PNV consiguió el 39,07% de los sufragios, ahora podría caer hasta siete puntos, mientras que Bildu, que entonces obtuvo un 27,86%, escalaría un máximo de siete.

El PSE se movería en una horquilla de entre el 13,3 y el 14,1%, similar al 13,65% de hace cuatro años, mientras que el PP, que obtuvo el 6,77% de los sufragios en 2020, ahora se movería en un intervalo del 6,7 y el 7%. Podemos, por su parte, caería de forma significativa, hasta un máximo del 3,2 cuando en los anteriores comicios autonómicos obtuvo un 8,05% y Sumar y Vox obtendrían entre un 3,1 y un 3,6% y un 2,7 y un 3%, respectivamente. Los de Abascal sacaron en 2020 un 1,96%.

El estudio tampoco ofrece datos por provincias, a diferencia de los comicios gallegos, en los que uno de los sondeos del CIS sí incluyó datos por territorios. En Euskadi, una de las claves de la campaña es la pugna en Álava, donde los resultados que obtengan el PNV y Bildu decantarán el resultado final hacia una u otra fuerza. Se da por descontado que los jeltzales ganarán en su bastión, Vizcaya, y que Bildu hará lo propio en el suyo, Guipúzcoa, por lo que la tercera de las provincias resolverá el escenario final.

Las principales encuestas vascas dan un empate entre las dos fuerzas nacionalistas. El Sociómetro, elaborado por el Gobierno vasco, otorga tanto al PNV como a Bildu 29 escaños, y el sondeo de EiTB da una horquilla para los dos entre los 27 y 28 asientos. Este último da una estimación de voto a los jeltzales del 36,1% y a la izquierda radical, del 32,7%.