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La simbiosis Athletic-PNV: ¿Puede la gabarra hundir la campaña de los nacionalistas vascos?
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NECESITA MOVILIZAR A SU ELECTORADO

La simbiosis Athletic-PNV: ¿Puede la gabarra hundir la campaña de los nacionalistas vascos?

La campaña vasca no ha llegado a Vizcaya, donde toda la atención se concentra en la final de Copa del Rey. Si el club rojiblanco gana, los partidos políticos ya dan por perdida la primera semana de campaña en la provincia

Foto: Aficionados del Athletic ondean banderas del equipo en Sevilla. (EFE/Raúl Caro)
Aficionados del Athletic ondean banderas del equipo en Sevilla. (EFE/Raúl Caro)
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"Lo más grande es ser del PNV, del Athletic de Bilbao y de la Virgen de Begoña". La frase la pronunció en 2011 el entonces diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, haciendo suya la máxima popular que vincula a los tres símbolos más representativos del imaginario de la provincia. Las victorias que los nacionalistas han cosechado desde la Transición han resultado aplastantes en el territorio, el club bilbaíno es uno de los escasos iconos transversales que unen por igual al margen de las ideologías y el tradicional peso de la Iglesia, aunque menguante, le confiere el respeto incluso de quienes se consideran agnósticos. La ligazón entre el partido y la entidad es muy estrecha y en plena campaña del 21-A, con la final de la Copa del Rey ante el Mallorca, las preguntas son inevitables. ¿Beneficia a los jeltzales una victoria en La Cartuja? ¿ O lastra una carrera electoral en la que la máxima prioridad de la formación es impulsar la movilización?

La sociología vizcaína es claramente distinguible de la del resto de territorios, con esos tres elementos de cariz político, deportivo y religioso como ejes fundamentales. Por eso no es de extrañar que desde que el Athletic logró el pase a la final de Copa frente al Atlético de Madrid, el pasado 29 de febrero, no se hable de otra cosa en Vizcaya. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ya había firmado el decreto de disolución del Parlamento Vasco y de convocatoria de las elecciones. Lo había hecho solo tres días antes. Desde entonces, el foco en la provincia está puesto en el fútbol. Las formaciones saben que hasta que este sábado no se pite el final del partido en La Cartuja, es imposible hacer llegar cualquier mensaje al electorado de la provincia. Además, si el Athletic gana, se da por perdida la primera campaña de elecciones.

Mientras, en Gipuzkoa y Álava se ve con cierta apatía, y en algunos casos incluso con hastío, que el Athletic monopolice desde hace días la programación de los medios de comunicación vascos. Para no herir susceptibilidades, el candidato del PNV, Imanol Pradales, forofo de los leones, se está mostrando prudente en público, aunque las manifestaciones de apoyo se suceden desde la dirección del partido y otras instituciones.

Fieles a ese esquema, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, que esta semana recordaba en Deia cómo la primera vez que con siete años fue a San Mamés le pusieron corbata, acudirá a la final, pero no lo hará el candidato, vizcaíno nacido en Santurtzi, que la seguirá a pie de campaña electoral. Quien sí se mostró exultante el pasado martes fue el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, posando junto a miembros de su partido con bufandas y banderas rojiblancas junto a uno de los leones de la fachada de la Cámara Baja.

placeholder Los diputados del PNV posan con bufandas y camisetas del Athletic a las puertas del Congreso para animar al equipo ante la final de Copa. (EFE)
Los diputados del PNV posan con bufandas y camisetas del Athletic a las puertas del Congreso para animar al equipo ante la final de Copa. (EFE)

En el PNV preocupa especialmente el impasse que la final de Copa va a provocar en la campaña. En caso de victoria bilbaína frente al Mallorca, lo que se da por descontado tras 40 años justos de sequía es que las celebraciones se alargarán hasta el próximo jueves, cuando se espera que la gabarra surque la ría de Bilbao ante una multitud de cientos de miles de personas. La última vez que lo hizo, en 1984, casi un millón de personas salieron a la calle a celebrar el título.

Relación cercana

El vínculo entre el PNV y el Athletic ha sido muy estrecho tradicionalmente. Hasta el punto de que se presuponía imprescindible ser militante del partido para aspirar a ser presidente del club. No obstante, esa máxima no se ha cumplido en las dos últimas elecciones rojiblancas. En 2018, el cocinero Aitor Elizegi se impuso a Alberto Uribe-Echevarría, que era considerado el candidato oficial del PNV, y en 2022 se repitió la misma situación al vencer el empresario Jon Uriarte al presidente del Puerto de Bilbao, Ricardo Barkala.

Foto: El candidato a 'lehendakari' y cabeza de lista por Bizkaia, Imanol Pradales, interviene durante el arranque de la campaña electoral del PNV. (Europa Press/Iñaki Berasaluce)
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Con estos antecedentes, en unas elecciones que, a tenor de las encuestas, se presentan como las más reñidas entre el PNV y EH Bildu, para los primeros es fundamental obtener el mejor resultado posible en Vizcaya, su bastión, recortar las máximas distancias en Guipúzcoa y no ceder Álava ante la coalición abertzale. Los de Andoni Ortuzar se enfrentan a una situación inédita desde su escisión de 1986, cuando el exlehendakari Carlos Garaikoetxea fundó Eusko Alkartasuna. En las elecciones vascas de aquel año, el PNV fue primero en votos, pero no en escaños, posición que le arrebató el PSE de Txiki Benegas (19 frente a 17, de 75). No obstante, los socialistas desistieron de tratar de investir a su candidato y gobernaron en coalición bajo la presidencia de José Antonio Ardanza.

Ahora, es EH Bildu quien amenaza la hegemonía del PNV. Los de Arnaldo Otegi tratan de pasar página de su pasado, amplificando su perfil social y de interlocutores del gobierno de Pedro Sánchez, para quedarse con el grueso de quienes en las elecciones generales de 2015 y 2016 dieron la victoria en Euskadi a Podemos.

Bolsa de abstencionistas

En ese contexto, los jeltzales tienen detectada una importante bolsa de antiguos votantes que en las sucesivas elecciones del año pasado engrosaron las filas de la abstención como advertencia por el desgaste sufrido por los servicios públicos vascos tras la pandemia. Por eso les es fundamental lograr la movilización de sus bases, pero ¿cómo llegar a un electorado que tiene la cabeza en otro sitio? Hay quien interpreta que una hipotética victoria del Athletic empujaría al partido en Vizcaya, pero también podría terminar de desconectar a una parte de sus votantes, inmersos en las celebraciones de un triunfo histórico.

Foto: Pello Otxandiano, candidato de Bildu. (EFE/Luis Tejido)

El protagonismo absoluto del Athletic en los primeros días de campaña, que se puede alargar hasta la primera semana completa de la misma, ha llevado a la dirección del PNV a hacer un llamamiento a su militancia para que no se aletargue. No hay tiempo que perder, y se debe evitar a toda costa que en Guipúzcoa y Álava puedan sentirse agraviados.

Una parte de las posibilidades de que los nacionalistas sumen una mayoría suficiente con el PSE-EE pasa por activar a sus potenciales votantes y cualquier distracción, o un perfil vizcaíno excesivo, que se sume a una campaña ya un tanto anodina que los ciudadanos vascos observan con distancia, puede suponer un obstáculo. Sobre el césped de La Cartuja se jugará algo más que un partido de fútbol. De su resultado también dependerá el estado de ánimo de muchos votantes que requieren de alicientes para acercarse a las urnas el 21 de abril.

"Lo más grande es ser del PNV, del Athletic de Bilbao y de la Virgen de Begoña". La frase la pronunció en 2011 el entonces diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, haciendo suya la máxima popular que vincula a los tres símbolos más representativos del imaginario de la provincia. Las victorias que los nacionalistas han cosechado desde la Transición han resultado aplastantes en el territorio, el club bilbaíno es uno de los escasos iconos transversales que unen por igual al margen de las ideologías y el tradicional peso de la Iglesia, aunque menguante, le confiere el respeto incluso de quienes se consideran agnósticos. La ligazón entre el partido y la entidad es muy estrecha y en plena campaña del 21-A, con la final de la Copa del Rey ante el Mallorca, las preguntas son inevitables. ¿Beneficia a los jeltzales una victoria en La Cartuja? ¿ O lastra una carrera electoral en la que la máxima prioridad de la formación es impulsar la movilización?

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