La final de Copa de la clase media: la tradición del Athletic vs el renacido Mallorca

Este sábado habrá una final de Copa del Rey sin Real Madrid ni FC Barcelona. Este hecho ya supone una novedad para un partido que aportará, además de un título, una plaza para la Europa League de la próxima temporada y presencia en la Supercopa de España. En lo económico, este segundo premio deportivo tiene mayor incidencia para Athletic Club y RCD Mallorca, los dos clubes que saltarán este sábado al Estadio de La Cartuja.

El partido pondrá sobre el césped un mínimo de 15 millones de euros para el campeón copero, que tendrá plaza asegurada para la fase de grupos de la próxima Europa League. Al mínimo de 12 millones que se suele embolsar un club español por la clasificación, se le sumarán entre dos y tres millones de euros más por participar en la Supercopa de España, un premio que los dos finalistas ya tienen garantizados.

El campeón se asegurará un mínimo de 15 M para la 24-25 entre Europa League y Supercopa

En cuanto al presupuesto, ambos equipos se pueden considerar de la clase media del fútbol español. Entre ambos, mueven un negocio conjunto de 185 millones de euros, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence. La final de Copa les llega en un buen momento a ambos equipos en lo relativo a gobernanza.

Tras seis años fuera de Europa, el Athletic ha consumido en este periodo buena parte de los más de 140 millones de euros de hucha que generó con las plusvalías por las ventas de Kepa Arrizabalaga (80 millones) y Aymeric Laporte (65 millones). Una decisión que, a la postre, ha resultado vital en la sostenibilidad de la entidad, que a su bajón deportivo –con una masa salarial del top-10 de LaLiga, próxima a los 100 millones– se le juntó en 2020 la pandemia.

La junta de Jon Uriarte ha apostado en estos dos últimos años por un reajuste en las políticas de gasto –por ejemplo, rebajando el fijo a los salarios y sumando variables por clasificación a Europa– y un nuevo plan estratégico (AC Aurrera) que engloba 17 pilares estratégicos. En lo relativo a negocio, destaca la apuesta por patrocinios y comercial. Durante su mandato se han firmado contratos clave como el del nuevo socio técnico, Castore –si bien el acuerdo podría haberse cerrado previamente–, que ha diseñado unas equipaciones con cambios relevantes.

Históricamente, el club bilbaíno ha tenido impoluta su equipación. Sin embargo, Uriarte y su equipo han apostado por aprovechar el tirón comercial de la marca Athletic y ha sumado marcas a la camiseta y el pantalón: B2BinPay (manga camiseta), Digi (trasera camiseta) y, desde este sábado, Vueling lucirá su logo en el pantalón. El patrocinio principal sigue en manos del banco vasco Kutxabank. Con ello, el club ha elevado en dos temporadas un 52% los ingresos comerciales, hasta superar los 24 millones de euros.

Asimismo, intentando actualizarse al fútbol actual sin romper con su filosofía de captación (únicamente jugadores nacidos en Euskal Herria o formados en clubes de este territorio), el club está apostando por invertir en jugadores que están jugando en ligas extranjeras, como Elijah Gift, fichado de la cantera del Liverpool FC, y sobre todo, Álvaro Djaló, por el que el club pagará al Sporting de Braga 15 millones fijos y podría sumar otros 5 millones en variables.

Djaló, que esta temporada ha jugado la Champions, se estrenará en verano en el nuevo San Mamés, campo inaugurado hace once años y que ha elevado el rendimiento que le saca el club al estadio. En 2023, a mitad de año, el club anunció un incremento de 3 millones en los ingresos externos al ticketing habitual del partido (VIP, museo, eventos…). Contabilizando la venta de entradas, la entidad sumó un millón de euros más a su negocio.

Un campo abierto a Mallorca y al turista

Precisamente, en el estadio tiene el RCD Mallorca su piedra angular en su proyecto de crecimiento. De propiedad norteamericana desde hace ya casi una década, el club ha reinventado el Estadi Mallorca Son Moix. Le ha sumado experiencias, espacios interiores y exteriores para los 365 días y otros servicios que ya le ha permitido sumar un 50% más de negocio comercial respecto a la prepandemia.

El club cerró 2022-2023 con ingresos récord (64 millones) y la pata comercial ya aporta sobre un 20%. La entidad ha alcanzado los 20.500 abonados, y también mira fuera de Palma y de Mallorca. Las nuevas zonas premium que ha generado en el estadio, con una grada VIP junto a los banquillos o el espacio que ha generado junto al túnel de vestuarios, son innovaciones “que está atrayendo no sólo al local, sino también al residente extranjero que vive en la isla y que quiere formar parte de una actividad recurrente como es un partido de fútbol”, apuntaba recientemente Alfonso Díaz, CEO de negocio del club, a El Confidencial.

Tras jugar en Segunda B hace sólo seis años, el Mallorca afronta mañana la final de Copa con la caja saneada (Robert Sarver y sus socios han invertido más de 60 millones en este periodo) y una visión estratégica muy global, en la que su patrocinador principal, Taica Corporation, es japonés –apoyado por la presencia de su exjugador Take Kubo– y tiene en el turismo alemán y norteamericano un filón para sumar ingresos. En este camino, la final y la próxima Supercopa de España, en Arabia Saudí, ya la tienen garantizada tanto bermellones como vizcaínos.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com.