San Sebastián es un imán para nicaragüenses y hondureños: ya son mayoría

Hay quien dice eso de que "San Sebastián es un pueblo" de forma despectiva, y hay quien emplea esta expresión en el sentido opuesto, en el sentido más cariñoso de la expresión, para poner de relieve su carácter acogedor y cercano. Pero al margen de consideraciones subjetivas, está el fundamento objetivo de la demografía, esa que dice que en la capital guipuzcoana hay censados, a 31 de diciembre de 2018, un total de 187.418 ciudadanos. Aunque también es cierto que el dato real de población no cierra la puerta a las cuestiones subjetivas, ya que, con esta cifra en la mano, San Sebastián sigue siendo un pueblo para algunos. Depende de la comparativa. La ciudad guipuzcoana es la capital vasca con menor número de habitantes, pero supera en población a ciudades próximas a las fronteras vascas como Burgos, Logroño o Santander.

Dejando de lado consideraciones y comparativas, la demografía muestra una fotografía de San Sebastián que no deja lugar a interpretaciones. Esa que habla de récords. Nunca antes la capital guipuzcoana había tenido tanta población. Y a esta realidad objetiva se ha llegado tras superar por primera vez la barrera de los 187.000 habitantes, una cifra que parecía un muro infranqueable para la Bella Easo después de siete años con la población estancada en 186.000.

La población creció en San Sebastián en 751 personas durante el pasado ejercicio y la llegada de extranjeros fue de 1.175 más que el año anterior

Que San Sebastián haya roto su récord de habitantes se explica, en esencia, por la importante llegada de población extranjera. Las cifras (de nuevo) así lo constatan. La población en su conjunto creció en 751 personas en 2018 y la llegada de extranjeros fue de 1.175 más que el año anterior. Los datos demográficos en sí mismos no hablan de los motivos que propiciaron que la población extranjera creciera un 8,9% el pasado ejercicio. Pero hay otras cifras que apuntan a las causas, y en ellas incide el alcalde, Eneko Goia (PNV), para explicar el porqué de esta mayor presencia foránea.

Para el regidor donostiarra, hay una explicación “lógica” de este crecimiento extranjero. Por un lado, el índice de envejecimiento continúa aumentando y, por lo tanto, la población potencialmente activa decrece, de modo que “tiene lógica que exista una atracción de población extranjera en activo que, de alguna manera, supla esta carencia”. Y esta argumentación tiene “su razón de ser, más aún cuando se trata de una ciudad que tiene índices de calidad de vida altos y la tasa de desempleo más baja de las capitales vascas”.

El índice de envejecimiento aumenta y la población potencialmente activa decrece: "Es lógico que exista una atracción de población extranjera"

En la actualidad, la población extranjera representa el 7,7% del total. Aunque, como remarca Goia, esta cifra no atiende a toda la comunidad de origen extranjero que reside en la capital guipuzcoana, ya que hay “muchos” foráneos, sobre todo latinoamericanos, que han adquirido la nacionalidad española tras años de residencia en el país y no se incluyen dentro de esta categorización de población extranjera. Si se suma a estas personas, el porcentaje se sitúa, según apunta el alcalde, en el 10-11%.

En total, son 14.375 personas extranjeras censadas en San Sebastián provenientes de 133 países distintos. Más allá del importante crecimiento de la población foránea, hay otros datos “llamativos” que pone de relieve el último censo poblacional. Entre ellos, los que aluden a la procedencia. La mitad de los extranjeros censados viene de América (7.177), mientras que Europa, con 4.331 ciudadanos, es el segundo continente emisor más importante, por delante de África, Asia y Oceanía (2.867 en total). Por lugar de origen, Honduras es el país de origen mayoritario de los extranjeros censados en la capital guipuzcoana (1.971), seguido de Nicaragua (1.697) y Marruecos (984). Este 'ranking' de la procedencia por países se mantiene estable durante los últimos años dentro de un censo foráneo que ha sumado personas procedentes de Yemen, Ruanda, Arabia Saudí, Kenia y Somalia.

En este siglo, San Sebastián ha pasado de los 180.768 habitantes censados en el año 2000 a los 187.418 a cierre de 2018. El nuevo techo poblacional, que llega después de tres ejercicios de ligeros crecimientos poblacionales —en 2015 había 186.014 habitantes (186.036 en 2014 y 186.069 en 2013)—, puede dar lugar a una “cierta tendencia alcista” en los próximos años, según vislumbra el alcalde, pero la cifra redonda de los 200.000 habitantes se proyecta como una barrera infranqueable “en las próximas décadas”, a pesar de que hay previstos varios desarrollos urbanísticos en la ciudad. El crecimiento poblacional contemplado al hilo de estos nuevos núcleos urbanos, sobre todo con el nuevo barrio que se proyecta en Txomin —en una primera fase, se proyecta la construcción de unas 900 viviendas hasta 2022, a la espera de que se puedan liberar los terrenos de la actual cárcel de Martutene con el proyecto de construcción de una nueva cárcel, que parece no llegar nunca—, será “paulatino”, según apuntan fuentes municipales, pero hablar de 200.000 habitantes son ya “palabras mayores”.

Honduras es el país de origen mayoritario de los extranjeros censados en San Sebastián (1.971), por delante de Nicaragua (1.697) y Marruecos (984)

Esta cifra parece estar más cercana en Pamplona, situada a menos de una hora de trayecto en coche de la capital guipuzcoana, y que supera en la actualidad los 195.000 habitantes. Vitoria, por su parte, se sitúa a día de hoy cerca de los 245.000 habitantes, mientras que Bilbao se encuentra por encima de los 345.000.

Los datos del censo reflejan no solo un incremento del número de población sino también de la edad media, que se sitúa en 45,87 años, siendo la franja entre los 50 y 54 años mayoritaria entre la población. A este respecto, los barrios de Gros y Centro son los que presentan una media de edad más elevada (49 años), mientras que Aiete e Ibaeta tienen el índice más bajo, con 42. Por sexo, las mujeres son mayoría en San Sebastián, ya que representan el 52,8% de la población, especialmente en el segmento de mayores de 65 años, con un 59,8%.

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Jose Mari Alonso. Vitoria

En cuanto a densidad de población por barrios, los últimos datos demográficos no han provocado cambios relevantes, más allá del crecimiento experimentado en Loyola por efecto de la entrega de las primeras casas en Txomin. A este respecto, Amara Berri, con 30.479 habitantes (130 más que en 2017), sigue siendo la zona más poblada, por delante del centro (21.921) y Altza (20.453). Por su parte, las áreas menos pobladas siguen siendo Igeldo (1.064) y Zubieta (287), que perdieron habitantes el pasado año. También cayeron en población Intxaurrondo y Gros —este último barrio fue el que más vecinos perdió (38)—.

El País Vasco es una sociedad cada vez más envejecida y, a este respecto, San Sebastián no es una excepción. La capital guipuzcoana ha pasado de tener 1,88 habitantes mayores de 65 años por cada habitante menor de 15, a 1,94 en un año. En su conjunto, prácticamente uno de cada cuatro habitantes (el 23,94%) es mayor de 65 años, mientras que el 21,71% tiene menos de 25 años. En este escenario, la tasa de natalidad apenas ha variado: en 2018 se registraron 6,98 nacimientos por cada 1.000 habitantes, frente a los 6,95 del año anterior. Los 1.309 nacimientos registrados son 247 menos que hace una década. Por ello, incrementar esta tasa es, sin duda, uno de los grandes retos —y preocupaciones— a los que se enfrentan la sociedad y las instituciones vascas.