El alegato de quien sufrió abusos con 8 años: "El veneno para acabar con vosotros es la voz"

“Tengo mi familia, mi mujer, mis hermanos, mi madre y un montón de gente alrededor que me quiere y, yo, al exponerme, ellos también sufren. Pero tengo la necesidad de dar la cara y de contar la verdad. Esta es la verdad. Está documentado y se puede demostrar”. Durante 20 minutos y 40 segundos, Pepe Godoy se confiesa por segunda vez a cara descubierta ante el 'tribunal' de Youtube. El vídeo colgado en esta red social constituye su testimonio como testigo en este juicio social a falta de un proceso penal por unos presuntos abusos sexuales que, según lamenta, sigue sin llegar. Él no puede ejercer de acusación porque su caso, como el de otros que han denunciado haber sido también vejados sexualmente cuando eran menores por el entrenador de fútbol de una escuela de fútbol de Basauri (Vizcaya), ha prescrito, pero la reciente denuncia presentada por un menor y sus padres, y que ha abierto la puerta a que el técnico que presuntamente abusó de él cuando tenía entre ocho y once años pague penalmente por sus delitos, le ha llevado a asumir el liderazgo de la denuncia social.

Godoy fue la primera persona en denunciar de forma pública los presuntos abusos sexuales competidos por un entrenador de fútbol de la escuela de esta localidad vizcaína. Fue en noviembre del pasado año y el tribunal elegido para que se juzgara el caso fue también Youtube al estar cerrada la puerta de la vía judicial por haber transcurrido más de 30 años desde los hechos. Ahora, ha decidido volver a “exponerse” de forma pública para denunciar a este “monstruo” a raíz de la denuncia interpuesta a principios de este mes de marzo por un menor y su familia contra este entrenador por unos presuntos abusos sexuales que no han prescrito. En total, el técnico acumula siete denuncias.

“No quería ser protagonista, pero a la vista de los acontecimientos me he visto obligado a dar pasos que yo no me creía que iba a ser capaz de dar”, se viene a justificar por este segundo vídeo, que encierra un reproche a la actitud de “mucha gente” que “sabía lo que estaba sucediendo y ha callado” durante largos años ante lo que han sido cuatro décadas de presuntas vejaciones en el municipio.

J. I.B.B, de 60 años, fue detenido el pasado 12 de marzo por la Ertzaintza, si bien un día después quedó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial a la espera de que avance la investigación. Los últimos acontecimientos han llevado a Godoy a exponer sus sentimientos a través de un vídeo de Youtube en el que no faltan las duras críticas a la respuesta judicial y a la “vergonzosa” actuación de los responsables de la escuela de fútbol, quienes, según denuncia, conocían los presuntos hechos desde hacía tiempo –incluso a través de la Ertzaintza– y, pese a ello, “no han defendido a las víctimas y han tardado años en apartar” al técnico de sus tareas para impedir que esté en contacto con menores. El técnico fue apartado de todos sus cargos en noviembre tras salir a la luz el primer vídeo de denuncia de Godoy, que decidió dar este paso al serle notificada que los hechos denunciados habían prescrito.

Godoy denuncia que no se hayan impuesto medidas cautelares contra el presunto agresor cuando "vive a menos de 100 metros de varias de sus víctimas"

Esta segunda denuncia pública va acompañada de incredulidad. Incredulidad porque no se hayan impuesto medidas cautelares contra el presunto agresor cuando “hoy en día vive a menos de 100 metros de varias de sus víctimas”, de modo que “puede seguir campando a sus anchas, acercarse a nosotros con total tranquilidad”. “No entiendo de leyes, pero me preocupa que no se impongan medidas cautelares a este agresor”, lamenta ante un hecho que “es malo para nosotros [las víctimas]”. Y también escepticismo ante la posibilidad de que se haga justicia y, además, de forma temprana. Por ello, reclama que se acelere el juicio contra el presunto agresor.

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En los 20 minutos hay un primer relato cronológico de los hechos desde que en diciembre de 2016 decidiera romper 36 años de silencio con la narración de los presuntos abusos a su pareja. Valiéndose de anotaciones en unos folios, da cuenta de los pasos dados ante la Ertzaintza con la presentación de la denuncia en 2017, de sus gestiones con los responsables de la escuela de fútbol para denunciar los hechos y exigir que se le apartara de sus funciones entre su “silencio”, de cómo sus hermanos le confesaron que ellos también sufrieron abusos por parte del mismo entrenador, de los consejos pedidos a su terapeuta, de su indignación por el devenir de los hechos…

Es el preludio a la traca final, esa que llega con sus duras reflexiones personales a raíz de la denuncia presentada por un menor y su familia por unos hechos que no hubieran prescrito y la detención del presunto agresor. Algo, que, como deja constancia, “tenía muy claro que iba a ocurrir”. “Tarde o temprano iba a salir una víctima porque somos muchas las víctimas las que hemos sufrido la agresión por parte de este abusador”, subraya.

"Ponéis dentro de nuestro cerebro la semilla de la culpa, la vergüenza, el miedo, la rabia, la desconfianza, la depresión y la tristeza, y esa semilla va creciendo dentro de nuestras cabezas y con los años nos va matando por dentro"

Se dirige de forma directa a estos “psicópatas” que abusan de menores, a esos que “no tenéis cura”, para preguntarles “si sabéis realmente el daño que nos hacéis”. Con sus agresiones –responde él mismo con dureza– “ponéis dentro de nuestro cerebro la semilla de la culpa, la vergüenza, el miedo, la rabia, la desconfianza, la depresión y la tristeza”. Y esa semilla –prosigue– “va creciendo dentro de nuestras cabezas y con los años nos va matando por dentro”. Es por ello –asevera– que “el veneno para acabar con vosotros es dar voz a esta lacra, señalaros tanto a agresores y encubridores, contar cómo sois, porque todos sois iguales, cómo os movéis…” “Hoy estáis menos tranquilos que ayer, pero más que mañana. Por desgracia para vosotros cada vez hay más personas que os lo ponen más difícil porque no vamos a parar de dar voz a esta lacra/problema”, espeta.

Hay contundentes denuncias y también rotundas peticiones más allá de un juicio rápido. Así, reclama al Ayuntamiento de Basauri o al estamento que corresponda “ayuda jurídica” para que la única víctima que ha denunciado unos hechos no prescritos pueda disponer de un abogado que garantice una defensa “en condiciones” ante un caso que “tendrá un coste y no será barato”, así como respaldo “psicológico”. Igualmente, reclama mayor implicación institucional para poner a disposición de las víctimas todos los recursos públicos disponibles. En este sentido, alaba el paso dado por el menor que ha denunciado ahora al entrenador, ya que “contar esto [las agresiones sexuales] a edad temprana es dificilísimo”. “Es un valiente, lo más parecido a un superhéroe”, resalta.

“No tiene mucho sentido que nos callemos. Estamos señalados. La gente sabe quiénes somos"

Godoy da por supuesto que hay muchas más víctimas, y que guardan silencio por “el miedo que da pensar en las consecuencias”. A él el temor le atenazó durante largas décadas. “Os entiendo perfectamente, denunciéis o no”, afirma. En todo caso, como cierre del vídeo, les pide que den un paso al frente y se enfrenten a sus miedos. “No tiene mucho sentido que nos callemos. Estamos señalados. La gente sabe quiénes somos. Os vais a sentir mucho mejor si dais el paso y las víctimas que hemos dado el paso nos vamos a sentir más arropados”, alega. En su caso, como expone, se ha visto “obligado” a volver a “exponerse” de forma pública con la pretensión de combatir el silencio y la inacción, y para servir de ayuda a otras víctimas que la puedan necesitar. Ya con su inicial denuncia pública –constata– ha “servido de ayuda a muchas familias” que han sufrido presuntas situaciones de abusos sexuales.