Gesto de Sánchez con el PNV: cede y acepta el acceso del AVE a Bilbao pactado con el PP

El nerviosismo se había instalado en las última semanas en el Gobierno vasco, que veía cómo las constantes pegas del Ejecutivo de Pedro Sánchez al soterramiento del futuro tren de alta velocidad a su entrada a Bilbao que había pactado con el PP ponía en peligro la ansiada llegada del AVE al País Vasco en 2023. Sin embargo, la preocupación se ha tornado ahora en cierto alivio y tranquilidad después de que el Ministerio de Fomento haya aparcado las dudas técnicas mostradas sobre el proyecto y haya aceptado la propuesta que consensuaron el pasado mes de marzo el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y el Ministerio liderado entonces por Íñigo de la Serna.

Sonaban tambores de guerra, pero parece que las aguas se han calmado con la reunión que han mantenido este miércoles en Madrid las instituciones vascas con responsables de Fomento para abordar las incógnitas que había generado el cambio de Gobierno sobre el proyecto de entrada de la alta velocidad a Bilbao, que dejaban en el aire la puesta en marcha de la alta velocidad en 2023, última fecha consensuada para una infraestructura que acumula más de una década de retraso. A pesar del parón que acumula el proyecto de la nueva estación de Bilbao, Fomento mantiene la fecha de 2023 para la puesta en marcha del AVE vasco, cuyo calendario de ejecución ya contaba con unos plazos muy ajustados antes del retraso derivado de la llegada de Sánchez a La Moncloa. Según asegura el ministerio, el acuerdo alcanzado para la entrada en la estación bilbaína de Abando “respeta los plazos para la llegada de la alta velocidad vasca".

El pacto llega después de que dirigentes del PNV advirtieran de que no habrá negociación hasta que Sánchez cumpla los acuerdos alcanzados con el PP

La decisión de Fomento de dejar atrás las dudas que había trasladado el ministro José Luis Ábalos y aceptar ahora la propuesta que el Gobierno vasco consensuó con el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy se produce justo cuando se acaban de iniciar los contactos con el PNV de cara a contar con su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019. Los principales dirigentes ‘jeltzales’ habían advertido en los últimos días de que no habrá negociación hasta que Sánchez cumpla primero con los acuerdos alcanzados con el PP para los pasados Presupuestos y, ante esta amenaza, ahora llega este elocuente gesto del gabinete de Sánchez que no hace sino abrir las puertas a un posible acuerdo presupuestario.

Una vez que se han dejado atrás las diferencias y se ha reconducido la situación, Fomento mantiene los plazos para la llegada de la alta velocidad al País Vasco, pero lo cierto es que el proyecto de entrada a la estación de Abando va a volver al punto de partida varios meses después. Esto es, el estudio informativo del proyecto se someterá a información pública en marzo del próximo año, justo un año después de que los gobiernos central y autonómico sellaran un acuerdo en la capital vizcaína en torno a este acceso. Por aquel entonces, la previsión hablaba de que el estudio informativo iba a estar listo antes de finales de este 2018 de cara a iniciar las obras en 2020, pero el Gobierno de Sánchez no había autorizado su redacción por las dudas técnicas que le generaba el proyecto.

Fomento se compromete a acelerar el estudio informativo de acceso a Bilbao para corregir los últimos meses de demora y estará listo en marzo

En la reunión de la comisión interinstitucional celebrada en Madrid, que ha estado encabezada por el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, y el viceconsejero vasco del ramo, Antonio Aiz, Fomento se ha comprometido a acelerar la redacción del estudio informativo para corregir los últimos meses de demora, lo que va a exigir “un importante esfuerzo en cuanto a la optimización de los recursos técnicos y administrativos disponibles” de cara a poder acortar los plazos que requiere habitualmente este proceso ante un proyecto de esta envergadura, según ha informado el ministerio dirigido por Ábalos. En todo caso, no será fácil recortar los tiempos. Ya en marzo, tras el acuerdo alcanzado para el acceso a Bilbao, De la Serna había advertido de que habría que "correr mucho" para que el AVE vasco "sea una realidad" en 2023.

La propuesta consensuada con el anterior Ejecutivo del PP, con un coste cercano a los 750 millones de euros, implica la ejecución de un túnel de más de seis kilómetros de longitud y la construcción de 13 dársenas para autobuses y de un 'parking' para vehículos con más de medio millar de plazas de capacidad dentro de una nueva estación que tendrá dos niveles, uno para los trenes de cercanías y otro para los de largo recorrido, además de los servicios de alta velocidad. Asimismo, se acometerá la adecuación de la estructura de la actual estación de Abando. La ordenación urbanística y funcional del entorno de la estación dentro del 'cajón ferroviario soterrado' será “respetada” por Fomento. En todo caso, el ministerio asegura que “estudiará alternativas sobre la reposición de determinadas instalaciones imprescindibles para la explotación ferroviaria, bien en el propio recinto de Abando o bien en otra ubicación en el término municipal de Bilbao”.

Fomento también confirma el proyecto de entrada de la alta velocidad a Vitoria, cuyo estudio informativo estará listo a principios de 2019

La cita de este miércoles de la comisión interinstitucional celebrada en Madrid, a la que han acudido representantes del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao o la Diputación de Vizcaya, también ha servicio para confirmar el proyecto de entrada de la alta velocidad a Vitoria, cuyo estudio informativo estará listo a principios del próximo año. La solución técnica también había sido pactada con el anterior Gobierno del PP y el Ejecutivo de Vitoria igualmente había mostrado su preocupación por la falta de pronunciamiento en torno al acceso a la capital alavesa. De hecho, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, había expresado recientemente en el Parlamento vasco su temor a un nuevo retraso en la llegada de la alta velocidad por los parones que habían experimentado los proyectos de entrada de la alta velocidad a Vitoria y Bilbao. Y este mismo martes, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, había criticado la “cierta falta de rumbo” del Ejecutivo de Sánchez en torno a la llegada de la alta velocidad al País Vasco. El Ejecutivo de Vitoria ha planteado en numerosas ocasiones al Gobierno español asumir las obras de la alta velocidad en Álava y Vizcaya, tal y como hace enGuipúzcoa, donde ejecuta el tramo adelantando un dinero que luego le reintegra el Estado vía cupo. La entrada a las capitales es competencia del Ejecutivo español y, a este respecto, el acceso a San Sebastián está bien encauzado, con el inicio de las obras previsto para el próximo año.

El año 2024 como fin de las obras se vislumbraba ya en el horizonte, pero Fomento, una vez desatascada la cuestión relativa a Bilbao, ha querido despejar cualquier duda y ha garantizado que el acceso a la capital vizcaína se culminará en los plazos previstos de cara a que el AVE vasco esté operativo en 2023. “Los acuerdos alcanzados hoy permiten mantener las previsiones en cuanto a los plazos anunciados en su momento para hacer realidad la llegada de la alta velocidad a Bilbao y para la integración del entorno de Abando en la ciudad”, ha aseverado el ministerio. Esto son las palabras, otra cosa serán los hechos.