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Urkullu reclama a Rajoy abandonar "la vía judicial"
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DISCURSO DE FIN DE AÑO

Urkullu reclama a Rajoy abandonar "la vía judicial"

En un discurso eminentemente social, el lendakari no ha pasado por alto las nuevas relaciones abiertas con el Gobierno tras la pasada legislatura marcada por las tensiones

Foto: Iñigo Urkullu, en el momento de su discurso. (EFE)
Iñigo Urkullu, en el momento de su discurso. (EFE)

Desterrada la vía catalana para colmar las aspiraciones nacionalistas en Euskadi, el lendakari Iñigo Urkullu apuesta por el camino de la bilateralidad. Y en este trayecto no quiere que haya paradas en los tribunales. Por ello, ha instado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a evitar “la judicialización permanente de la vía política” para apostar por el diálogo como forma de resolución de los conflictos entre ambas instituciones.

La petición a Rajoy para evitar la vía judicial ha marcado el mensaje navideño de Urkullu que, por primera vez durante su mandato, ha adelantado su discurso primera hora de la tarde en lugar de las horas previas a las campanada de fin de año. En un discurso eminentemente social, el lendakari no ha pasado por alto las nuevas relaciones abiertas con el Gobierno español tras la pasada legislatura marcada por las tensiones entre ambas administraciones y ha lanzado tres peticiones a Rajoy: “dialogo, negociación y acuerdo”.

Urkullu ha querido dejar toda la responsabilidad en Rajoy de cara a la nueva etapa y en la que el Gobierno vasco confía en resolver conflictos competenciales

Ha sido un discurso muy calculado a los fines del PNV. Urkullu ha rehuido la confrontación con el Gobierno de Rajoy para afianzar las bases de un posible entendimiento que podría dar sus primeros frutos con un acuerdo presupuestario en Madrid que dotará a Euskadi de músculo financiero en forma de inversiones, en especial para la culminación del tren de alta velocidad, un proyecto del que ha hecho bandera el Ejecutivo de Vitoria y que acumula un considerable retraso.

En ningún momento ha querido hacer sangre con los conflictos que a día de hoy mantienen enfrentados a los dos gobiernos, como sí lo ha hecho esta semana el portavoz de su gabinete, Josu Erkoreka, que ha denunciado con dureza que Rajoy no de su brazo a torcer en el nuevo escenario abierto con el recurso a la OPE de la Ertzaintza o la decisión de los tribunales de tumbar la jornada laboral de 35 horas semanales para los funcionarios vascos. Pero, en todo caso, no pasa del ruido dentro del clima favorable al acuerdo en el que están instalados el PP y el PNV.

Confiado en la relación institucional

De cara al nuevo año, Urkullu ha apostado por “profundizar en el autogobierno vasco”, pero no ha habido alusiones a las reivindicaciones de Euskadi como nación propia, al derecho a decidir del pueblo vasco o la consulta soberanista que se recoge en su programa de gobierno que suma al PSE.

Para entonces, confía en que exista una relación institucional con el Gobierno español que favorezca este debate. De momento, es evidente que se ha abierto un nuevo clima entre los gobiernos español y vasco que favorece el entendimiento y que a corto plazo abre la puerta a un acuerdo presupuestario para 2017 en el Congreso. Urkullu no ha querido aludir de forma específica a este deshielo de las relaciones con el Gobierno del PP pero su mensaje a Rajoy a favor del diálogo ha sido muy claro. Por su parte, ha puesto sobre la mesa su capacidad de “ofrecer respuestas y soluciones políticas” para resolver los conflictos que aún mantienen ambas administraciones.

(EFE)De este modo, Urkullu ha querido dejar toda la responsabilidad en Rajoy de cara a la nueva etapa que se ha abierto, y en la que el Gobierno vasco confía en resolver fuera de los tribunales la veintena de conflictos competenciales que han conocido la vía judicial y, en particular, cerrar un acuerdo en torno al Cupo y al Concierto Económico.

La destitución de Urquijo

El mensaje se ha lanzado en tono positivo. Y es que el escenario es radicalmente diferente al de hace un año. El PNV sigue denunciado el afán “recentralizador” del Estado y sus “agresiones” al autogobierno vasco en forma de recursos ante los tribunales a las leyes aprobadas en Euskadi pero todo ha cambiado. Es más, la formación ‘jeltzale’ ha logrado la primera concesión de Rajoy con la destitución del delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, a instancias del partido de Andoni Ortuzar, que siempre ha renegado de su figura como interlocutor con el Estado. Su continuidad parecía asegurada pero la necesidad de Rajoy de llegar a acuerdos con el PNV, cerrada la puerta del nacionalismo catalán, ahora que el PP no goza de mayoría absoluta en el Congreso ha obligado al presidente a plegarse a los deseos ‘jeltzales’. Todo para forjar ese “nuevo futuro político para Euskadi” que ha reclamado Urkullu en un discurso conciliador.

En su mensaje, el lendakari ha querido poner en valor que la nueva legislatura ha arrancado en Euskadi “asentada en un mayor diálogo y estabilidad” y “abierta a más acuerdos que los ya logrados hasta ahora”. No ha obviado la existencia de “problemas y contratiempos” pero ha querido contraponer que “Euskadi va por el buen camino” en el ámbito económico, político e institucional. En este sentido, se ha comprometido a concentrar los esfuerzos en “la mejora de los servicios públicos” y en la consecución de un empleo de “calidad”.

Apenas ha habido palabras para el “nuevo futuro político” para Euskadi más allá de evidenciar el “compromiso” del Gobierno vasco para “forjar” este nuevo escenario. Porque Urkullu ha huido de forma estratégica de propuestas concretas de corte soberanista que sí se recogen en su programa de gobierno. No ha pasado de la declaración de intenciones de abrir Euskadi a Europa en este “nuevo futuro político” que anhela el nacionalismo vasco. "Nos avala nuestro saber hacer como pueblo, pequeño en tamaño, grande en hechos. Una trayectoria de trabajo bien hecho, sacrificio, esfuerzo y colaboración. Nos corresponde preservar estos valores. Perseverar. Dependemos de nosotros mismos, de nuestra capacidad individual y colectiva", ha señalado.

En todo caso, por encima de todo, Urkullu ha priorizado la necesidad de llegar a acuerdos en “la actualización y profundización” del autogobierno vasco y en los diferentes ámbitos. “Todas las manos son necesarias para seguir construyendo el país justo y competitivo que queremos”, ha remarcado para insistir en que desde Euskadi se va a “poner todo de nuestra parte” para que el diálogo y la negociación “vuelva a dar frutos”. “No vamos a cejar”, ha sentenciado.

Desterrada la vía catalana para colmar las aspiraciones nacionalistas en Euskadi, el lendakari Iñigo Urkullu apuesta por el camino de la bilateralidad. Y en este trayecto no quiere que haya paradas en los tribunales. Por ello, ha instado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a evitar “la judicialización permanente de la vía política” para apostar por el diálogo como forma de resolución de los conflictos entre ambas instituciones.

Iñigo Urkullu
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