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PISA y la violencia en la calle ponen en el disparadero a dos consejeras de Urkullu
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Partidos y sindicatos piden al lendakari que “reflexione”

PISA y la violencia en la calle ponen en el disparadero a dos consejeras de Urkullu

Los resultados que el informe PISA otorga al País Vasco y las últimas decisiones de la Consejería de Seguridad han puesto en la cuerda floja a dos miembros del equipo de Urkullu

Foto: El lendakari, Iñigo Urkullu, durante su intervención en el acto de toma de posesión de los consejeros del Gobierno vasco. (EFE)
El lendakari, Iñigo Urkullu, durante su intervención en el acto de toma de posesión de los consejeros del Gobierno vasco. (EFE)

El nuevo equipo de gobierno de Iñigo Urkullu acaba de ocupar sus sillones y ya hay dos consejeras en entredicho. La ineficaz respuesta a la violencia callejera y el demoledor informe PISA, que otorga a Euskadi los peores datos de su historia en el ámbito escolar, han puesto en el disparadero a las responsables de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y Educación, Cristina Uriarte, apenas 10 días después de jurar sus cargos.

Uriarte y Beltrán de Heredia se incorporaron al Ejecutivo de Vitoria en 2012 de la mano de Urkullu, que en su segundo mandato ha mantenido la confianza en ellas al frente de ambas consejerías, dentro del ampliado gabinete de gobierno para dar cabida al PSE, tras el acuerdo de gobernabilidad suscrito con los socialistas (se ha pasado de ocho departamentos a 11). De los ocho consejeros que iniciaron andadura con el lendakari, cinco continúan y tres han salido de sus puestos, si bien uno de ellos, Ricardo Gatzagaetxeberría, abandonó Hacienda por motivos de salud.

Foto: Iñigo Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, junto con la líder del PSE, Idoia Mendia, el pasado 3 de octubre en Bilbao. (EFE)

La gestión de Uriarte y Beltrán de Heredia no estuvo exenta de polémica en la pasada legislatura, y ahora a las primeras de cambio del nuevo mandato vuelven a estar en la picota. Urkullu tuvo que lidiar con la petición de dimisión de la consejera de Seguridad ya incluso antes de que jurara su cargo el pasado 28 de noviembre, por el “lamentable” y “nefasto” dispositivo policial desplegado cuatro días antes en el campus de Leioa de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), donde los radicales camparon a sus anchas y provocaron graves incidentes con motivo de las elecciones al rectorado, con dos 'ertzainas' y un periodista heridos. A pesar de que los disturbios estaban más que anunciados, con incidentes previos a modo de ‘calentamiento’, el operativo policial fue “ineficaz” e “insuficiente”, según denunciaron los sindicatos policiales entre duras críticas.

El sindicato profesional Sipe denunció que se “puso en grave riesgo la vida” de los agentes desplegados y demandó la dimisión de la consejera. Por su parte, Erne, la central mayoritaria de la Ertzaintza, que ha solicitado en numerosas ocasiones la salida de Beltrán de Heredia, por “destrozar” a la policía vasca con su “incompetencia”, acusó a la titular de Seguridad de “colocar a los 'ertzainas' para que sean cazados” por los radicales, que llevaron el terror a la universidad pública vasca con impunidad. Este sindicato ha responsabilizado a Beltrán de Heredia de todos los incidentes que se puedan producir de ahora en adelante, ya que, según denuncia, ha quedado demostrado que cada vez que los violentos toman las calles, “se repiten las malas planificaciones y se producen incidentes y 'ertzainas' heridos”, por lo que “ya no podemos creernos que sea casualidad”.

A pesar del divorcio total entre los sindicatos y el Departamento de Seguridad, Beltrán de Heredia mantiene la plena confianza de Urkullu, quien incluso se ha llegado a encarar con los representantes sindicales de la Ertzaintza en la tradicional concentración que todas las centrales (Erne, Esan, Sipe y Euspel) celebran a las puertas del Parlamento vasco con motivo de las sesiones plenarias en defensa de las condiciones laborales de los agentes.

También el lendakari ha ratificado su confianza en Cristina Uriarte, cuya continuidad estuvo hasta última hora en el aire, ya que algunas voces cercanas a Urkullu apostaban por su salida. Pero el presidente vasco le volvió a dejar las riendas del área de Educación, y ahora su apuesta le ha explotado en las manos con la publicación del informe PISA 2015, que ha situado a la consejera en el disparadero, con fuertes críticas de los partidos y los sindicatos a su gestión. Porque los resultados son demoledores. La educación vasca presenta los peores datos de la historia desde que se inició esta evaluación en 2003, con una notable caída en ciencias, comprensión lectora y matemáticas en relación a la última medición. Euskadi se sitúa varios puntos por debajo con respecto al conjunto de España, la OCDE y la UE, salvo en el área de matemáticas, donde supera al Estado y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. En su conjunto, nueve comunidades autónomas han quedado por encima del País Vasco.

Ante estos resultados, el lendakari se limitó a plantear la necesidad de hacer “autocrítica” a través de las redes sociales, aunque sin señalar a Uriarte. Por su parte, la consejera exhibió “sorpresa” por estos resultados y, en defensa de la enseñanza vasca, apuntó como causas de este fuerte retroceso al cambio de formato (por primera vez se realizó por ordenador) o a la disminución de los centros seleccionados como muestra. Pero la consejera sí ha sido apuntada por partidos y sindicatos, tanto por sus políticas al frente del departamento como por la “autocomplacencia” mostrada en su valoración del informe, quienes han pedido “cambios” al lendakari.

El más elocuente ha sido el portavoz del PP en el Parlamento autonómico, Borja Sémper, que se ha mostrado convencido de que Uriarte no hubiera continuado como consejera de Educación esta legislatura de haberse conocido los resultados del informe PISA con dos semanas de antelación. El dirigente popular ha acusado al Departamento de Educación de estar más preocupado por educar en “nacionalismo e identidad”, por lo que ha pedido a Urkullu que “reflexione” sobre la continuidad de la misma dirección. Le ha advertido de que la situación no mejorará si siguen “el mismo equipo y las mismas ideas”. “La peor solución es seguir con las recetas fracasadas”.

La misma invitación a “reflexionar” sobre la continuidad del actual equipo gestor le ha llegado al lendakari desde Podemos Euskadi, que ha demandado “una crítica profunda” y “cambios” en la enseñanza. En este sentido han incidido, igualmente, los sindicatos. ELA y LAB han achacado los catastróficos resultados a las actuales políticas de educación, y CCOO ha asegurado que el Ejecutivo de Urkullu “no puede seguir trabajando los temas de educación y de formación como si fuera una especie de coto estrictamente en el área del Gobierno”. UGT ha denunciado que el informe refleja el "fracaso" de Uriarte, que invierte "casi el doble" en educación y "la rentabilidad es muy baja". También la comunidad educativa vasca ha cargado contra la “autocomplacencia” del Ejecutivo vasco.

El PP acusa al Departamento de Educación de estar más preocupado por educar en “nacionalismo e identidad” que en mejorar la calidad del sistema

Pese a esta petición unánime de cambios, el equipo del Departamento de Educación se mantiene de momento invariable. A esta cartera no le han afectado los ceses y nombramientos aprobados este mismo miércoles por el Consejo de Gobierno, que atañen a siete de las 11 áreas en que está estructurado el nuevo Ejecutivo de Vitoria. Sí ha habido cambios en el Departamento de Seguridad con el nombramiento de Ana Aguirre como viceconsejera de Administración y Servicios.

Al margen de los casos de Beltrán de Heredia y Uriarte, Urkullu también ha tenido que lidiar con la controversia por poner al frente del área de Empleo y Políticas Sociales a Beatriz Artolazabal, la hasta hace poco diputada foral de Álava de Servicios Sociales, en el centro de la polémica por el caso de prostitución en varios centros de menores de la Diputación alavesa.

El nuevo equipo de gobierno de Iñigo Urkullu acaba de ocupar sus sillones y ya hay dos consejeras en entredicho. La ineficaz respuesta a la violencia callejera y el demoledor informe PISA, que otorga a Euskadi los peores datos de su historia en el ámbito escolar, han puesto en el disparadero a las responsables de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y Educación, Cristina Uriarte, apenas 10 días después de jurar sus cargos.

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