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Los 'tiktokers' acusados de violar y drogar a menores apuntaban en una pizarra las dosis a sus víctimas
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Los 'tiktokers' acusados de violar y drogar a menores apuntaban en una pizarra las dosis a sus víctimas

Una persona de su entorno más cercano fue quien dio la voz de alarma a las autoridades. La Policía Nacional baraja que pueda haber más víctimas y solicita colaboración ciudadana

Foto: Los Petazetaz. (EC)
Los Petazetaz. (EC)
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La primera vez que la policía tuvo constancia de lo que ocurría en el interior de una vivienda en Vallecas fue en el mes de diciembre. Una persona muy cercana al entorno de los influencers Los Petazetaz —con más de 30.000 seguidores en TikTok— se atrevió a dar la voz de alarma. Sin embargo, antes de que las autoridades frenaran la actividad de ambos individuos, de 34 (Hernán) y 21 años (Iván), entre los muros de aquel piso de La Gavia se produjeron violaciones, consumo de drogas y grabaciones de vídeos. Los chavales ofrecían sustancias estupefacientes a las menores para, después, agredirlas sexualmente. Y para no perder la cuenta de cuánto había tomado cada una, apuntaban en una pizarra el número de dosis que ingerían las víctimas.

¿Cómo llevaron a las menores al domicilio? La popularidad en redes de los acusados jugó a su favor. A través de plataformas como Instagram y TikTok, los creadores de contenidos invitaban a las chicas a la casa de Hernán en Vallecas. Una vez allí, atacaban. Según fuentes policiales, los presuntos agresores sabían que las jóvenes no tenían más de 18 años: les preguntaban directamente por su edad entre ronda y ronda y les ofrecían chorri. Este término lo utilizaban para referirse al GHB, también conocido como éxtasis líquido. Aunque esta sustancia es un depresor del sistema nervioso que poco tiene que ver con el éxtasis. En uno de los vídeos de Los Petazetaz, puede verse la palabra chorri tatuada en la cadera de Iván.

Las menores accedían a la vivienda sin la sensación de que iban a correr riesgos, según las fuentes consultadas. Las víctimas llegaban al inmueble por su propia voluntad. De hecho, cuando los policías procedieron a la detención de los individuos, una de las chicas estaba dentro de la casa. La invitación de los influencers era de ambiente festivo, pero cuando comenzaban los efectos de las drogas, todo cambiaba. Los agentes de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) barajan dos posibilidades: o bien las convencían para acceder a tener relacionales sexuales una vez había actuado el GHB o les insistían para hacerlo a cambio de haberles proporcionado drogas gratis.

placeholder El menor de los 'influencers' tiene la palabra 'chorri' tatuada. (EC)
El menor de los 'influencers' tiene la palabra 'chorri' tatuada. (EC)

La vivienda contaba con cámaras de seguridad en algunas estancias. Además, también utilizaban sus propios teléfonos móviles para grabar los encuentros sexuales, presuntamente bajo coacción. En ninguno de ellos se pixeló el rostro de las jóvenes o se intentó ocultar su identidad.

En el arresto del 24 de enero, a Hernán se le detuvo como presunto autor de dos delitos de agresión sexual, un delito de violación, exhibicionismo y pornografía infantil y cinco delitos contra la salud pública. Al más joven se le imputa un delito de agresión sexual. El día de la detención, se decretó el ingreso en prisión para uno de ellos, pero apenas ha estado un mes entre rejas. Ambos están en libertad en la actualidad. Se desconoce si alguno de los dos disponía de un empleo laboral más allá de la gestión de las redes sociales. El Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid se ha hecho cargo de la investigación.

Foto: Los Petazetaz en una imagen publicada en sus redes sociales. (EC)

Por el momento, hay cinco menores identificadas, pero una de ellas no fue víctima de agresiones sexuales. Ninguna provenía de ambientes familiares complicados. Todas disponen de recursos psicológicos si así lo requiriesen. Dos familiares sí se pusieron en contacto con los agentes para solicitar información. La Policía Nacional no descarta que pudieran aparecer nuevas afectadas y solicitan la implicación ciudadana para identificar a todas las posibles víctimas.

La actividad en redes de los dos acusados se remonta a 2022. Poco a poco, fueron ganando seguidores en diferentes plataformas digitales. El contenido se basa en el absurdo y en recomendar bebidas energéticas: Iván, el más joven, hace las bromas y Hernán, el cabecilla, le ríe las gracias. Visten con tonos chillones y gorras de leopardo. La localización de los vídeos va cambiando. A veces graban en la vivienda del horror, decorada con lucecitas blancas, y otras en el centro de Madrid o en una barbería de Las Rozas. No aparecen solos. En sus reproducciones se les ve con otros conocidos de la esfera de internet, como un tentador de La Isla de las Tentaciones o un portero de discoteca viral en redes. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con ellos, pero no han contestado a la solicitud.

La primera vez que la policía tuvo constancia de lo que ocurría en el interior de una vivienda en Vallecas fue en el mes de diciembre. Una persona muy cercana al entorno de los influencers Los Petazetaz —con más de 30.000 seguidores en TikTok— se atrevió a dar la voz de alarma. Sin embargo, antes de que las autoridades frenaran la actividad de ambos individuos, de 34 (Hernán) y 21 años (Iván), entre los muros de aquel piso de La Gavia se produjeron violaciones, consumo de drogas y grabaciones de vídeos. Los chavales ofrecían sustancias estupefacientes a las menores para, después, agredirlas sexualmente. Y para no perder la cuenta de cuánto había tomado cada una, apuntaban en una pizarra el número de dosis que ingerían las víctimas.

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