Es noticia
Ayudando a Jesús a pagar en el parquímetro que más recauda de Madrid: "¡Y encima se ha tragado un euro!"
  1. España
  2. Madrid
EN LA CALLE ANICETO MARINAS

Ayudando a Jesús a pagar en el parquímetro que más recauda de Madrid: "¡Y encima se ha tragado un euro!"

La máquina más rentable de la capital generó, en 2022, más de 32.000 euros de beneficio. Los otros cinco que más recaudan se ubican en los distritos de Chamberí y Moncloa-Aravaca. No es casualidad: todo esto tiene una explicación sociológica

Foto: Jesús, en plena 'pelea contra el parquímetro que más recauda de Madrid. (A.Farnós)
Jesús, en plena 'pelea contra el parquímetro que más recauda de Madrid. (A.Farnós)

Son las 11.30 de la mañana en Madrid y Jesús va con prisa. Anda despacio, con una muleta para soportar el peso de su pierna izquierda y pocas ganas de enfrentarse al reto de pagar el parquímetro. Ya tenía un ticket anterior, pero la extensa cola en la sala de rayos del Hospital Universitario de Moncloa ha provocado que tenga que salir in extremis para renovarlo.

"Hay una liada tremenda, me han retrasado la radiografía y por eso he salido", explica a este periódico mientras trata de pagar con la tarjeta de crédito. Jesús se acerca a la pantalla para leer con atención lo que pone. Zona, matrícula, precio, hora, moneda, billete, tarjeta, ticket. ¿Qué? El contactless no le detecta la tarjeta. Han pasado tres minutos desde que empezó la aparente sencilla misión de pagar en un parquímetro.

- ¿Y por qué no se baja la aplicación? – pregunta este diario.

No dice nada, pero su gesto habla por sí solo. Algo similar a "uf, déjate". Este madrileño de 56 años decide intentarlo con las monedas. Han pasado seis minutos. "Y esto no es nada, cuando hay gente mayor se lían unas colas…", dice mientras sigue intentando descifrar el jeroglífico. En la pantalla, aparece que debe ingresar un importe de un euro. No tiene suelto, por lo que mete una moneda de dos. Parece que, por fin, todo va en orden. Aceptar, aceptar, aceptar. Sale el ticket… pero no el dinero que le deben.

¡Que se ha tragado el euro! – exclama en alto.

Jesús recoge el papel que le acredita como usuario de la zona SER de Madrid. Ha superado el reto. Se acerca a su vehículo para dejar el nuevo ticket y regresar al hospital. "Con razón es el parquímetro que más recauda", señala entre risas.

Esta máquina de hacer dinero de la calle Aniceto Marinas, a la altura del número 116, es la que más beneficio genera a la ciudad. Según los datos del Ayuntamiento de Madrid, desde enero hasta octubre de este año ha recabado un total de 32.188 €. No obstante, hay que tener en cuenta que los datos de recaudación por parquímetro que ofrece el Consistorio dejan fuera cerca del 60% de la recaudación total, que ya llega a través de aplicaciones móviles. Con todo, la cifra es elevadísima, teniendo en cuenta que, de media, cada aparato ha ingresado unos 3.000 euros hasta octubre. En el mapa anterior, los puntos que se dibujan con un diámetro mayor al resto son aquellos donde los pagos han superado los 20.000 euros en el periodo indicado, según las cifras de los tiquets extraídas del portal de datos abiertos de Madrid.

Una explicación sociológica

Para entender por qué este parquímetro es una gran hucha para la ciudad, más allá de la anécdota de tragarse el euro de Jesús, hay que tener en cuenta su ubicación en el mapa. No es posible hablar de la recaudación sin localizarlo en el espacio social y físico en el que se inserta. Existen diferentes factores que pueden afectar al uso desmesurado de esta máquina. Es una zona de difícil acceso. Por un lado, el efecto barrera del río Manzanares. "Es más probable que las fronteras físicas se superen en coche que a pie", detalla Carlos Rivas, investigador de Estudios Urbanos de la Universidad Complutense de Madrid.

Además, se encuentra al lado del Hospital Universitario de Moncloa y de una residencia de ancianos. Se presupone, por tanto, que los potenciales usuarios de la zona son personas mayores y sus familiares. Y que el tráfico de personas en estas dos infraestructuras es incesante mañana y noche. "La parada de Metro más cercana (Príncipe Pío) está a 20 minutos a pie y por esa calle solo pasa una línea de autobús", continúa el experto. La ausencia de variados recursos de transporte público próximos puede influir en apostar por el uso del coche. Más si tenemos en cuenta que, al tratarse de centros médicos y residencias privadas, "hay más tendencia a que los usuarios o sus allegados dispongan de vehículo privado", reseña.

placeholder A un lado, el río Manzanares; al otro, el hospital. (A.Farnós)
A un lado, el río Manzanares; al otro, el hospital. (A.Farnós)

Los primeros cinco parquímetros que más dinero ingresan para las arcas de la ciudad están en los distritos de Moncloa-Aravaca y Chamberí. Todos ellos tienen algo en común: están próximos a hospitales o clínicas médicas que aglomeran grandes cantidades de personas a lo largo del día. Además, en las inmediaciones de los centros sanitarios es más probable que muchos de los usuarios no pertenezcan necesariamente a ese barrio o incluso a la ciudad, por lo que la tasa de pagos del SER es más elevada que allí donde los principales interesados son los vecinos. Otro factor a tener en cuenta es que el aparcamiento regulado del Ayuntamiento es más económico que cualquier parking privado, aunque con esta limitación horaria que obligó a Jesús a salir corriendo y actualizar su ticket.

El consistorio no es ajeno a esta necesidad de los hospitales. Por ello, se implantó el Ámbito Diferenciado Hospitalario para facilitar el acceso a personas con problemas de movilidad, más proclives a ubicarse próximas a un centro médico. El inconveniente es que esta tarifa –que alcanza apenas los 2,75 euros por cuatro horas de aparcamiento– tan solo existe en las inmediaciones del Hospital de La Paz. El resto se las ve y se las desea para evitar una multa indeseada.

José y María del Mar no corrieron la misma suerte que Jesús, que consiguió evitar la multa a cambio de un euro extra. Ellos sí encontraron la sorpresa en el parabrisas cuando salieron del médico. Ocurrió hace unas semanas, cuando tenían el coche aparcado justo frente al parquímetro de oro de Madrid.

Ambos se toparon con una trabajadora del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) y le preguntaron qué tenían que hacer para abonar el importe. El matrimonio se acercó a la máquina con tan mala suerte que se equivocaron en un número de la matrícula. Es decir, que pagaron el ticket del parking, pero también les multaron 60 euros. Relatan esta historia al periódico mientras se suben a su vehículo tras salir del hospital. Esta vez, esperan, lo han hecho todo bien.

El Ayuntamiento ofrece además información de la recaudación total en cada barrio, lo cual sí incluye además los tickets pagados a través de aplicaciones móviles. En la zona de Casa de Campo, donde ubicamos el parquímetro que más dinero consigue, hay 4.535 espacios de aparcamiento regulado. En total, en 2022, aquí se recopilaron más 1,6 millones de euros. Esto se traduce en que la recaudación media por plaza fue de 364,5 euros. Pero, a pesar de disponer de tres de las máquinas que más facturan, no es el barrio que más genera en relación con el número de plazas de aparcamiento.

El ganador de este ranking es Valdezarza, ubicado al norte de la región y limítrofe con barrios que no disponen de Zona SER. Por regla general, el efecto frontera aglutina a los vehículos en las zonas blancas. Pero en este caso, no frena el uso desmedido de los parquímetros del barrio. De media, cada plaza de aparcamiento recaudó más de 915 euros; muy por encima de los 115 de Embajadores, de los 53 de Puerta del Ángel y de los 28 de San Pascual.

En términos de rentabilidad, también destacan algunas zonas de Chamberí y Salamanca, que limitan con el distrito Centro, donde las restricciones de circulación para los vehículos más contaminantes explican que la recaudación sea menor. Pero si se miran los datos absolutos, los barrios de El Viso, Nueva España e Hispanoamérica son los que más dinero obtienen por pagos al SER, llegando incluso a superar los 3 millones anuales.

Son las 11.30 de la mañana en Madrid y Jesús va con prisa. Anda despacio, con una muleta para soportar el peso de su pierna izquierda y pocas ganas de enfrentarse al reto de pagar el parquímetro. Ya tenía un ticket anterior, pero la extensa cola en la sala de rayos del Hospital Universitario de Moncloa ha provocado que tenga que salir in extremis para renovarlo.

Noticias de Madrid
El redactor recomienda