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Si no puedes con el enemigo... Cómo Madrid se rindió ante los parquímetros que un día rechazó
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Si no puedes con el enemigo... Cómo Madrid se rindió ante los parquímetros que un día rechazó

En 2006, se sucedieron multitud de manifestaciones contra la zona SER. Ahora existen incluso grupos de WhastApp para organizarse y exigir que implanten el servicio regulado. La lucha vecinal cambia de bando

Foto: Un vecino de Madrid usando un parquímetro. (EFE/Emilio Naranjo)
Un vecino de Madrid usando un parquímetro. (EFE/Emilio Naranjo)

El barrio de la Concepción es el ejemplo perfecto de cómo ha evolucionado´la forma de pensar de los madrileños en relación al servicio de aparcamiento regulado en los últimos 20 años. Nadie quiere pagar por aparcar, pero todo el mundo quiere tener sitio para estacionar su vehículo cerca de casa. La puesta en marcha masiva de las zonas SER ha agudizado con creces el efecto frontera: quienes no residen en los barrios con líneas verdes y azules, aparcan en la zona blanca más cercana, dejando a esos vecinos sin espacio.

¿Solución? Si no puedes con el enemigo, únete a él. Como si de un dominó se tratase, el problema de la ausencia de aparcamiento se va extendiendo y los residentes buscan poner remedio. Si bien hace unos meses los vecinos del barrio de la Concepción votaron en contra de este servicio, solo unos meses después rectificaron y este lunes se terminó inaugurando el servicio del que renegaron. "¡Es la primera vez en años que no tardo una hora en aparcar!", explica Laura, que vive en la zona, a este diario. Y aunque también hay residentes detractores, el sentir mayoritario es el de implantar esta alternativa. Tanto es así que incluso crearon un grupo de WhatsApp para organizarse y trasladar su deseo al Ayuntamiento.

Foto: Inicio de la zona SER en una acera de la calle Virgen del Val. (A.F.)

Previamente, el Consistorio había habilitado una encuesta a través de la plataforma Decide Madrid. Los vecinos explicaron a este periódico que la difusión fue escasa y que la mayoría no se enteraron, por ello se creó esta alternativa casera. Este lunes 25 de septiembre entró en vigor la puesta en marcha de los primeros parquímetros de Concepción, todavía pendiente de la fase II. "Muchas gracias a todos y a todas por el trabajo y dedicación y haber hecho posible algo tan complicado", escribía ayer una mujer en dicho grupo. La lucha vecinal ha virado de lado.

placeholder Las nuevas zonas verdes del barrio de la Concepción. (A.F.)
Las nuevas zonas verdes del barrio de la Concepción. (A.F.)

"Si hace 20 años la gente se ponían de uñas, hoy hay asociaciones que los piden", explica a este diario Vicente Pérez, actual responsable de urbanismo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y activo en la misma desde entonces. "Hay barrios que llevan años verdaderamente machacados", continúa. ¿Qué ha ocurrido en la ciudad para que lo que fuera un no rotundo se convierta en un reclamo conjunto? Hoy día, estas máquinas son unas vías de escape para los residentes porque sus calles están colapsadas. El sociólogo urbano y docente de la Universidad Nacional a Distancia (UNED), Juan José Villalón, explica a este diario la complejidad de la capital. Una metrópoli con mucho tráfico y menos conciencia verde que otras ciudades europeas.

Si tardo más de 40 minutos, voy en coche

"A Madrid viene mucha gente de la región. Para ir de casa al trabajo, el ciudadano quiere tardar como máximo 40 minutos. Cuando se excede este tiempo, buscará otras alternativas que le hagan llegar más rápido. Y la solución más fácil en zonas de periferia con población de clase media alta es el coche", explica. La realidad es que hay vecinos de Madrid que se resisten a abandonar el vehículo privado. Esta idea se constata con este estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, donde los expertos aseguran que la implantación de restricciones en el centro de Madrid logran un desplazamiento más "verde", pero no "equitativo".

placeholder Una calle del barrio de la Concepción con sitio para aparcar. (A.F.)
Una calle del barrio de la Concepción con sitio para aparcar. (A.F.)

Quienes residen en municipios con rentas más altas, es menos probable que sustituyan su vehículo por otra alternativa eco. "Los resultados de la investigación demuestran que la aplicación de la ZBE y la regulación del aparcamiento influyen en que los ciudadanos cambien a modos de transporte más sostenibles, aunque esta tendencia puede variar dependiendo de características socioeconómicas, como la edad y los ingresos. Por ejemplo, las personas con mayores ingresos no se plantean cambiar sus hábitos de movilidad ligados al uso del coche", versa el estudio.

En este gráfico aparece el número de tickets expedidos por los parquímetros en la ciudad de Madrid entre los meses de enero y marzo de 2023. El barrio de la Concepción y el resto que componen el distrito de Ciudad Lineal, por tanto, no quedan reflejados en el mapa. Sumando las zonas verde y azul, hasta 10,9 millones de usuarios hicieron uso de estas máquinas. De media, los parquímetros registran 3 millones de tickets al mes. El tiempo medio de cada estacionamiento es de 54 minutos. Y aunque el coste para los residentes es mínimo, no están exentos de pago. "La figura de las Zonas de Aparcamiento Vecinal (ZAV) eran buena opción, pero nunca llegó a entrar en vigor", señala Pérez.

Según datos del Ayuntamiento de Madrid, desde enero de 2020 hasta la actualidad se han creado 27.315 plazas de pago en la capital. 2.475 pertenecen al barrio de la Concepción, aunque el total de coches registrados en estas calles asciende a 9.846. Desde la modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, la zona SER se ha expandido por 12 barrios de los distritos Moncloa-Aravaca, Ciudad Lineal y Carabanchel. Además, se eliminó la figura de las ZAV.

Foto: El 4 de septiembre se podrá empezar con los trámites para obtener el permiso para aparcar en las nuevas zonas. (EFE/Emilio Naranjo)

Uno de los artífices del sistema de aparcamiento regulado en la capital fue Sigfrido Herráez, concejal de Movilidad con el gobierno de José María Álvarez del Manzano (hasta 2003). "El alcalde me dijo una frase: 'Cobrar por algo que no se ha cobrado nunca es muy complicado", pero dio sus frutos. La intención era descongestionar el centro de la ciudad y con solo un euro podías aparcar casi dos horas", reseña a este diario.

Fue después, la intención de Alberto Ruiz Gallardón, en 2006 de ampliar estas zonas fuera de la M-30, lo que encendió a los barrios. Los parquímetros querían extenderse a los cascos históricos de Fuencarral, Carabanchel y Hortaleza, pero los vecinos no dieron tregua. "No entendíamos que los pusieran en la periferia y por la mañana, porque cuando no había sitio para aparcar era por la noche", recuerda Pedro, de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, que participó activamente en aquellas protestas. Algunas de estas máquinas llegaron a implantarse, pero los residentes no desperdiciaron la oportunidad de vandalizarlas en señal de protesta. Hoy día, los parquímetros fuera de la M-30 son un reclamo de los residentes ahogados.

placeholder Una imagen de las manifestaciones contra los parquímetros y Gallardón. (AAVV Carabanchel Alto)
Una imagen de las manifestaciones contra los parquímetros y Gallardón. (AAVV Carabanchel Alto)

"En Carabanchel Alto lo volveríamos a rechazar", asegura el portavoz, "¿para qué lo queremos? Es pagar por nada". Este barrio no es, todavía, víctima de la famosa frontera aparcacoches: si los parquímetros -que ahora han llegado a San Isidro-, siguen ascendiendo por la calle General Ricardos, el panorama podría variar.

“¡Los queremos ya!”, señala Alicia, que vive en la zona del barrio de la Concepción, pero en la zona perteneciente a la fase II de instalación. A esto hay que sumar que debido a una obra municipal en su calle, han eliminado las plazas de aparcamiento. “Ya en su día votamos que sí, pero ahora los necesitamos con mucha más urgencia”, reseña.

Foto: Un hombre utiliza un parquímetro en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)

A propósito del reto climático, artículos académicos como este de la Universidad de Lund (Suecia) -llevado a cabo por las investigadoras Paula Kuss y Kimberly A. Nicholas-, esbozan las 12 medidas más eficaces para reducir el uso de vehículos privados en ciudades europeas. Pagar un importe para descongestionar las ubicaciones tensionadas y limitar el acceso entran dentro de estas intervenciones. Además, y según el estudio Urban Mobility Readines Index, realizado por Oliver Wyman Forum y la Universidad de Berkley, Madrid es una de las 25 ciudades más preparadas para los nuevos retos de la movilidad urbana. "Todas las medidas que vayan en dirección a reducir el uso del vehículo privado son positivas, otra cuestión es que deban de ser de pago también para los residentes", reflexiona Pérez.

El barrio de la Concepción es el ejemplo perfecto de cómo ha evolucionado´la forma de pensar de los madrileños en relación al servicio de aparcamiento regulado en los últimos 20 años. Nadie quiere pagar por aparcar, pero todo el mundo quiere tener sitio para estacionar su vehículo cerca de casa. La puesta en marcha masiva de las zonas SER ha agudizado con creces el efecto frontera: quienes no residen en los barrios con líneas verdes y azules, aparcan en la zona blanca más cercana, dejando a esos vecinos sin espacio.

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