Del Museo Lunar a los campos de lavanda: planes para descubrir el Madrid más rural esta primavera

A veces ponemos los ojos en rutas lejanas y destinos remotos, sin darnos cuenta de que, a lo mejor, lo que buscamos está mucho más cerca. Ahora que ha llegado la primavera, los días cada vez son más largos y la temperatura va subiendo, es el momento de mirar a nuestro alrededor para dejarnos sorprender por los secretos y encantos del interior de la península.

Precisamente, esta es la apuesta de MadRural, un proyecto que agrupa la oferta turística rural de las comarcas madrileñas de Sierra Norte, Sierra de Guadarrama, Sierra Oeste y la zona de Las Vegas y La Alcarria. En este artículo descubrimos su propuesta más hedonista, esa que te invita a disfrutar la gastronomía y los vinos de la región, así como las experiencias de bienestar y ocio de estas comarcas.

Talleres, quesos y ahumados en la Sierra Norte

Para descubrir la gastronomía de la Sierra Norte, una buena idea es visitar la recién inaugurada Escuela de Hostelería en Madarcos, en la que, además de dar clases a los alumnos, también ofrecen al visitante una nueva alternativa al turismo tradicional: a lo largo del fin de semana, no solo se le enseña a cocinar, sino a apreciar el entorno, los productos de la zona y, sobre todo, el esfuerzo de sus gentes por preservar, vivir y mantener unas tradiciones y un entorno privilegiado.

Siguiendo la ruta culinaria, esta zona te ofrece la posibilidad de degustar la cocina serrana a través de múltiples actividades: desde Team Cheesing, una experiencia taller donde aprender a hacer queso de una manera divertida y didáctica, a visitas y catas en una fábrica de cerveza artesana.

En un momento como el actual, en el que priman los productos de kilómetro cero y se valora el trabajo de los productores locales, la Sierra Norte te ofrece ahumados, miel, aceite, cervezas, chocolates, panes, semillas y quesos procedentes de instalaciones que priman el sabor agrario tradicional y sus múltiples variedades.

Para los peques también hay múltiples actividades: taller de velas y jabones, de un huerto familiar ecológico, para construir juguetes con madera e, incluso, criar lombrices para hacer compost.

Cocina y aventura en la Sierra de Guadarrama

Y de la Sierra Norte viajamos a la de Guadarrama. La riqueza natural de esta comarca se traduce en unas materias primas excelentes, como las carnes de la Sierra de Guadarrama, reconocidas y distinguidas a través del certificado de indicación geográfica protegida.

Hongos y setas, lavanda, tomillo y romero, los quesos de la sierra o los judiones o los vinos con denominación de origen vinos de Madrid forman parte también de la oferta gastronómica de la región.

Además de sentarnos a comer y degustar los productos, toca también ponerse en marcha y continuar esta ruta gastronómica. Un buen plan son las Jornadas Micológicas Sierra de Madrid, donde, con la ayuda de micólogos expertos, sabremos diferenciar las especies y aprenderemos a recogerlas de manera sostenible.

Otra propuesta es la ruta del toro y del cerdo ibérico, a través de la cual es posible visitar una finca donde cerdos ibéricos 100% coexisten con toros bravos. Se trata de admirar la belleza de los animales en su hábitat natural y en un entorno espectacular.

Y, yéndonos a experiencias singulares, Guadarrama ofrece la posibilidad de vivir una aventura en los árboles (aquí se encuentra la tirolina más larga entre árboles del país), un escape room exterior en Manzanares El Real o, incluso, parapente paisajístico en la sierra, para admirar la región a vista de pájaro.

Miel, vino y relax en Las Vegas & Alcarria de Madrid

Oír La Alcarria nos lleva de inmediato a pensar en la miel. Por eso, son muchas las propuestas para descubrir no solo su sabor, sino también los secretos de su elaboración. Así, por ejemplo, se pueden visitar, tanto a pie como en bicicleta, las colmenas en Villar del Olmo. Y de la miel, al aceite: puedes hacer oleoturismo en Villaconejos, y visitar una almazara, para conocer de cerca cómo se elabora un aceite prémium. Y no podrás pasar por Villaconejos, claro está, sin disfrutar de los melones. Para que la experiencia sea más completa, te recomendamos una visita a su Museo del Melón, único de su género en el mundo, donde podrás descubrir la historia agrícola de la población.

El enoturismo no puede faltar tampoco en esta visita a la comarca y, de hecho, existe una ruta del vino diseñada para dar a conocer un territorio degustando el sabor de sus raíces y sus frutos. No olvides que en esta zona se elabora más del 50% del vino total producido bajo la denominación de origen vinos de Madrid, y que los viñedos y las bodegas recorren el sureste de Madrid de norte a sur.

Algo que siempre asombra y fascina son los campos de lavanda en floración, que llenan el paisaje en torno a Pezuela de las Torres de color y aroma. En busca de paz y armonía también puedes dirigir tus pasos al parque fluvial de Villamanrique de Tajo, un área natural de 40.000 metros cuadrados rodeados por el río Tajo, o disfrutar del turismo wellness que te brinda la Finca El Relax en Colmenar de Oreja, un refugio en el que hacer una reconexión personal practicando yoga o meditaciones.

Deportes náuticos y garbanzos en la Sierra Oeste

Si eres amante del turismo activo, la Sierra Oeste te espera con numerosas propuestas. Entre ellas, todos los deportes náuticos que se pueden hacer en el embalse de San Juan, la playa de Madrid. Esquí náutico, piraguas, alquiler de barcos… Más sorprendente puede ser la visita al Museo Lunar, creado para conmemorar el 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, o la Exposición de Astroturismo en Fresnedillas de la Oliva.

Esta comarca es también genuinamente vinícola: si te gusta el enoturismo, no te puedes perder las visitas a las bodegas de Cadalso de los Vidrios y de Cenicientos. También podrás hacer un tour en bici —cata incluida— por los viñedos, o tener tu experiencia enoturística en barco por el pantano de San Juan.

Y, en gastronomía, recientemente se ha creado una asociación para impulsar la recuperación del garbanzo autóctono. Con sede en Brunete, La Garbancera Madrileña quiere crear una marca de calidad distintiva.