Por qué Instagram es el problema y la solución a las reyertas de las bandas juveniles

Las redes sociales se ha convertido en un foro de interacción entre simpatizantes de los grupos delictivos, y aunque facilitan la comunicación entre medios, las investigaciones también tienen fácil acceso a estas cuentas. Basta con crearse un Instagram falso y pasar desapercibido.

Por partes. Si busca usted en Instagram el hashtag ‘Trinitarios’, tardará menos de un minuto en encontrar alguna cuenta asociada a esta banda. Desde el sábado, la red social se ha inundado de comentarios en memoria de Jaime G., el adolescente asesinado en la calle Atocha. Abundan los mensajes de despedida con frases como “vuela alto” o “los guerreros no se olvidan, serás vengado”, acompañados de emoticonos con corazones verdes -color con el que se identifica la banda- y pájaros blancos.

La cara amable llora su pérdida pero la otra recuerda la razón por la que se produjeron los altercados. “Chavales, ya sabéis, este finde todos en casa”. Un usuario el martes prevenía a sus seguidores de posibles peleas los próximos días. “No piséis Moncloa, La Dehesa o Lucero”. El miércoles ampliaron el rango: evitar pasar por la Puerta del Sol, Callao, Príncipe Pío o el Barrio del Carmen.

Que internet es una vía para cometer delitos no es nada nuevo. Menos en cuanto a bandas juveniles se refiere. Estas recurren a Instagram y Tiktok para enfrentarse, alardear de sus conquistas y crear una red de unión. "Hay muchas veces que quedan para pegarse o para ver quién es más fuerte", explican fuentes policiales. Abundan los simpatizantes a estos grupos pero otros tantos lo critican: “Estas cosas no traen nada bueno”. Incluso explican lo ocurrido, “8 chavales de la banda contraria le atacaron”. Algunos también aprovechan para lucir sus habilidades con los machetes mientras reciben comentarios de elogio de sus seguidores. Instagram es además una fuente de captación idónea: poco control sobre el contenido de las publicaciones y fácil acceso entre los más jóvenes.

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Sin embargo, gracias a la exhibición de los chavales el rastreo de las redes se ha convertido en una herramienta muy poderosa. Fuentes de la policía explican que se han conseguido se están consiguiendo más detenciones por investigaciones en redes. "Te enteras de cuando van a quedar".Pero a veces los encuentros también se producen por casualidad porque los grupos frecuentan las mismas zonas y se reconocen entre ellos. Desde la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid por el momento no confirman que la reyerta de la calle Atocha fueran premeditada. Los grupos de investigación específicos “que están veinticuatro horas con un seguimiento muy constante” pueden disolver los encuentros antes que se produzcan.

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En función del grado de implicación, la policía divide a los jóvenes en tres categorías. Miembros 'oficiales', relacionados o simpatizantes. Jaime G. se identificaba como uno de estos últimos. Actualmente, la policía tiene varias investigaciones abiertas dentro de internet. "Patrullamos las calles y las redes". Esta misma idea la confirmaba la delegada de Seguridad, Inmaculada Sanz. Ayer anunciaba que se van a incrementar los efectivos policiales en las 'zonas calientes' y también remarcaba que la vigilancia de los perfiles de los jóvenes es constante.

Detenciones

Por el momento se han identificado a los miembros de los DDP que atacaron a Jaime G. pero no se ha producido ninguna detención. Las investigaciones para dar con el paradero de los agresores continúan abiertas. “Las detenciones se esperan para las próximas horas o días”, señalan fuentes policiales.

El mismo sábado también se produjo el asesinato de Diego, de 25 años, en el barrio de Usera. Dos varones fueron arrestados e ingresaron en prisión provisional. Además, fuentes policiales han confirmado a este medio que uno de ellos también había sido detenido en noviembre en el marco de la Operación Sana por estar involucrado en la red que prostituía a menores en Madrid. Le apodan ‘Chuki’, tiene 21 años y forma parte de los Dominican Don’t Play, la banda enemiga de los Trinitarios.

El pasado diciembre, la Policía Nacional comenzó a detectar un repunte en la actividad de las bandas. Por ello, desde entonces está puesta en marcha la Operación Hispano. El operativo implica a las 300 patrullas que circulan por Madrid a diario y pretenden que agudicen el ojo en quienes sospechen que puedan pertenecer a una banda juvenil.

Y aunque ayer la delegada del Gobierno, Mercedes González, mantuvo un encuentro con la Secretaría de Estado, no transcendieron detalles del mismo. Las dos instituciones de las que depende la Policía Nacional no han ofrecido detalles concretos sobre cómo abordarán la situación pero el martes aseguró que "Madrid va a ser muy contundente con la violencia en sus calles".