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Las familias toman las calles para pedir que sus hijos puedan ir seguros al colegio
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REVUELTA ESCOLAR

Las familias toman las calles para pedir que sus hijos puedan ir seguros al colegio

El movimiento Revuelta Escolar pide al Ayuntamiento menos coches y menos contaminación alrededor de los centros educativos

Foto: La portavoz de Revuelta Escolar, Vanesa Sánchez este viernes en la concentración.
La portavoz de Revuelta Escolar, Vanesa Sánchez este viernes en la concentración.

El ruido de los coches es reemplazado cada primer viernes de cada mes por las carcajadas de los niños que toman la calle de Méndez Álvaro junto con sus padres a la altura de la parada de metro Atocha Renfe. Lo hacen para pedir entornos más seguros cerca de los colegios madrileños. La calle recién asfaltada es un lienzo perfecto para que Marcos, de 5 años, dibuje con una tiza de color coches, buses y taxis. Cuando termina, decide pintar una gran equis sobre su dibujo. “No quiero coches enfrente de mi cole, hacen mucho ruido y contaminan”, explica. Su madre lleva desde el verano pasado asistiendo a las convocatorias de Revuelta Escolar.

El Movimiento Revuelta Escolar empezó en Barcelona en diciembre de 2020. Nació por la preocupación de un grupo de padres y madres que entendían que las calles por las que pasaban sus hijos cada mañana distaban mucho de ser seguras. Desde entonces, no ha parado de crecer por toda España.

placeholder Un menor en la concentración.
Un menor en la concentración.

Las madres y niños que asisten a estas concentraciones piden algo muy sencillo de entender y muy difícil de conseguir a la vez: una mayor pacificación y seguridad de los entornos escolares, menos contaminación y menos ruido. Sin embargo, esto en una gran ciudad como Madrid es algo que cada vez es más complicado de controlar.

Vanesa Sánchez, de 44 años, es una de las portavoces de Revuelta Escolar. Explica que al ver que el entorno escolar de sus dos hijas de siete y seis años no era seguro para ellas, decidió hacer algo para mejorarlo. “Ellas podrían venir solas a partir de los ocho años, pero a nadie se le ocurre que esto sea una posibilidad porque los coches ocupan todo el espacio”, afirma Sánchez mientras cuelga los carteles que reivindican su protesta.

“La distribución del espacio público en Madrid prioriza constantemente la circulación"

Desde Revuelta Escolar explican en un manifiesto que “la distribución del espacio público en Madrid prioriza constantemente la circulación y el estacionamiento de vehículos motorizados sin tener en cuenta a los peatones ni siquiera en entornos escolares, donde el colectivo infantil debería tener una protección especial”.

Es por esto que una de las peticiones que han hecho desde Revuelta Escolar al Ayuntamiento de Madrid es que se cumpla el artículo 10 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que reza: “Se protegerá especialmente a las personas menores de edad (...) y se adoptaran en particular medidos de protección en cuanto al diseño viario y la señalización”. Desde el movimiento piden que a la altura de cualquier colegio solo se pueda circular a 20 kilómetros por hora y no a 40, como ahora, y que haya una zona de carga y descarga de los menores en un lugar específico para evitar tanto tráfico en toda la zona.

En Madrid, los atropellos son una de las principales causas de muerte en accidentes de tráfico, “por lo que es prioritaria la pacificación de los entornos escolares”, aseguran desde Revuelta Escolar. En 2020 hubo 14.168 accidentes de tráfico en Madrid, de los que 947 fueron atropellos, con 1.006 heridos y 12 personas fallecidas. Además de los coches y el ruido que supone esta autopista urbana, otro de los grandes problemas es la contaminación a la que se ven expuestos los niños. “Durante estos dos años con las ventanas abiertas esto ha sido cada vez más crítico”, asegura Sánchez.

placeholder Una de las pancartas de Revuelta Escolar.
Una de las pancartas de Revuelta Escolar.

A unas pocas calles de distancia, en el Paseo del Prado, Rita Maestre (Más Madrid) estuvo en un colegio vecino midiendo las partículas en suspensión a la hora de entrada al centro este mismo viernes. “Hemos constatado que el índice de acumulación de las partículas finas era de 23,1 µg. Esto supera de forma amplia el umbral que la OMS considera admisible”, asegura Maestre. Concretamente, en partículas finas el umbral que marca la OMS es de 15 µg/m3.

“Madrid es la ciudad europea con más muertes prematuras causadas por la contaminación al año"

Un estudio publicado por The Lancet en 2021 señala que “Madrid es la ciudad europea con más muertes prematuras causadas por la contaminación al año. Solo en la ciudad de Madrid el NO2 causa 2.010 muertes prematuras al año (2.380 en el área metropolitana), lo que supone hasta 7% de la mortalidad natural”, reza el estudio titulado Mortalidad prematura debido a la contaminación del aire en las ciudades europeas. “En relación con las partículas finas (PM 2,5), el otro contaminante del estudio, Madrid se encuentra en mitad de la tabla, en el número 551. Este contaminante provoca 1.693 muertes prematuras al año, 2.179 en el área metropolitana”, se puede leer en el informe.

Además de protestar y tomar la calle por unas horas, los padres utilizan el tiempo para hacer rifas con los estudiantes y para ayudar a los alumnos de sexto de primaria con el viaje de fin de curso. Otros niños aprenden cómo hacer un comedero de pájaros con envases de leche reciclados mientras a algunos les gana el hambre y preguntan por la merienda. Unos pocos, intrépidos, aprovechan para usar su patinete por toda la calle vacía de coches.

placeholder Algunos de los participantes de la Revuelta Escolar.
Algunos de los participantes de la Revuelta Escolar.

Al final de la tarde, más de 100 niños tomaron este viernes en la calle Mendéz Álvaro mientras decenas de coches eran desviados por agentes de la policía nacional. "Lo que más me gusta de la revuelta es que no hay coches, por lo que no hay contaminación”, explica Iría, de 11 años. A la conversación se suma Diego, de 10 años: “Es mejor que por aquí no pasen muchos coches. Cuando pasan muchos, suenan en clase todo el rato y a veces cuesta oír”.

El ruido de los coches es reemplazado cada primer viernes de cada mes por las carcajadas de los niños que toman la calle de Méndez Álvaro junto con sus padres a la altura de la parada de metro Atocha Renfe. Lo hacen para pedir entornos más seguros cerca de los colegios madrileños. La calle recién asfaltada es un lienzo perfecto para que Marcos, de 5 años, dibuje con una tiza de color coches, buses y taxis. Cuando termina, decide pintar una gran equis sobre su dibujo. “No quiero coches enfrente de mi cole, hacen mucho ruido y contaminan”, explica. Su madre lleva desde el verano pasado asistiendo a las convocatorias de Revuelta Escolar.

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