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Los peores zulos de Madrid: camas encima de la ducha y lavadora como mesa de noche
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Los peores zulos de Madrid: camas encima de la ducha y lavadora como mesa de noche

La cuenta en Twitter de El Zulista denuncia las peores casas que ofrecen los portales inmobiliarios en España

Foto: Te traemos el ranking de los peores zulos de Madrid. (@ElZulista)
Te traemos el ranking de los peores zulos de Madrid. (@ElZulista)

Encontrar un piso decente en Madrid se ha vuelto una odisea: de un tiempo a esta parte, hallar un lugar de más de 20 metros cuadrados, luz natural y algo de ventilación se ha convertido en poco menos que un lujo solo al alcance de unos pocos bolsillos desahogados. Es precisamente esta situación la que denuncia la cuenta satírica de El Zulista, que acumula casi 93.000 seguidores en Twitter y que publica los anuncios más abusivos del mercado inmobiliario desde abril de 2018.

Sus publicaciones son un conjunto de todo tipo de disparates inmobiliarios que reflejan la realidad del mercado. Entre ellas, El Confidencial ha hecho una selección de los peores zulos de Madrid durante 2021 que se puede consultar en la infografía que acompaña esta pieza. Esta compone una galería de los horrores inmobiliarios en la que hay de todo, desde camas encima de la ducha hasta lavadoras que también hacen de mesa de noche. A ojos de ciertos arrendatarios, ninguna cutrez es excesiva cuando se trata de invertir poco y sacar mucho a sus inmuebles.

Este año, la joya de la corona de Madrid es un piso en el centro, más concretamente ubicado en la bulliciosa calle Huertas, que cuenta con la friolera de cinco metros cuadrados útiles y que ha estado durante un buen tiempo a la venta por 65.000 euros. El anuncio destacaba que se trataba de una “coqueta buhardilla” con “uso residencial en el catastro”. Además, este recogía una de las frases fetiche de todo dueño de pisos de dudosas condiciones: “Ideal para inversores”. El Zulista añadió un mensaje para incautos: “Conviértete en casero zulero, ¡te lo quitarán de las manos!”.

Muchos de estos pisos casi inhabitables en la práctica se consideran aptos para que la gente entre a vivir en ellos porque sus registros catastrales datan de antes de las normativas de habitabilidad de 1945. “Por increíble que parezca, hay muchos así en Madrid, no se ha legislado sobre ellos de forma retroactiva. Con la normativa actual, el estudio mínimo en Madrid es de 25 metros cuadrados”, explica El Zulista por teléfono. Los dueños aprovechan el vacío legal en que están las viviendas construidas antes o inmediatamente después de la Guerra Civil para ofrecer en el centro de la capital muy pocos metros y luz casi inexistente a precio de oro.

placeholder 'Coqueta Buhardilla' de cinco metros cuadrados útiles. (@ElZulista)
'Coqueta Buhardilla' de cinco metros cuadrados útiles. (@ElZulista)

Para El Zulista, buscar un buen piso es casi una cuestión de suerte, especialmente en una ciudad como Madrid en la que muchos de los pisos buenos están tan cotizados que ni siquiera llegan a salir al mercado. Después de todos estos años de obsesión buscando los peores pisos de España, este experto en zulos, que prefiere mantener el anonimato porque, explica, “cualquiera puede ser un zulista, zulistas somos todos en realidad”, admite que Madrid es la peor ciudad para buscar piso en el país y que sin duda Malasaña es el barrio con más zulos. “Hemos encontrado zulos en muchas ciudades pequeñas de España, pero sin duda no están al nivel de Malasaña”, asegura.

placeholder Malasaña, el barrio madrileño con más zulos. (Idealista)
Malasaña, el barrio madrileño con más zulos. (Idealista)

Por ejemplo, uno de los peores zulos que encontró El Zulista este año en Madrid fue en la calle Pez, en pleno centro de Malasaña. Un alquiler de 500 euros por una cama que tiene grandes ventajas como “dormir al arrullo del centrifugado”, explica El Zulista, ya que la lavadora era la mesa de noche.

En Madrid el problema de la vivienda es tan grave que hasta en zonas tradicionalmente baratas para vivir Entrevías, Alcalá de Henares o El Álamo han encontrado auténticas pesadillas dignas de ser publicadas. “¡Os traemos zulo caseta en la Comunidad de Madrid! Si quieres sentirte con el oso Yogui y robarle las canastas a tus caseros, este es tu zulo”, escribe en la publicación de un piso de 25 metros por 340 euros de alquiler al mes.

Lo más sorprendente es que estos zulos se alquilan y se venden. Todos, casi sin excepción, encuentran intrépidos que se atreven a meterse a vivir en ellos. Después de años buceando entre los portales inmobiliarios, El Zulista ha podido comprobar cómo se alquilan una y otra vez zulos que han aparecido en sus redes sociales. “Nadie quiere vivir en una casa así, pero a veces la necesidad hace que tengamos que hacerlo”, explica.

"Nuestra experiencia es que siempre se puede encontrar algo peor", explica el Zulista

De hecho, muchos de sus seguidores les han escrito en más de una ocasión para decirles que han vivido en alguno de los pisos que han publicado, y una vez un casero les escribió para que publicaran su piso a modo de publicidad. “Creo que no entendió el objetivo de la cuenta, pero claramente no lo publicamos”, dice entre risas.

La otra opción, que este casero sí que entendiera el carácter paródico de la cuenta y aún así no le importara con tal de dar promoción a algo que él mismo sabía que era un zulo de precio desorbitado, es más dramática de imaginar.

Ya poco le sorprende a El Zulista cuando se trata de pisos en Madrid. “Nuestra experiencia es que siempre se puede encontrar algo peor”. Una gran parte de los anuncios que el Zulista publica son de seguidores que les envían decenas de mensajes todos los días con las últimas novedades del mercado inmobiliario. “No nos da tiempo de revisar todos los mensajes, son muchos. Tenemos los mejores seguidores”, afirma El Zulista.

placeholder Otro de los ridículos anuncios que recoge el Zulista. (@ElZulista)
Otro de los ridículos anuncios que recoge el Zulista. (@ElZulista)

Lo que empezó en un grupo de Whatsapp como un chiste entre amigos porque una de las personas en el grupo estaba buscando piso y mandaba lo peor que se iba encontrando, con los años se ha convertido en una manera divertida de denunciar la tortura que supone muchas veces encontrar casas apañadas a precios decentes. En otras palabras, entre risa y risa, El Zulista se ha convertido en la mejor manera de tomar el pulso al problema de la vivienda que existe en España.

El objetivo de la cuenta es dejar de existir, es decir, que llegue un momento en que ya no haya diminutos zulos que denunciar. Se trata, sin duda, de una misión ambiciosa. Por ahora, El Zulista asegura que, mientras que la situación no mejore, seguirán denunciando lo que ocurre.

"El tener que vivir en estas condiciones afecta mucho a la gente", explica

Así, explican, mientras el mercado inmobiliario no se regule y la gente tenga que invertir más del 30% de su salario en vivir en pisos pequeños, oscuros, antiguos y sin apenas comodidades, los zulistas seguirán empleando horas y horas de su tiempo libre en denunciar las peores casas de España. “El tener que vivir en estas condiciones afecta mucho a la gente, les daña la calidad de vida y los limita”, explica.

El fenómeno ha ofrecido su peor cara durante confinamiento de 2020, cuando muchas de las personas que vivían en diminutos interiores sin luz y que casi no pisaban su propia casa por estar todo el día trabajando tuvieron que afrontar la dura realidad de verse encerrados en uno de estos pisos minúsculos, mal equipados y de precios, por si fuera poco, prohibitivos. “Lo primero que hizo mucha gente penas se acabó el estado de alarma fue mudarse. No lo soportaban más”, recuerda El Zulista.

Encontrar un piso decente en Madrid se ha vuelto una odisea: de un tiempo a esta parte, hallar un lugar de más de 20 metros cuadrados, luz natural y algo de ventilación se ha convertido en poco menos que un lujo solo al alcance de unos pocos bolsillos desahogados. Es precisamente esta situación la que denuncia la cuenta satírica de El Zulista, que acumula casi 93.000 seguidores en Twitter y que publica los anuncios más abusivos del mercado inmobiliario desde abril de 2018.

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