Desmantelan un bosque que rendía homenaje a los muertos de Barajas

Los vecinos de Barajas creen que la mejor forma de honrar la muerte es sembrar otra vida. Isaac, de 13 años, falleció de muerte súbita durante un entrenamiento con el club de fútbol del barrio, el Alaró. Tras el trágico suceso, en marzo de 2019, su madre, Chus, plantó un árbol en el bosque urbano de Barajas en su memoria. “Este árbol es el más importante de todo el bosque porque los amigos, familiares y vecinos de Isaac lo decoraron con cartas y dibujos. Era una manera de preservar su recuerdo”, afirma Manuel Belchí Alonso, responsable del club Alaró donde Isaac era miembro desde muy pequeño. El árbol decorado de Isaac ya no está.

Este formaba parte de un bosque urbano que desde hace años servía a los vecinos de la localidad de este barrio de Madrid para recordar a amigos y familiares fallecidos. Se trataba, además, de un pequeño pulmón verde de cuatro hectáreas ubicado en mitad del barrio. En él, explican, respiraban aire limpio mientras recordaban a los suyos.

Sin previo aviso ni ninguna explicación, el pasado jueves 25 de noviembre, 10 técnicos del Ayuntamiento de Madrid escoltados por seis miembros de la policía municipal desmantelaron el bosque, que acumulaba más de 2.000 árboles. A esas horas, por ahí solo andaban un par de jubilados haciendo abono para las plantas y miembros de la Fundación Manantial que utilizan el bosque como terapia para su salud mental.

Horas más tarde, la madre de Isaac encontró los restos del homenaje a su hijo en un contenedor de escombros. La forma en la que el consistorio había tratado el bosque indignó tanto a los vecinos que decidieron convocar varias manifestaciones durante el fin de semana a las que asistieron más de 250 personas bajo el lema: ¡El Bosque Urbano de Barajas se queda!

"De corazón esperamos que el Ayuntamiento se arrepienta y pida perdón", afirma Belchí

Desde el Club Alaró Deportiva convocaron una concentración este lunes pidiendo que se salve el bosque urbano y se toleren los recuerdos que este evoca para los vecinos. “Sus actos han sido inmorales, premeditados y de mal gusto. De corazón esperamos que el Ayuntamiento se arrepienta y pida perdón y hagan un homenaje por Isaac y por quienes han perdido la vida y el bosque recuerda”, afirma Belchí.

Desde el consistorio explican que el huerto fue retirado a petición de la concejal del distrito de Barajas, Sofía Miranda (Cs), tras comprobar que era ilegal. “Se trata de un espacio público en el que hay elementos no autorizados”, explica una portavoz del Área de Medio Ambiente.

El bosque urbano de Barajas fue creado por un vecino del barrio llamado Luis Calzada, de 60 años. Hace 12, este ingeniero aeronáutico con vocación de biólogo, como él mismo explica, empezó plantando árboles él solo en un espacio abandonado por la administración pública en un parque forestal lleno de escombros. Al poco tiempo, más vecinos decidieron echarle una mano y ahora el grupo del bosque lo conforman más de 50 personas, sobre todo jubilados. El resultado de todos estos años de trabajo se puede ver a simple vista caminando por la zona.

Han plantado más de 2.000 ejemplares de robles, olmos, castaños y otras especies de árboles y frutales. “El equipo municipal arrancó todas las protecciones de los árboles y arbustos y confiscaron todo el equipamiento usado para el riego. La retirada de estos elementos ha expuesto a los árboles a los conejos, que desde la primera noche han causado daños. Además, las plantas quedaron expuestas a la siega y sin la posibilidad de ser regadas. Las han condenado a la muerte”, afirman desde Ecologistas en Acción.

Daniel Sánchez vive a dos calles del bosque y esta mañana, dando un paseo por entre los árboles, recordó cómo cada Navidad su sobrina, hoy de 15 años, le pedía que se acercaran al bosque urbano de Barajas a decorar uno de sus árboles como es propio en la época. “En Navidad los vecinos decoramos con motivos navideños algún árbol del bosque urbano y los niños dejan una bola de adorno con su nombre, es algo muy especial”, dice Sánchez. Este año, él y su sobrina tendrán que saltarse su particular ritual.

La oposición denuncia que esto va a provocar la muerte de centenares de árboles

Desde Ecologistas en Acción y desde la Asociación Vecinal de Barajas condenan la actuación del Ayuntamiento de Madrid por su nula sensibilidad al atacar, dicen, sin razones justificadas un proyecto longevo y exitoso tan querido en el barrio. “Se han retirado de los árboles las etiquetas con el nombre de los niños que plantaron los árboles y hasta se han llevado los comederos para pájaros”, denuncia Calzada.

La oposición denuncia que esto además va a provocar la muerte de centenares de árboles por las mordeduras de conejos y la falta de cuidados. “Con esta actuación, el Gobierno de Almeida reprime una iniciativa vecinal muy querida en el distrito sin diálogo ni explicaciones”, afirma el concejal de Más Madrid, Miguel Montejo que ha asistido a las manifestaciones. Además, el concejal del Grupo Municipal Socialista en el distrito de Barajas, Álvaro Vidal, asegura que se trata de un ataque directo a los ciudadanos. “En este caso a una iniciativa en la que se juntan dos de las cuestiones que menos le gustan a la derecha: el medio ambiente y la participación ciudadana”, afirma Vidal, que asegura que van a presentar una proposición en el próximo pleno del mes de diciembre para que el bosque urbano continúe.

En la zona apenas queda ya algún que otro mensaje que sigue recordando a quienes se fueron: “Concha, que tu memoria no sea arrasada”, reza un cartel que todavía se mantiene en pie.