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"Echar a los misóginos": CCOO purga a un militante que afeó despidos por cáncer
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EN LA FEDERACIÓN DE CONSTRUCCIÓN Y SERVICIOS

"Echar a los misóginos": CCOO purga a un militante que afeó despidos por cáncer

Rafael López González ha militado durante 52 años en CCOO. Ha sido expulsado dos años por criticar en Facebook a los dirigentes de su federación, a los que había denunciado por irregularidades

Foto: Rafael López
Rafael López

Rafael López González ha militado durante 52 años en CCOO. Como sindicalista de base, en comités de empresa de varias compañías y ocupando también puestos de alta responsabilidad. Hasta el pasado 28 de febrero, cuando la Comisión de Garantías de la Federación de Construcción y Servicios decidió ratificar la sanción que le había impuesto la Comisión Ejecutiva de esa federación: dos años de expulsión. Y todo porque a esta federación, una de las más importantes de CCOO y que tiene en toda España más de 116.000 afiliados, no le gustó los comentarios que Rafael puso en la red social Facebook criticando algunas de las decisiones de sus dirigentes, con los que hace tiempo que arrastraba una mala relación.

"Lo primero es echar a todos los machistas y misóginos de CCOO. Empezando por los dirigentes, que despiden trabajadoras del sindicato, cuando dos días después la van a quitar dos cánceres de pecho", escribió Rafael el 27 de diciembre de 2017 en el muro de Facebook de una afiliada. Rafael se refería a Rosa Holgado, una compañera despedida después de que la federación decidiera externalizar el departamento de contabilidad. El caso de Rosa hizo mella dentro de las filas del sindicato porque había comunicado que le habían diagnosticado dos tumores, uno en cada pecho, un mes antes de que la echaran. Una historia que El Confidencial contaría poco después de que Rafael López hiciera públicas sus críticas.

Foto: Palmira Maya Domingo, que llegó a ser secretaria de Política Social e Igualdad de la federación de Construcción y Servicios.

"Sinvergüenzas, verticalistas, Álvarez Abellán, del vertical falangista, y estos no se diferencian. Si Macario, Tranquilino o Arcadio levantaran la cabeza, les echaban a cintazos, que vergüenza en lo que están convirtiendo las CCOO de Construcción y Servicios", volvió a comentar en Facebook el 28 de septiembre de 2018. Esta vez comentando una noticia que tres meses antes había publicado El Confidencial con el siguiente titular: 'El alquiler de un piso y 13.000 euros de gastos de tarjeta ponen en la picota a un jefe de CCOO'.

La información hablaba de Vicente Sánchez Jiménez, secretario general de la federación desde 2014, que alquiló durante varios meses una vivienda de su propiedad a la federación, obteniendo así unos ingresos extra, lo que motivó un escrito de queja de la comisión de control administrativo y financiero que le acusó de vulnerar el código de conducta de CCOO, una comisión que presidía Rafael López. La información también publicaba los gastos de tarjeta del secretario general y otros dirigentes, 43.000 euros en comidas y dietas. Esta federación aglutina varios sectores: edificación, canteras, cemento, cerámica, jardinería, madera, limpieza de edificios, saneamiento urbano, seguridad privada...

Rafael López comentó en Facebook algunas noticias publicadas por El Confidencial, criticando la actitud de dirigentes de CCOO

Todas estas referencias en Facebook forman parte del expediente disciplinario que la Comisión Ejecutiva de la federación ordenó abrir contra López. La comisión instructora que llevó su caso determinó que lo que López había escrito era una falta grave según el Reglamento sobre Medidas Disciplinarias del sindicato. Es decir, "las ofensas graves, las conductas irrespetuosas o descalificadoras para con los órganos o cualquiera de sus integrantes, en el ejercicio de la actividad sindical, que causan grave perjuicio a la imagen pública del sindicato o atenten contra el honor y la dignidad personal de sus representantes y afiliados".

La propuesta, dos años de expulsión, fue ratificada el 28 de febrero por la Comisión de Garantías. "Me expulsan para toda la vida, porque saben obviamente que no voy a volver. Me revisaron las cuentas cuando llevaba el control económico. No pudieron decir que robé. No pueden demostrar que filtré la información a El Confidencial, porque yo no lo hice, así que vigilaron mi cuenta de Facebook para buscarme las cosquillas, vulnerando mi libertad de expresión", señala a este diario.

placeholder Vicente Sánchez Jiménez, secretario general
Vicente Sánchez Jiménez, secretario general

De nada sirvieron las alegaciones de López, que calificó lo sucedido de persecución sindical. López recuerda que él era presidente de la comisión de control financiero de la federación cuando elevó en junio de 2016 un escrito a la comisión ejecutiva (entonces presidida por Ignacio Fernández Toxo) alertando de ciertas prácticas irregulares por parte de Vicente Sánchez, el secretario general. Sánchez había alquilado un piso de su propiedad al sindicato, obteniendo así unos ingresos extra gracias a la generosidad de la federación que él dirige. Lo que según López suponía una vulneración "flagrante" del código de conducta aprobado por el consejo confederal en marzo de 2015, que conllevaba un "enriquecimiento personal de Vicente Sánchez Jiménez".

La queja fue escuchada por la dirección nacional, que pidió a la federación que dejara de alquilar el piso a su secretario general. No era ilegal, pero tampoco adecuado, decidieron desde CCOO. "Todo esto motivó la persecución continua de Vicente Sánchez Jiménez, al que no quiero llamar compañero puesto que nunca lo ha sido", recalca López. El expediente contra él está basado en cuatro comentarios que hizo en Facebook. "Entiendo que escuchar opiniones contrarias o críticas con sus conductas no resulta del agrado del secretario general y que debe resultarle enormemente molesto conocer las opiniones que otros afiliados y sindicalistas tenemos acerca de sus prácticas y de sus maneras", señala.

Foto:  Miguel Rosa (en el centro), con otro de los dirigentes de la gestora de la federación.

"El hecho de que les resulte enojoso conocer mi opinión personal, no implica, según se me acusó, que yo haya realizado una ofensa grave, haya llevado a cabo conducta irrespetuosa o incurrido en descalificaciones que supongan un perjuicio grave para la organización. Por más que se quiera ocultar, cada una de las manifestaciones que he realizado lo hecho a título personal, y atentar contra esto sería atentar contra mi libertad fundamental de expresión", recalcó López en su escrito de alegaciones.

CCOO no piensa igual. "Incluso entendamos que el objetivo del afiliado pudiera ser una crítica ácida, la libertad de expresión no ampara expresiones como las usadas, todas ellas ofensivas y no justificadas ni siquiera en el contexto de discrepancia con las decisiones adoptadas por los órganos o con el actuar de cualquiera de sus integrantes, pues el afiliado podía haber ejercitado acciones penales, civiles, administrativas o estatutarias para tutelar sus intereses, sin necesidad de descalificar a la organización y a sus integrantes", asegura la resolución que le expulsa dos años. La Comisión de Garantías señala que se respetó el procedimiento abierto contra López y que no hubo indefensión.

Rafael López González ha militado durante 52 años en CCOO. Como sindicalista de base, en comités de empresa de varias compañías y ocupando también puestos de alta responsabilidad. Hasta el pasado 28 de febrero, cuando la Comisión de Garantías de la Federación de Construcción y Servicios decidió ratificar la sanción que le había impuesto la Comisión Ejecutiva de esa federación: dos años de expulsión. Y todo porque a esta federación, una de las más importantes de CCOO y que tiene en toda España más de 116.000 afiliados, no le gustó los comentarios que Rafael puso en la red social Facebook criticando algunas de las decisiones de sus dirigentes, con los que hace tiempo que arrastraba una mala relación.

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