Un incendio calcina el Palacio de Osuna de Aranjuez, donde vivió el 'castrato' Farinelli

La ciudad madrileña de Aranjuez se ha despertado este jueves con uno de sus emblemáticos —aunque descuidados— edificios, el Palacio de Osuna, completamente calcinado, después de un incendio registrado durante la noche de la víspera y en el que los Bomberos de la Comunidad de Madrid han tenido que trabajar a lo largo de la madrugada. El fuego se inició sobre las 20:00 de la tarde en el edificio, de unos 1.500 metros cuadrados, y no ha sido controlado hasta pasadas las 23:00 de la noche. Durante la madrugada los efectivos han tenido que seguir trabajando en la extinción de las llamas de una instalación que se encontraba en estado de total abandono.

El palacio, construido en el siglo XVIII y ubicado en el centro de Aranjuez, ha acabado sucumbiendo a las llamas y la cubierta de madera ha acabado desplomándose, si bien no se ha tenido que lamentar ningún herido, ya que el mismo está abandonado. El incendio ha afectado también a la cubierta de dos restaurantes y de cuatro viviendas colindantes, que han tenido que ser desalojadas a modo de prevención. Para la extinción del fuego han trabajado un total de doce dotaciones.

Pilar Hernán, oficial de Bomberos de la Comunidad, ha explicado que "el incendio estaba muy extendido cuando llegaron" los efectivos, que trataron en todo momento de evitar que se extendiera. El edificio, también conocido como Palacio de Farinelli, es de estilo neoclásico y se levantó en 1761 por encargo del 'castrato' Farinelli —Carlo Broschi, el castrado más famoso de la historia, conocido como el 'bálsamo del rey Felipe V' —se cuenta que la reina utilizó la voz del 'divo' para curar al primer Borbón, en estado neurodepresivo— y el introductor de la ópera italiana en España.

El cantante, que entonces pagó 13.800 reales de vellón para su construcción, utilizó esta vivienda para lo que iban a ser unos meses, aunque terminó residiendo en España durante casi 25 años. Tal y como explica en su página web la asociación Hispania Nostra, que recoge en Lista Roja del Patrimonio todos los elementos del patrimonio cultural español que se encuentran "sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración" de sus valores, la vivienda fue adquirida por los duques de Osuna Pedro de Alcántara Téllez-Girón y María Josefa Alonso Pimentel, donde se alojaban cuando la Familia Real estaba en Aranjuez.

El palacio siguió en manos del ducado hasta que uno de sus nietos, "famoso por sus derroches", se vio obligado a venderlo. Entonces se dividió en dos partes, la principal —parte baja—, adquirida por Juan Richer Turión, entonces alcalde de la ciudad, residencia de su familia hasta hace unos años.

¿Bien de Interés Cultural?

Después de que la villa fuera declarada como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta asociación, cuya presidencia de honor ostenta la reina, elaboró un estudio sobre la situación, 15 años después de la declaración, de muchos de los "elementos representativos de este paisaje cultural", entre los que se encontraba precisamente este Palacio de Osuna. Si bien se ha definido como un edificio declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Comunidad de Madrid, éste no forma parte de la lista de inmuebles que sí ostentan esta categoría.

En su informe, publicado en 2016, Hispania Nostra explicó cómo dado que está "vinculado a personajes importantes de la historia de Aranjuez" —en concreto, a Farinelli—, y que sus interiores reflejan una gran calidad se trata de un edificio que "merece algo más que el estado de abandono que se manifiesta en sus fachadas". Además, matiza que si bien sí ha habido "algún intento de recuperación" del edificio para actividades de hostelería, estos han hecho "más daño que beneficio".