El colectivo LGTBI no quiere sustituir a los Reyes Magos, pero sí seguir en las cabalgatas

El titular de los Reyes Magos en Madrid llegaba los días previos a la cabalgata para no perder la tradición desde que Ahora Madrid alcanzó el Palacio de Cibeles. "Habrá una 'drag queen' en la de Vallecas". Lo contaban los periódicos y los telediarios días antes de que Sus Majestades desfilaran por los distritos de la ciudad en el que es el día más especial para la mayoría de niños. De un primer vistazo, la frase lo que daba a entender era que los Reyes Magos de Puente de Vallecas serían sustituidos por inesperadas novedades, entre las que estaría la famosa 'drag queen', actriz y bailarina La Prohibida. "Lo primero que piensas es que va a haber una 'drag queen' en lugar de Baltasar", explica Yago Blando, presidente de Arcópoli, asociación LGTB de la Comunidad de Madrid.

En realidad, la intervención de La Prohibida se limitaba a una de las 30 carrozas del desfile, la propuesta por la asociación del barrio Orgullo Vallekano, y que garantizaba por primera vez la presencia de un vehículo por la igualdad, la diversidad y la defensa de los derechos LGTBI. Desde el primer momento, asegura el portavoz de la plataforma del distrito, David Molina, estaba previsto que las reinas de la carroza y otros miembros del séquito que las acompañan fueran disfrazadas de peluche. Es decir, el desarrollo de la cabalgata de este viernes fue el diseñado desde el inicio y no hubo modificaciones posteriores a causa de la polémica generada pese a algunas de las críticas que allí se lanzaron como que La Prohibida y el resto de sus compañeras se habían "camuflado". "Muchos vecinos del barrio, de la plataforma, madres y padres llevan semanas preparando los disfraces. Esto no se cambia de un día para otro y las cosas no se explicaron bien", asegura Molina en una conversación con este diario.

Las distintas asociaciones LGTBI consideran que el escándalo es el resultado de una "mezcla interesada de varias cosas". Por un lado, las críticas hacia la gestión del ayuntamiento que lidera Manuela Carmena y lo que se ha convertido ya en una especie de tradición cada 5 de enero. Si en la primera edición el foco estuvo puesto en los trajes elegidos para vestir a Sus Majestades y la frase de la exdiputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo con el ya célebre "no te lo perdonaré jamás, Carmena", este año ha sido el turno de la presencia de una 'drag queen', aunque fuera vestida de peluche. Por el otro, señalan las plataformas, las críticas también han dado voz "a un sector de la sociedad transfóbica" y que también "ha dejado ver muchos tintes de la homofobia que todavía existe".

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El portavoz de Orgullo Vallekano defiende la iniciativa de su carroza reprochando a los generadores de la polémica "haber jugado con la ilusión de los niños" para justificar un escándalo que en realidad no existe. "El nivel de hipocresía es total. ¿Cómo se explica que desfile un Pikachu o Darth Vader y no pase nada?". David Molina pide que "no se engañe más a la gente" e insiste en que la supuesta desnaturalización de las navidades no se sostiene, además de que da voz a un colectivo importante y a mucha gente del barrio. De hecho, la plataforma hizo su propuesta a la junta de distrito que dirige Paco Pérez pensando en una cabalgata alternativa, y al edil le pareció oportuno que se unieran a la cabalgata principal del distrito. También la alcaldesa se ha manifestado en esa misma línea, asegurando que considera "una muy buena idea" la inclusión de una carroza de este tipo por primera vez en la cabalgata vallecana, considerando que "las exageraciones" a raíz de la noticia demuestran que "los representantes políticos tenemos poco tacto". El equipo de gobierno considera esencial que todas las personas que quieran participar en el desfile lo puedan hacer.

Las asociaciones LGTBI defienden su contribución en este tipo de eventos sociales y recuerdan la importancia de que los partidos políticos den visibilidad y defiendan a todos los colectivos. Desde Arcópoli, Yago Blando insiste en que seguirán "reclamando presencia en espacios públicos como todos los demás" para que así sea, y se reafirma en su petición de colaboración a las administraciones para que a través de la educación y el respeto se inculque una nueva realidad en la sociedad. Blando reconoce que no es sorprendente la aparición de polémicas de este tipo, "lo vemos continuamente, pese a los avances que ha habido", y reconoce que lo más importante es combatir los brotes de homofobia que a través de estos escándalos se descubren. "No tiene sentido que mucha gente diga estar de acuerdo con el día del Orgullo Gay y con determinadas reivindicaciones y después diga 'pero en la cabalgata no, que hay que proteger a los niños".

"¿Protegerles de qué?", reflexiona el presidente de Arcópoli. Para la plataforma, estas expresiones tan comunes son la viva imagen de que falta mucho camino por recorrer. Recuerdan que en la cabalgata, como en otros muchos lugares, es necesario defender la diversidad y la existencia de distintos colectivos con los que también muchos niños y niñas pueden sentirse identificados. Lamentan, por otra parte, la postura de algunos partidos de la oposición. Especialmente el grupo del PP dirigido por José Luis Martínez-Almeida, que acusó a la alcaldesa de "frustrar el sueño de los niños" y "desnaturalizar" el espíritu de la cabalgata navideña.

Otro golpe para los más críticos con la carroza de Orgullo Vallekano, que al final desfiló con normalidad entre aplausos, llegó un día antes de la cabalgata, cuando la Justicia desestimó la medida cautelarísima solicitada por la asociación Liga Española Pro Derechos Humanos, que pretendía suspender la participación de este vehículo en el desfile. Los demandantes alegaban que la iniciativa "perjudica altamente el interés general, a los niños en su ilusión y tradición y al interés legítimo de la Iglesia católica por la irreverente y ofensiva imagen que afecta a uno de sus principales símbolos". Pero el juzgado argumentó rápidamente que en ese momento no concurrían "los requisitos procesales oportunos" para aceptar la medida solicitada.