Así funciona la 'Operación limpieza' de Carmena: 640.000 m2 y 378 trabajadores
El Ayuntamiento de Madrid ha atendido con el plan de refuerzo a un 21% de los barrios que tenían como principal queja la suciedad en vías públicas
Mangueras, camiones y acción. La ofensiva comienza de buena mañana, antes de que empiece el día en el Madrid de agosto. Una docena de empleados de limpieza urbana irrumpen en la calle Ríos Rosas de Madrid con al menos cinco vehículos y de una tacada retiran residuos, barren la basura, raspan las pegatinas, quitan las manchas del suelo, eliminan las pintadas de las paredes y baldean el suelo con camiones cisterna de agua reciclada.
Esas son las tareas de los refuerzos de limpieza que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Madrid, el primer paso en el propósito que la alcaldesa, Manuela Carmena, se hizo en julio para dejar “todo limpito, limpísimo en tres meses”. Entre septiembre y octubre está previsto poner en marcha un plan de choque que involucre a más concejalías y posiblemente a los barrenderos sometidos a los expedientes de regulación de empleo de las concesionarias de limpieza tras los contratos de 2013.
“Desde que comenzaron los contratos integrales en el anterior Gobierno (de la popular Ana Botella) tenemos dos años con un déficit importantísimo de limpieza en la ciudad, y como no hay recursos tenemos que hacer un esfuerzo tanto humano como económico”, comenta a El Confidencial José Antonio Díaz Lázaro-Carrasco, coordinador general de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Movilidad del consistorio. Como “la solución no es sólo el plan de choque”, el gobierno de Ahora Madrid prepara también una campaña de conciencia ciudadana y se reunirá de nuevo con las empresas privadas, según Díaz.
El refuerzo de limpieza ya ha pasado por 12 de los 57 barrios, en su mayoría ubicados en el sur de Madrid, que entre enero de 2014 y mayo de 2015 presentaron al consistorio más incidencias por la “limpieza de vías públicas y zonas verdes” y fueron analizados por este periódico (ver aquí). Según el Ayuntamiento, cada mes se registran unas 650 reclamaciones y otros 6.000 reportes del servicio de participación ciudadana ¡Madrid Avisa!, que no siempre son quejas. En el mes de julio hubo un repunte de 11.000 incidencias, independientemente de los comentarios ciudadanos canalizados a través de redes sociales.
En el primer mes de trabajo, que se remonta al pasado 17 de julio, los equipos han baldeado 21 barrios de 15 distritos y el de Usera ha concentrado un 29% de las zonas atendidas. Los que quedan por limpiar, según el cronograma, son los barrios de Palos de la Frontera (Arganzuela) y San Miguel y la Uva (Hortaleza). Trafalgar es el barrio que más quejas ha enviado al Ayuntamiento solicitando la limpieza de vías públicas y zonas verdes seguido por el casco histórico de Vallecas, Ventas y Pueblo Nuevo. Ninguna de las cuatro zonas se encuentra entre las zonas planificadas para ser atendidas en este plan.
Despliegue a coste cero
Esta iniciativa veraniega, que ha aprovechado los meses con menor actividad en las calles madrileñas, ha tenido un coste cero porque se trata de una obligación contractual de las empresas concesionarias, aunque sí ha exigido un mayor esfuerzo por parte de los limpiadores. Los operarios recuerdan que estas campañas de refuerzo de limpieza solían ser más frecuentes en las administraciones previas a la crisis.
Y también los ciudadanos tienen esa impresión. “La gente era guarra igual, lo que pasa es que pasaban hasta tres veces al día a limpiar, que me parecía una barbaridad. Pero bueno, éramos ricos. Ahora somos pobres y no podemos permitirnos eso, ¿no?”, comenta Rosa, una vecina de Chamberí. Según el análisis de los datos entregados por el ayuntamiento, este programa ha cubierto un total de 638.608 metros cuadrados de calles con personal variable en función de las necesidades de cada distrito.
La mayor operación se ha desplegado en el Ensanche de Vallecas, con 24 operarios para limpiar 125.235 metros cuadrados durante un mes. La más multitudinaria tuvo lugar en Valverde, en el distrito de Fuencarral, donde el pasado 18 de agosto desembarcaron 40 personas para limpiar un área de 80.000 metros cuadrados. Y Usera ha sido el distrito donde más zonas se han cubierto: San Fermín, Orcasur, Moscardó, Pradolongo y Almendrales.
“La finalidad de estos planes de refuerzo es darle una intensidad de limpieza a la zona que se perciba tanto por el viandante como por el vecino. Y con ello perseguimos otra cosas: la concienciación de que la ciudad se debe mantener limpia”, comenta a este periódico Santiago Almonacid, jefe de división del Departamento de Limpieza Urbana del Ayuntamiento de Madrid. Y es que tan sólo horas después de la batida, un despliegue al más puro estilo de “Los Cazafantasmas”, El Confidencial ha podido comprobar cómo las bolsas de basura emergen de nuevo fuera de lugar y a deshora. Como si no hubiese conciencia de que se trata de una falta grave que según la ordenanza municipal, puede tener un coste de al menos 751 euros.
Mangueras, camiones y acción. La ofensiva comienza de buena mañana, antes de que empiece el día en el Madrid de agosto. Una docena de empleados de limpieza urbana irrumpen en la calle Ríos Rosas de Madrid con al menos cinco vehículos y de una tacada retiran residuos, barren la basura, raspan las pegatinas, quitan las manchas del suelo, eliminan las pintadas de las paredes y baldean el suelo con camiones cisterna de agua reciclada.
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