"Es dramático constatar que nos encontramos en el país de la subvención"

CULTURA INTELIGENTE

Íñigo Pirfano (Bilbao, 1973) estudió Filosofía en la UCM y Dirección de Orquesta, Coro y Ópera en Austria y Alemania. Director invitado en algunos de los teatros más importantes del mundo, fundó y dirige la Orquesta Académica de Madrid, hito por el que recibió el Premio Liderazgo Joven 2011 de la Fundación Rafael del Pino. Conferenciante en escuelas de negocios y fundaciones, es autor de ‘Ebrietas. El poder la belleza’ y ahora publica ‘Inteligencia musical’ (Plataforma Editorial), una obra donde el cerebro es una orquesta y la gran música un viaje revolucionario al conocimiento.

-Es un provocador: demuestra que la cultura puede vivir sin subvención

-Pero es obligación grave de la clase política mundial fomentar y apoyar la cultura, con el convencimiento de que se trata de algo imprescindible; es aquello que no distingue de las bestias y nos une entre nosotros. A la vez, es dramático constatar que nos encontramos en el país de la subvención. A veces da la impresión de que sin esas ayudas no se puede hacer nada, y no es verdad. Ante la falta de medios, usemos talento, imaginación y esfuerzo.

-Además hace de la cultura campo de emprendimiento y creación de empleo.He ahí su orquesta

-Hay que dar salida y cauce a todo el talento que existe en España, que es mucho. No podemos permitirnos el lujo de que la gente mejor preparada se tenga que marchar. Yo fundé mi orquesta para implantar en España un modelo centroeuropeo de orquesta, en el que se trabajara mucho y bien; en un ambiente amable y, a la vez, respetuoso con el repertorio.

-Y como una ofensiva contra el paro juvenil, ese monstruo que amenaza con devorar a unageneración

-Así es. La nueva coyuntura pone a esta generación de jóvenes en la necesidad de tener que abrirse camino con esfuerzo, a veces renunciando a la comodidad de quedarse en la propia tierra. Y esto es bueno: nada hace tanto daño al hombre como la opulencia, a la que tristemente nos habíamos acostumbrado.

-¿Los países emergentes también son diana de emprendedores como usted?

-En realidad, un emprendedor es un outsider allá donde esté. Sabe que no hay una senda por la que marchar, sino que, como decía Machado, “se hace camino al andar”. No creo que exista un territorio o país favorable para el emprendimiento. Los que hemos puesto en pie algún tipo de empresa o iniciativa, sea la que sea, a veces nos contentamos con que nos dejen andar, con que no nos pongan zancadillas. El resto ya lo hacemos nosotros.

-Fue premio Liderazgo Joven 2011 de la Fundación Rafael del Pino, ¿nació o se hizo líder?

-Ambas cosas. Son tantas las cualidades de las que hay que estar dotado para ejercer el liderazgo -don de gentes, conocimiento profundo del corazón humano, experiencia de la vida, dominio de competencias transversales, humildad, paciencia, etcétera- que no hay escuela o universidad del mundo en que se enseñe todo eso. Hay una parte innata, que se ha de desarrollar en la escuela de la propia vida.

-El paradigma casi siempre es la clave. Usted tuvo en su padre a un gran maestro: Pedro Pirfano, que fue director del Orfeón Pamplonés

-Procuro que el ejemplo de mi padre se mantenga permanentemente actual en todo cuanto hago. Para mí es el caso más cercano y elocuente de cómo se puede compaginar una carrera brillante con una vida lograda.

-Corren tiempos no sólo de líderes, sino también de héroes

-En el fondo son una misma cosa. El liderazgo que a mí me interesa tiene que ver sobre todo con el servicio. Por eso, considero que ejercen el liderazgo de manera eminente algunos de los héroes ocultos de nuestra sociedad: una madre, un oficinista, una enfermera, unos abuelos…

-Cite un líder que le inspire y otro del mundo de la política

-Del mundo musical, me interesa mucho la figura de Claudio Abbado; alguien que ha sabido ganarse el respeto de los mejores instrumentistas del mundo con sus modos amables y su sonrisa. Provoca la adhesión inmediata porque inspira una autenticidad luminosa. Del mundo de la política no he conseguido descubrir a nadie: creo que no es el sector en el que las musas han derrochado mayor talento.

-Pues fíjese en ciertos ejecutivos, señalados como una de las causas de la crisis. Usted les da conferencias, ¿qué les cuenta?

-Fundamentalmente les hablo del corazón humano. La crisis no es esta crisis, sino todas las crisis; las crisis que se producen en el interior de cada corazón, cuando se presenta una situación en la que se puede obrar bien o no, hacer lo correcto o lo incorrecto. La música nos muestra la que tal vez constituya la realidad más hermosa que existe: que somos seres irrepetibles, únicos. Y que la vida, como toda obra musical, tiene un comienzo y un fin. Cuando uno vive con arreglo a esto, cambia su manera de ver el mundo y de actuar. El único modo de combatir la codicia -desencadenante de esta crisis económica- es desde dentro.

-Condujo una clase magistral con el gran pianista Lang Lang, entre las cien personalidades más influyentes del mundo (Revista Time). ¿Cuál es el poder de la música?

-La música nos puede transformar profundamente. Cualquier obra musical de valía pregunta por lo más íntimo de nosotros mismos, desea entrar en comunicación con cada hombre. Como dice Steiner, “es de una indiscreción total”. En función de la respuesta que demos a esta llamada, podemos mejorar realmente. Hay personas que han rehecho su vida -me consta- después de un concierto.

-Compuso la Sintonía Oficial del IV centenario de Don Quijote de la Mancha. ¿Con qué soñó?

-Con que el hombre vuelva a creer en sí mismo, y redescubra su parte quijotesca. Si nos planteáramos la posibilidad de que los molinos fueran en realidad gigantes, el mundo andaría bien. Hay una terrible falta de poesía en el mundo. Por eso tanta gente está triste.

-Para Mahler, lo mejor de la música es lo que se encuentra detrás de las notas. Denos más pistas

-Hay un mundo inagotable detrás de cada obra artística de valía. Por eso Mahler encontraba respuestas a todas sus dudas cuando escuchaba música.

-¿Su última conmoción?

-Una obra que descubrí hace poco y he tenido la ocasión de dirigir: el Dies Natalis de Gerald Finzi. Hay mucha verdad detrás de esas notas.

-¿Y qué puede hacer hoy la música por nosotros?

-Unirnos a unos con otros, lo que no es poco. ¿Ha pensado cómo sería el mundo si la gente escuchara más música y viera menos la televisión? No es lo decisivo, pero es un primer paso muy importante.

-¿Un compositor para vencer la crisis?

-Mozart, sin duda. Su música expresa mejor que ninguna otra todo lo grande, noble y limpio que hay en el interior de cada corazón humano. Por eso a todo el mundo le resulta tan familiar; porque nos está hablando con nuestra propia voz.

-Le deseo lo mejor y tiempo no le va a faltar para esa conquista. Estudios científicos constatan que los directores de orquesta viven por encima de la media

-Eso dicen. No obstante, será mejor no fijarse en el caso de Mozart, de Schubert, de Arriaga, de Pergolesi…