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Matar al hermano equivocado: extorsión, venganza y gatillo fácil en el hampa gallego
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CRIMEN EN ARTEIXO

Matar al hermano equivocado: extorsión, venganza y gatillo fácil en el hampa gallego

Lo ejecutaron en plena calle de un disparo un domingo a media tarde. No era un delincuente ni tenía deudas, pero pagó con su vida las de su hermano mayor. ¿Ajuste de cuentas entre malhechores? El caso no está cerrado

Foto: Los detenidos por el crimen de Arteixo en el juzgado. (Europa Press/Dylan)
Los detenidos por el crimen de Arteixo en el juzgado. (Europa Press/Dylan)

Guillermo no tenía enemigos ni deudas. Pero sí un hermano mayor, Alberto, con muchos rivales y aficionado a coger el dinero de otros. Un historial policial con mayúsculas: desde robos con fuerza en banda organizada a vínculos con el narcotráfico e incluso un proceso judicial por un doble asesinato (y descuartizamiento) en Aranga del que fue absuelto. La descripción de los hechos parece el guion de una película, pero es el relato real con el que trabajan los investigadores de la Guardia Civil de A Coruña para desenredar la maraña criminal que llevó a Guillermo a morir de un disparo en plena calle. Fue el pasado domingo a pocos metros de su casa.

El suceso tiene conmocionados a los vecinos de Arteixo, un municipio dormitorio que orbita en torno a Coruña y más conocido por albergar la base nodriza de Inditex que por asesinatos y ajustes de cuentas en una de las comunidades con la tasa de criminalidad más baja, y que parecía lejos de los años más truculentos de la operación Nécora. El crimen prueba que por dinero y drogas, hay quien mata o manda matar.

Guillermo Souto Rego tenía 42 años, un trabajo estable como portero de discoteca en la zona de copas del Palexco, donde se concentra el ocio nocturno en la ciudad, y un hijo de 7 años de una relación anterior. Un compañero correcto y profesional al que le gustaba ejercitarse en el gimnasio y sin antecedentes por drogas. Dos conocidos lo emboscaron en su portal la tarde del domingo. Caminaron hacia un descampado próximo, a la altura del centro social de O Froxel, en la calle José Pérez Ballesteros, a pocos metros de donde residía. Discutieron, forcejearon y en la refriega recibió una docena de puñaladas de las que se defendió con las manos. Era un hombre atlético y corpulento que les plantó cara cuando intentaron reducirlo.

Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que trataron de secuestrarlo, presumiblemente, para chantajear a su hermano mayor —en libertad condicional, pendiente de un recurso a su última condena por robo—. La tentativa se frustró por la resistencia física de la víctima y otros hombres encapuchados aparecieron en la escena con armas de fuego y pasaron rápidamente del cuchillo al gatillo fácil en la encerrona. "Sonaron como tres o cuatro petardazos, o eso pensaba yo", relata una vecina, todavía sobrecogida. Otro vecino, un tanto desconcertado, llamó al 112 a las 17:55 al verlo tendido y sangrando en el descampado mientras los agresores huían.

Foto: Uno de los detenidos tras el homicidio a tiros de un varón en Arteixo (A Coruña). (EFE/Cabalar)

Un disparo había hecho blanco y fue suficiente para abatirlo. Falleció en el suelo. La Policía Judicial peinó la zona con detectores de metal y perros de rastreo y hallaron un casquillo de bala. No tardaron en detener a dos hombres. Vivían en Ames, en las afueras de Santiago, pero eran naturales de Ribeira y A Pobra, en la ría de Arousa. Se les considera los autores intelectuales del crimen. Los que idearon el plan, pero no quienes ejecutaron los disparos, que siguen en paradero desconocido.

La tarde del martes 31, los dos prestaron declaración tras dos noches en los calabozos de la comandancia de Lonzas y la jueza de guardia ordenó para ambos prisión provisional, comunicada y sin fianza, por una causa que inicialmente se clasificó como homicidio. Mientras, la familia despedía a Guillermo en la intimidad.

La víctima equivocada

El gran problema de Guillermo era su hermano mayor, Alberto Souto Rega, de 51 y conocido como El Nocillas. Condenado a 13 años por la Audiencia Provincial por reventar un coche, robar las llaves de una casa y prender fuego a la vivienda en Fisterra en 2020. Fue un delito por encargo en el que buscaban una importante cantidad de dinero en metálico que no encontraron; casi 30.000 euros que se calcinaron con las llamas.

El mayor de los Souto Rega ha estado entrando y saliendo de la cárcel desde la mayoría de edad. Está en libertad condicional pendiente de un recurso a esta última pena. Sus enemigos, y hay varios en el microcosmos del hampa gallego, apuntan a El Confidencial fuentes judiciales, le seguían los pasos con muchas ganas de vengar algún agravio. Es muy probable que se llevase un dinero que no le pertenecía (y proveniente del narcotráfico). Es lo que se llama un vuelco, cuando un delincuente roba a otro, y que cabrease sobremanera al dueño, uno de los que no titubean para ordenar medidas extremas y que tratasen de valerse de su hermano menor para forzarlo a aparecer. Es lo que se llama un vuelco, cuando un delincuente roba a otro.

Foto: Roger Serafin R.V., asesino confeso de Elisa Abruñedo. (Cedida)

Un ajuste de cuentas entre malos que se cobró a la víctima equivocada es una de las líneas de trabajo del caso, pero la maraña delictiva en la que estaba enredado el mayor de los Souto Rega, que jura venganza en redes sociales, abren el abanico de un caso que no está cerrado. La investigación se centra ahora en identificar y detener al autor material del disparo mortal y a sus compinches siguiendo varias pistas. Los dos arrestados ingresaron en la prisión provincial de Teixeiro pero sin abrir la boca. Delatar tiene categoría de delito en el mundo del hampa.

Al frente de la investigación está la misma unidad de delitos contra las personas de la Guardia Civil de A Coruña, que logró meter entre rejas al violador y asesino de Elisa Abruñedo diez años después y resolvió los crímenes de Asunta Basterra y Diana Quer. Desde la Delegación del Gobierno en Galicia no descartan nuevas detenciones para atar los cabos sueltos del crimen de Oseiro (Arteixo) que acabó con la vida de un hombre que no buscaba líos y que se encontró con un balazo prácticamente en la puerta de su casa un domingo cualquiera a media tarde.

Guillermo no tenía enemigos ni deudas. Pero sí un hermano mayor, Alberto, con muchos rivales y aficionado a coger el dinero de otros. Un historial policial con mayúsculas: desde robos con fuerza en banda organizada a vínculos con el narcotráfico e incluso un proceso judicial por un doble asesinato (y descuartizamiento) en Aranga del que fue absuelto. La descripción de los hechos parece el guion de una película, pero es el relato real con el que trabajan los investigadores de la Guardia Civil de A Coruña para desenredar la maraña criminal que llevó a Guillermo a morir de un disparo en plena calle. Fue el pasado domingo a pocos metros de su casa.

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