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Un corredor 5G entre Vigo y Oporto testará el coche autónomo del futuro
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Tendrá una distancia de 250 kilómetros

Un corredor 5G entre Vigo y Oporto testará el coche autónomo del futuro

El proyecto internacional 5GMobix iniciará pruebas transfronterizas en el segundo semestre de 2021

Foto: El corredor transfronterizo que conecta las ciudades de Vigo y Oporto. (5G Mobix)
El corredor transfronterizo que conecta las ciudades de Vigo y Oporto. (5G Mobix)

En noviembre de 2015, un coche de Citroën fue el primero en realizar el trayecto por autopista entre Vigo y Madrid sin intervención del conductor. Durante 599 kilómetros de autopistas y autovías, el prototipo ajustó su propia velocidad y adelantamientos, apoyado en un navegador GPS, radares integrados, escáneres, cámaras digitales y una centralita de guiado electrónico. Fue un éxito anterior a la llegada del 5G, la tecnología móvil que revolucionará —entre otras muchas cosas— el automóvil del futuro. Esa red de telecomunicaciones está a punto de completar su despliegue a lo largo de una ruta que parte otra vez desde Vigo, esta vez con destino Oporto, lo que permitirá que 2021 sea el año en el se realicen los primeros test transfronterizos del vehículo autónomo.

Tan importante para el éxito del proyecto es el coche como las carreteras por las que circule; y en eso consisten las nuevas pruebas del proyecto europeo 5GMobix, creado para desplegar y evaluar servicios 5G que darán soporte a la movilidad conectada, cooperativa y automatizada (CCAM). Así, se avanzará en seguridad y confort de los servicios y se identificarán lagunas en materia de normalización. En el proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea en el marco del Programa Horizonte 2020, participan 52 socios de 9 países de la UE, China y Corea, entre ellos empresas tecnológicas y de telecomunicaciones de España y Portugal, la Dirección General de Tráfico y su homóloga lusa, el Ayuntamiento de Vigo y el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia.

El coche con nivel 4, el más elevado de conducción autónoma, ya ha recorrido autopistas españolas en fase de pruebas, pero el de Vigo a Oporto será el corredor transfronterizo más importante en estudio, en el que se desplegarán infraestructura, comunicaciones, telefonía y vehículos, en conexión con el usuario. El carácter internacional cobra su importancia por el interés de la Comisión Europea de analizar la continuidad del servicio y la interoperabilidad de funciones autónomas con diferentes operadores de comunicación. Telefónica y la portuguesa NOS participan en el proyecto, que explorará escenarios complejos como incorporaciones a autopistas, adelantamientos —en los que cabe la participación del usuario—, la actualización de mapas de alta definición en tiempo real o lo servicios de entretenimiento multimedia de alta calidad y streaming 4K.

Foto: Test de conducción autónoma realizado en Berlín (Reuters)

Las primeras pruebas, que se llevarán a cabo en el segundo semestre de este año en un trayecto de cuatro kilómetros entre Tui (Pontevedra) y la localidad portuguesa de Valença do Minho, se realizarán con una lanzadera autónoma, conectada y eléctrica denominada EV Automated Shuttle. El automóvil se enfrentará a casos prácticos relacionados con la protección de usuarios vulnerables o la conducción remota en situaciones de emergencia. Posteriormente, en una fecha sin definir, se realizarán ensayos entre Vigo y Oporto, para lo que es necesario el despliegue de la red 5G a lo largo de todo su recorrido, que se completará este mes de enero.

El trayecto entre España y Portugal y otro entre Grecia y Turquía son los únicos de carácter transfronterizo de 5GMobix. El corredor hispano-luso cubre la cadena de valor completa, incluidos fabricantes de automóviles, empresas de telecomunicaciones, administraciones públicas e instituciones de investigación. Los resultados específicos serán explotados por las diferentes partes. Así, por ejemplo, las administraciones públicas utilizarán los estándares y recomendaciones para futuras licitaciones, en tanto que las empresas buscarán el despliegue de las aplicaciones mientras generan nuevos modelos de negocio alrededor de 5G en conducción autónoma. Además, el corredor explorará los desafíos de la interoperación perfecta entre diferentes países y entre diferentes tipos de transportistas, tanto públicos como privados.

El 5GMobix sufrió en 2020 un importante retraso a causa de la pandemia, que entre otros efectos provocó la demora en la disponibilidad de los módems necesarios, según informó Faro de Vigo. Tras la realización de las primeras pruebas en laboratorio y pistas a finales del año 2019, el calendario inicial preveía desplegarse por carretera a lo largo de 2020, lo que ocurrirá finalmente en el presente año, con test transfronterizos como el que realizará la lanzadera entre Tui-Valença.

El corredor principal entre Oporto y Vigo tendrá una distancia de 250 kilómetros (casi 100 más que la conexión más directa por autopista). Partirá de un tramo urbano en la ciudad gallega y continuará por la AP-9 y la A-55, para, ya en Portugal, continuar por la A-3, A-28, N-13 y la zona del aeropuerto Sá Carneiro. Los test se realizarán con cuatro vehículos: un autobús de pasajeros que cubre la ruta entra ambas ciudades, un C4-Picasso, un Volkswagen Golf y la lanzadera.

La EV Automated Shuttle, que ya circula en prototipo por las instalaciones del CTAG en O Porriño (Pontevedra), podrá recibir información proveniente de otros actores que encuentre en su camino y adaptar su comportamiento de acuerdo a necesidades específicas. Para eventuales obstrucciones de la ruta predefinida, contará con un control remoto por un operador.

El corredor principal entre Oporto y Vigo tendrá una distancia de 250 kilómetros (casi 100 más que la conexión más directa por autopista)

Gracias al despliegue de la red de telecomunicaciones 5G, el 5GMobix podrá definir los escenarios críticos que requieren una conectividad avanzada y las características necesarias para cada uno de ellos. Son ensayos que permitirán realizar evaluaciones y valoraciones de impacto y definir también los impactos comerciales y el análisis de coste-beneficio. Como resultado de estas evaluaciones y también de las consultas internacionales con el público y las partes interesadas de la industria, los responsables del proyecto están convencidos de que dará origen a nuevas oportunidades de negocio para la movilidad conectada, cooperativa y automatizada, así como a recomendaciones y opciones para su despliegue.

Existen varios casos de uso de movilidad automatizada que podrán beneficiarse e incluso habilitarse gracias al 5G, como el adelantamiento cooperativo, la fusión de carriles de autopistas, el estacionamiento de camiones, la conducción en entorno urbano, la detección de usuarios de carreteras o el control remoto de vehículos. En España también se trabaja en otros proyectos europeos de experimentación del coche autónomo con el apoyo del 5G, como Concorda, Brave, Inframix, Safe Strip, Autopilot.

En noviembre de 2015, un coche de Citroën fue el primero en realizar el trayecto por autopista entre Vigo y Madrid sin intervención del conductor. Durante 599 kilómetros de autopistas y autovías, el prototipo ajustó su propia velocidad y adelantamientos, apoyado en un navegador GPS, radares integrados, escáneres, cámaras digitales y una centralita de guiado electrónico. Fue un éxito anterior a la llegada del 5G, la tecnología móvil que revolucionará —entre otras muchas cosas— el automóvil del futuro. Esa red de telecomunicaciones está a punto de completar su despliegue a lo largo de una ruta que parte otra vez desde Vigo, esta vez con destino Oporto, lo que permitirá que 2021 sea el año en el se realicen los primeros test transfronterizos del vehículo autónomo.

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