Maragall ofrece a Colau un tripartito independentista para gobernar Barcelona
Con este rápido movimiento, el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona trata de neutralizar otro posible pacto para desalojarlo del sillón de primer edil
El candidato de ERC a la alcaldíae de Barcelona, Ernest Maragall, ha propuesto formalmente un pacto tripartito de investidura a la candidata de Barcelona en Comú (BeC), Ada Colau, y a Junts per Catalunya (JxCAT), con Elsa Artadi a la cabeza (su candidato, Quim Forn, está en la cárcel). Con este rápido movimiento, Maragall trata de neutralizar otro posible pacto para desalojarlo del sillón de primer edil, a pesar de haber ganado los comicios (por casi 5.000 votos). Además, contesta al mismo tiempo a Colau, que ya puso sobre la mesa la propuesta de un tripartito de izquierdas, con ella misma, ERC y el PSC.
Con los concejales de BeC y JxCAT, el republicano sumaría 25 votos y podría ser investido alcalde a las primeras de cambio. Para ello, ofrece una “hoja de ruta central” a sus rivales: por un lado, pactar todos los temas de ámbito progresista, incluyendo temas de vivienda, seguridad, urgencia climática, turismo o acuerdos con distintos sectores de la ciudad; y, por otro, una segunda vertiente más discutible: la utilización del Ayuntamiento de Barcelona como otro instrumento político más del ‘procés’.
“El tema de las libertades se ha de definir en el ámbito de la ciudad. Por eso, el segundo ámbito de acuerdos reclama la libertad de los presos políticos y retorno de los exiliados y acercarnos al derecho a decidir mediante la concreción de un referéndum”, explicó el propio Maragall en una comparecencia por sorpresa durante la tarde de este martes.
Este lunes, habló ya con Colau y con Artadi sobre el particular y propuso oficialmente el pacto. También ató el tema de una visita a la cárcel de Soto del Real para negociar con Quim Forn el “amplio acuerdo” al que quiere llegar. Colau ya dijo que no iría a Soto del Real. Artadi, en cambio, sí lo hará. Maragall aprovechará también para visitar al presidente de ERC, Oriol Junqueras, que está en la misma prisión.
La propuesta de Maragall no es ninguna sorpresa, sino que se daba por hecha. “En el primer plenario, queremos que se asuma ya el compromiso de exigir el retorno de los presos y exiliados y el planteamiento de un referéndum”, subrayó el candidato republicano. Aseguró que todas las propuestas son perfectamente asumibles tanto por BeC como por JxCAT, y valoró negativamente si se producen vetos mutuos entre esas dos formaciones.
La línea roja de Maragall
Pero, en realidad, los comunes han dicho por activa y por pasiva que jamás negociarán con la derecha de JxCAT ni entrarán en un Gobierno donde estén ellos. Ni su ideario, ni sus planes ni sus prioridades son los mismos. Y Colau los ha puesto en el mismo saco que otras fuerzas, como PP o Ciudadanos.
Maragall, no obstante, confía en que haya un acercamiento. “Mi propuesta está legitimada por los resultados. Y estamos dispuestos a escucharles a todos. De hecho, en la parte de defensa de las libertades, coincidimos los tres. Y en el ámbito progresista y de transformación social y de lucha contra las desigualdades, que figura en el programa de BeC, no creo que JxCAT esté contra ello”, afirmó el líder municipal de Esquerra. Sí que tiene una línea roja el candidato de Esquerra: la presencia del PSC en su equipo. Las diferencias de Ernest Maragall con su expartido parecen irreconciliables. Y ni siquiera lo citó durante su comparecencia, pero tampoco hace falta porque ya lo había explicitado durante su campaña: jamás negociará con los socialistas porque facilitaron la aplicación del 155.
El acuerdo que propone a BeC y JxCAT, no obstante, sería el primero, para formalizar luego un acuerdo de legislatura con la inclusión en el Gobierno municipal de los socios. “Queremos que entren en los acuerdos de gobierno”, subrayó Maragall. Aun así, queda la posibilidad de que ERC gobierne en solitario si no hay una mayoría alternativa.
Esa mayoría solo podía venir dada por un pacto a tres bandas de Colau, el socialista Jaume Collboni y la lista de Ciudadanos, con Manuel Valls a la cabeza. El tema está aún verde. Ciudadanos se mantiene en el no, pero estudia en estos momentos si es mejor permitir que siga siendo alcaldesa Ada Colau antes que un independentista gobierne la ciudad. Las fórmulas para vetar al republicano son dos: o toda la lista apoya la candidatura de Colau (BeC, PSC y Cs suman 24 concejales de 41) o permite que tres de los suyos (Manuel Valls, Celestino Corbacho y Eva Parera) voten a favor, lo que totalizaría 21 votos a favor de que Colau siga como alcaldesa. Suficientes.
Esta rocambolesca situación evitaría que el independentismo ocupase la alcaldía de la capital catalana, pero también pondría en evidencia las contradicciones en la lucha por el poder. El líder del PSC, Miquel Iceta, ya advirtió a Maragall este lunes de que no diese por ganada la batalla de la alcaldía. Y tenía razón: las dos semanas que quedan hasta la conformación de los ayuntamientos serán intensas en negociaciones. Y si Colau quiere ser alcaldesa, lo tiene incluso mejor que el propio Maragall.
El peligro, según diversas fuentes consultadas por El Confidencial, “es que Maragall quiera convertir al Ayuntamiento de Barcelona en otra Generalitat. Pero esta misma circunstancia es la que puede permitir que una fuerza como Ciudadanos no ponga objeciones a que Colau, que está ideológicamente en las antípodas, sea alcaldesa. Maragall logró lo que parecía imposible, que Ciudadanos dé el visto bueno a los comunes”. En otras palabras, el republicano lo tiene complicado. El rápido contraataque de Maragall anunciando su propuesta de tripartito ‘indepe’ tenía como objetivo torpedear el otro tripartito ‘antiindepe’. Pero es muy probable que en los próximos 15 días veamos maniobras mucho más espectaculares.
El candidato de ERC a la alcaldíae de Barcelona, Ernest Maragall, ha propuesto formalmente un pacto tripartito de investidura a la candidata de Barcelona en Comú (BeC), Ada Colau, y a Junts per Catalunya (JxCAT), con Elsa Artadi a la cabeza (su candidato, Quim Forn, está en la cárcel). Con este rápido movimiento, Maragall trata de neutralizar otro posible pacto para desalojarlo del sillón de primer edil, a pesar de haber ganado los comicios (por casi 5.000 votos). Además, contesta al mismo tiempo a Colau, que ya puso sobre la mesa la propuesta de un tripartito de izquierdas, con ella misma, ERC y el PSC.