Los inmigrantes pierden su peso en Andalucía: todos los partidos les ignoran

En Andalucía, la cara oculta de las encuestas la conforman los jóvenes que por primera vez van a ejercer su derecho al voto y los inmigrantes que, sobre todo en zonas rurales, se convirtieron hace meses en el oscuro objeto del deseo de determinados alcaldes andaluces que fueron denunciados por maniobrar a su favor con este sector de la población. Sin embargo, los partidos políticos, a estas alturas de la campaña, han olvidado el voto inmigrante y respecto a los jóvenes, sólo el PP de Javier Arenas ha “trabajado” este segmento, denunciando las dificultades que tiene la generación que algunos consideran perdida para acceder al mercado laboral.

Los inmigrantes ya no venden en Andalucía, ni siquiera los chinos. No venden en el mercado electoral, a juzgar por el escaso interés que le han prestado los partidos. Según el Instituto Nacional de Estadística, de los 11.000 inmigrantes no europeos que podían ejercer su derecho a voto en estas elecciones municipales en Sevilla, sólo poco más de 400 lo han solicitado. No es previsible, por tanto, que este porcentaje del electorado pueda mover la balanza hacia Zoido o Espadas, a pesa de que este último asegura que le faltan mil votos para evitar que el PP consiga la alcaldía de la capital andaluza.

En provincias como la de Huelva, con una fuerte presencia de inmigración por la importancia de la producción agraria, las solicitudes de inmigrantes que desean votar están en torno a las 5.000, un 12% de la población, y en casi su totalidad se trata de ciudadanos de la Unión Europea. Este contingente se centra sobre todo en poblaciones rurales, como Almonte y Cartaya, entre otras, que es donde puede tener significado su presencia en el momento del escrutinio.

Denuncias por manipulación

La concentración migratoria en esta zona rural dio origen hace meses a denuncias sobre presuntas irregularidades de los Ayuntamientos, gobernados por el PSOE, que incluso indujeron a la Fiscalía a abrir una investigación. Los hechos denunciados se referían a posibles “orientaciones” de los alcaldes tratando de influir en el voto inmigrante en el proceso de trámite de la petición de sufragio.

Aunque en el plano judicial estas denuncias no surtieron efecto, en el político se han sucedido las declaraciones de sospechas, sobre todo del PP, sobre la posibilidad de que el voto inmigrante, en las citadas zonas, esté mediatizado por el PSOE utilizándose para ello el resorte de poder que a este partido le concede controlar la administración local.

Llamando a la ‘generación perdida’

Otra cosa es el segmento joven. La incorporación de nuevos votantes el próximo 22-M va a ser más significativa en Sevilla, con 80.000 nuevos votantes, y en Málaga, con 60.000, por lo que a Andalucía respecta, comunidad que cuenta con un censo de 6.277.772 ciudadanos con derecho a voto.

El voto joven, sin embargo, añade a su poder cuantitativo su proyección cualitativa, ya que supone el segmento más dinámico en el contexto urbano, que es donde se centra el electorado del PP. No en balde, Javier Arenas ha sido quien más ha incidido en este segmento del electorado. Los mensajes del líder del PP a lo largo de la campaña, con fotos y videos, dirigidos a una generación que se encuentra perdida ante la falta de perspectivas, han ocupado un amplio espacio durante estas jornadas.

Por lo que al PSOE respecta, la imperiosa necesidad de evitar que su electorado huya a la abstención, ha obligado al partido de Griñán a centrar su campaña en la recuperación del voto natural socialista, centrado en el contexto rural y en las barriadas de las capitales.