El PP se queda solo contra Bildu y exige al Gobierno que insista en su ilegalización

El PP ha sido el único que ha expresado públicamente su desacuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que la madrugada de ayer autorizó la presencia de la coalición electoral Bildu en las elecciones del próximo 22 de mayo. A las críticas  ha añadido la exigencia al Gobierno para que insista en la ilegalización de la formación por otras vías. El Ejecutivo y el PSOE recurrieron al tópico "respeto" a las resoluciones judiciales, y CiU, ERC, IU y PNV se manifestaron abiertamente a favor de que todas las opciones políticas puedan concurrir a los comicios.

Pello Urizar (EA) y Oscar Matute (Alternatiba), los dos partidos de la coalición junto a independientes, dieron ayer por sentado que la legalización de Bildu es política y no judicial, lo mismo que dicen los populares, aunque desde posiciones radicalmente opuestas. “Ponemos en duda que en el Estado español exista la separación de poderes -afirmó Urizar-. Tenemos claro que tanto en al decisión de ayer como en las anteriores el poder político ha tenido su función (…) desde el momento en el que a los jueces los eligen los partidos políticos la independencia puede ponerse en duda”. Matute apostilló a su compañero: “la justicia está politizada. Las presiones se reciben por todas partes, a los jueces los eligen los partidos”.

La respuesta del PP a la resolución del TC no se hizo esperar y, tras hacerse pública, emitió un comunicado en el que lamenta una decisión adoptada por una “exigua mayoría” (6 a 5), insistió en las listas de Bildu están diseñadas por ETA/Batasuna, como mantenía el Tribunal Supremo, planteó la posible ilegalización de EA y Alternativa, las dos formaciones de la coalición junto a independientes, y exigió al Ejecutivo “otras vías de impugnación”. Los populares omitieron cualquier referencia al pacto antiterrorista que mantienen con el PSOE, que habían amenazado veladamente si Bildu era declarada legal.

A la respuesta del partido siguieron las manifestaciones de sus líderes a lo largo de ayer, primer día de campaña electoral. Mariano Rajoy dijo que el fallo es “un paso atrás en la lucha contra el terrorismo” porque “permite que las listas patrocinadas por ETA-Batasuna pueden presentarse a las elecciones”. Jaime Mayor Oreja, representante del sector duro del partido en política antiterrorista, insistió en el mensaje que viene reiterando desde hace semanas, que la legalización de Bildu forma parte de un “proceso pactado entre el Gobierno y ETA. Federico Trillo, coordinador de Libertades Públicas y Justicia, calificó de “trágica” la sentencia y aseguró que existen “otras vías jurisdiccionales” para impedir la presencia de Bildu en las elecciones, que no especificó. Trillo desacreditó al TC y dijo que “el concepto que los españoles tienen de él está bastante claro hace desgraciadamente algunos años y ayer estuvieron a su propia altura”.

También Antonio Basagoiti, presidente de los populares vascos, se sumó a las críticas. “Se equivocan (en alusión a los magistrados del TC) porque pasan por alto el trabajo y los informes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que atribuyen claramente a ETA y a su entorno el lanzamiento de Bildu”, y advirtió a la coalición de que a partir de ahora “no valen maquillajes” y que ha llegado el momento de que “acaten el Estatuto y la Constitución”. Su secretario general, Iñaki Oyarzábal, fue más duro en sus manifestaciones y dijo que el TC había cometido “un error mayúsculo”. Pese a las descalificaciones, Basagoiti aseguró que el pacto con el PSE no corre peligro.

El resto de partidos celebra el fallo.

En las antípodas se situaron el resto de formaciones políticas. El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministro que el fallo va a contribuir a acabar con ETA. “Hemos llegado hasta aquí de la mano del Estado de Derecho, actuando confirmeza, y estamos viendo el principio del fin de ETA”.  Rubalcaba calificó de “insidia” que se acuse al Ejecutivo de haber presionado a los magistrados del TC para que fallaran en la dirección que lo hicieron. Elena Valenciano, en nombre del PSOE, defendió la actuación del Gobierno, del que dijo que “hizo su trabajo cuando impugnó todas las candidaturas de Bildu, y los tribunales han hecho el suyo. Solo queda respetar, acallar y cumplir la decisión de los jueces.

Iñigo Urkullu, presidente del PNV, se alegró por lo que considera “un nuevo tiempo” político en el País Vasco con la participación plena en las elecciones de todas las opciones políticas que facilitará -dijo- la normalización y la convivencia democrática y política de Euskadi”. El líder nacionalista reclamó a Bildu que se pronuncie inequívocamente en contra de ETA en el caso de que se produzca un atentado para despejar cualquier duda sobre su apuesta por las vías exclusivamente democráticas. “Ojalá no lo tenga que hacer porque no haya atentados. Si ocurriera y no se pronunciara, será porque ha andado engañando y será toda la sociedad la que le pase por encima”.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, calificó de “bastante lógico” el fallo del TC porque la justicia europea se habría opuesto a la decisión del Supremo de anular las listas de Bildu. También Cayo Lara, coordinador de IU, expresó en el arranque de la campaña su alegría por la presencia de Bildu en las urnas el 22-M, y pidio a PSOE y PP que no conviertan a la coalición en el eje de la campaña electoral. “Eso haremos nosotros –dijo-. No queremos un circo”. Comenzó la cuenta atrás hacia el 22-M.