Temor en Alicante a una sangría en empleo y competencia por la pérdida de sede del Sabadell

El impacto sobre el empleo de una posible fusión entre el BBVA y el Banco de Sabadell como consecuencia de la pérdida de la sede social en Alicante y la supresión de duplicidades ha puesto en alerta a trabajadores, empresarios y clase política en la Comunidad Valenciana. La opa hostil lanzada por la entidad de raíz bilbaína ha enrarecido todavía más el ambiente en los edificios corporativos y red de oficinas alicantina del banco vallesano que venía arrastrándose desde que se puso encima la mesa una posible consolidación entre las dos entidades financieras. Suman más de 2.000 trabajadores solo en la provincia de Alicante, con una contribución especial del Centro de Competencias Tecnológicas, heredero del centro digital en el que el banco que preside Josep Oliu guarda una parte importante de su backup y desarrollo informático.

La ubicación de la sede social del Sabadell en Alicante cuando se produjo la mudanza en respuesta al proceso soberanista de 2017 en Cataluña no conllevó un traslado real de los equipos operativos y de alta dirección, repartidos principalmente entre Sant Cugat del Vallés y Madrid. Sin embargo, sirvió para anclar el servicio tecnológico y un cierto compromiso económico-social del banco con el territorio que albergaba la Caja Mediterráneo, absorbida por el Sabadell en el proceso de liquidación de las cajas de ahorros españolas castigadas por la crisis inmobiliaria del año 2008.

La aparición en escena del BBVA y su oferta a los accionistas del Sabadell para fusionar los dos bancos ha encendido las alarmas territoriales. El presidente del BBVA, Carlos Torres, no hizo ninguna referencia a la sede alicantina en la carta remitida la semana pasada a Oliu con la propuesta, todavía amistosa, que fue rechazada el lunes por el consejo de administración del banco de origen catalán. En esa comunicación proponía mantener el domicilio social del banco resultante en Bilbao y montar una arquitectura de dos sedes operativas, una en Madrid y otra en Sant Cugat. Ni una palabra de Alicante.

Torres promete "máximo cuidado" al arraigo del Sabadell en Alicante, sin concretar el impacto

Pero ese olvido ha alimentado los temores en los despachos valencianos. Entre otras cosas, porque el BBVA reparte sus centros tecnológicos entre Madrid y la capital vasca, lo que convierte la infraestructura en la Comunidad Valenciana en el polo más débil a la hora de eliminar duplicidades y empleos, algo inevitable para generar sinergias y hacer económicamente viable la consolidación.

Tanto el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, como los sindicatos, la patronal autonómica CEV y las Cámaras de Comercio han mostrado su negativa a aceptar la propuesta de fusión, ya devenida en opa hostil. Es una posición meramente política, ruidosa. La autonomía tiene muy escasa capacidad de influencia en la toma de decisiones, admiten desde el Gobierno valenciano. El jefe del Consell ha realizado un "llamamiento" a la unidad de toda la sociedad de la Comunidad Valenciana para que "reaccione en consecuencia y conseguir entre todos que esta operación no culmine".

Opinión

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Mazón califica de "intolerable" la "soberbia" del BBVA por la OPA hostil sobre el Sabadell

Mazón, a través de un comunicado oficial difundido por la Generalitat, fue duro sobre la opa: "Va en contra de la provincia de Alicante, de la Comunitat Valenciana y del consumidor". Asimismo, destacó que la operación "no tiene ningún sentido, no aporta nada nuevo" y criticó "la soberbia" mostrada por el BBVA, que calificó como "absolutamente intolerable".

El 'olvido' del factor valenciano del proyecto de fusión en la carta de la semana pasada de Carlos Torres fue en parte enmendado este jueves en la comparecencia del máximo ejecutivo del BBVA en la que explicó los motivos de la opa hostil y los planes del banco. "No se nos escapa que Alicante y la Comunidad Valenciana tienen una importancia especial. Nosotros también somos relevantes en la región, que está siendo uno de los motores del país. Esta apuesta sería más decidida tras la fusión", señaló.

"Somos conscientes de que la sede social de Sabadell está en Alicante. Mantendremos el máximo cuidado, porque somos muy conscientes de la importancia que esto tiene. Pensaremos en cómo mantener el arraigo en la comunidad, que entendemos que tiene mucha importancia", añadió sin mayor concreción.