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Fiscalidad, política social y corrupción en un primer debate valenciano sin heridos
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PRIMER ASALTO DE CANDIDATOS

Fiscalidad, política social y corrupción en un primer debate valenciano sin heridos

Puig salva un encuentro entre candidatos en el que Mamen Peris (Cs) buscó el cuerpo a cuerpo con Mazón (PP), Baldoví (Compromís) e Illueca (UP) vendieron gestión botánica y Flores rebajó el tono esperado en Vox

Foto: Los candidatos valencianos, en el primer debate de la campaña autonómica del 28M. (SER)
Los candidatos valencianos, en el primer debate de la campaña autonómica del 28M. (SER)

Debate sin heridos y sin ganador claro. La ausencia de sangre política puede resumir la esencia del primer encuentro de candidatos a la presidencia de la Generalitat valenciana en el primer día de campaña oficial antes de la cita de 28 de mayo. La reunión de los carteles del PSPV-PSOE (Ximo Puig), el PP (Carlos Mazón), Compromís (Joan Baldoví), Ciudadanos (Mamen Peris), Unidas Podemos (Héctor Ilueca) y Vox (Carlos Flores) se saldó con una conversación cruzada con muchas alusiones a la fiscalidad, las políticas sociales, la sanidad, la educación, la vivienda, la relación con el Gobierno central y referencias a la corrupción, pero sin llegar a alcanzar niveles de tensión o agresividad que sacasen a los actores de su guión de contención y elusión de errores.

Organizado por la Cadena Ser y celebrado en la sede de la Nau de la Universitat de València, el debate, de cerca de hora y media, tuvo claramente visos de primer tanteo antes del segundo round en la televisión autonómica À Punt, que se celebra el 25 de mayo, apenas tres días antes de la cita con las urnas. Con las encuestas apuntando a un escenario de empate técnico entre bloques (excepto del CIS, que augura un tercer Botànic inapelable), nadie quiso perder los nervios. En apariencia, el actual presidente de la Generalitat salió de la cita sin sufrir grandes rasguños ante el principal aspirante a sucederle, el popular Mazón, que se vio interpelado en varias ocasiones por la candidata naranja y también por Baldoví, Ilueca e, incluso, Flores, en un escenario de diálogos cruzados que complicó su plan de confrontar cara a cara con Ximo Puig. La propia dinámica del formato, con tiempos limitados pero libertad para replicar, favoreció ese intercambio, lo que hace prever un segundo debate mucho más tenso Puig-Mazón.

La fiscalidad y la situación de las cuentas autonómicas monopolizaron el primer bloque de diagnóstico. El barón socialista y el aspirante popular Mazón rivalizaron con sus modelos de reforma tributaria. Uno de los minutos más calientes se produjo cuando el dirigente conservador prometió eliminar la figura fiscal de sucesiones, "el impuesto a la muerte", lo denominó. "¿Sabe lo que es el impuesto a la muerte?", le contestó Puig. "Que la gente se muera por no tener medicamentos. Eso es lo que hicieron en su momento cuando no administraron a los enfermos de hepatitis C un fármaco que lo tenían en sus manos", asestó,

Foto: González Pons, Alberto Fabra, María José Catalá y Carlos Mazón. (EFE Biel Aliño) Opinión

Mazón, que apenas se empleó a fondo con las armas con las que el PP está intentado desgastar a Puig, el caso Azud o las ayudas públicas recibidas por la empresa que dirige su hermano Francis, sí aprovechó su última intervención, el minuto de oro de despedida, para lanzar una pulla. "Cinco millones de personas están sufriendo la inflación en la Comunidad Valenciana. Todas menos una: el hermano de Ximo Puig", golpeó al que calificó de "delegado del sanchismo".

Los populares buscan así empatar las constantes referencias que el barón socialista está haciendo, apelando a una elección entre pasado y futuro, a los casos de corrupción previos al cambio político de 2015, cuando el PP se vio salpicado de numerosos escándalos que todavía colean judicialmente. "Hemos superado la hipoteca reputacional que nos dejó la corrupción del PP, y estamos mejor en todos los indicadores porque hay confianza y credibilidad”, incidió Puig tras repasar los más de 400.000 empleos netos creados desde 2015 o proyectos de inversión como la gigafactoría de Volkswagen.

Pero la efectividad del discurso popular para devolver a Puig la pelota del "o Gürtel o Volkswagen" quedó bastante mermada en el debate por el papel jugado por la candidata de Ciudadanos. Mamen Peris buscó un tercer espacio entre el Botànic y PP y Vox. En materia de corrupción, tras recordar el caso del hermano de Puig, hizo memoria de los "3.800 millones que nos costó la corrupción del PP" y enumeró la investigación que la Agencia Valenciana Antifraude ha abierto a la Diputación de Alicante por una justificación de ayudas de la Cámara de Alicante que incluye el salario que cobraba Mazón o los casos que afectan a candidatos del PP en Orihuela o El Campello. "Me gustaría saber qué entiende por propuesta de regeneración", le espetó al candidato popular.

Foto: Abascal, Gil Lázaro e Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Rodrigo Jiménez) Opinión
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Que el afán de Peris por pelear su espacio frente a PP y Vox no es vista con malos ojos por el bloque botánico quedó en evidencia cuando la aspirante naranja, a la que las encuestas sitúan por debajo del listón del 5%, reconoció a Héctor Illueca que no ubicase a su partido en "las derechas unificadas" con las que asoció de forma permanente en muchas de sus intervenciones a PP y a Vox.

Una de las incógnitas de la cita era conocer el rol de Vox durante el debate, con su nuevo candidato Carlos Flores. La mejor prueba del guante blanco que sobrevoló casi todo el encuentro fue que ninguno de los otros aspirantes sacó a relucir la condena por maltrato psíquico a su exmujer que Flores tuvo en 2002. Vox sí ha visto como esa mochila que pesa sobre la espalda de su cartel sí que ha sido recordada de forma recurrente en los debates de las Cortes Valencianas.

El catedrático de Derecho Constitucional, fogueado como tertuliano en televisiones locales, entró a confrontar en varias ocasiones con los aspirantes botánicos, pero sin el estilo agresivo o de corte trumpista que caracteriza a otros candidatos de su partido. De hecho, apenas hubo alusiones a temas clásicos de Vox como el aborto. Flores apeló a antiguos votantes de Ciudadanos contrarios "a los nacionalismos", a los del PP de "cuando el PP todavía tenía principios" e, incluso, a electores desilusionados con el cambio que representó el Botànic. "Aspiramos a ser el primer partido de los valencianos".

En pleno debate en el PP sobre los acuerdos con el partido ultraconservador de Santiago Abascal, Flores recordó a Mazón que las encuestas no le dan la mayoría absoluta "que solo ve usted en sus sueños más húmedos" y le reprochó que haya llegado incluso a plantearse un modelo de geometría variable con acuerdos con los partidos del Botànic. "¿De verdad le quedan ganas de negociar con el Botànic?", le interpeló.

Foto: El presidente y candidato a la Generalitat, Ximo Puig. (EFE/Domenech Castelló)

La cita de los candidatos botánicos, pese al fair play entre los tres, también sirvió para evidenciar las diferentes posiciones ideológicas que conviven en el seno del Consell valenciano. Mientras Puig, con su traje presidencial y sin entrar en los rifirrafes, vendía "moderación", "estabilidad", inversión privada y buenos indicadores económicos, Illueca se erigía en defensor del modelo de izquierda clásica proponiendo la intervención de la economía y la creación de "una empresa pública para cada sector estratégico", incluida una de supermercados. El morado, vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, ha ganado visibilidad con la ley de vivienda impulsada por el Gobierno y los anuncios sobre los pisos de la Sareb, que él venía reclamando

Baldoví, por su parte, revindicó su bagaje como única voz valenciana en Madrid capaz de ser reivindicativa frente al PSOE y el PP. Afeó a Puig falta de "contundencia" para reclamar un cambio de modelo de financiación ante el Gobierno de Pedro Sánchez, como sí hizo cuando Mariano Rajoy era presidente. El aspirante valencianista está logrando sostener las opciones de Compromís, al que los sondeos sitúan en resultados no alejados de los de 2019, pese a la caída de la que que fue su lideresa política, Mónica Oltra y los malos augurios electorales que se presuponían tras esa crisis.

Debate sin heridos y sin ganador claro. La ausencia de sangre política puede resumir la esencia del primer encuentro de candidatos a la presidencia de la Generalitat valenciana en el primer día de campaña oficial antes de la cita de 28 de mayo. La reunión de los carteles del PSPV-PSOE (Ximo Puig), el PP (Carlos Mazón), Compromís (Joan Baldoví), Ciudadanos (Mamen Peris), Unidas Podemos (Héctor Ilueca) y Vox (Carlos Flores) se saldó con una conversación cruzada con muchas alusiones a la fiscalidad, las políticas sociales, la sanidad, la educación, la vivienda, la relación con el Gobierno central y referencias a la corrupción, pero sin llegar a alcanzar niveles de tensión o agresividad que sacasen a los actores de su guión de contención y elusión de errores.

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