El fuego de la sátira: Oltra, Sánchez y el emérito 'arderán' en Alicante

Están las hogueras de bienvenida al solsticio de verano y está el fuego de la sátira. El primero se reviste de supersticiones y algunas tradiciones, el segundo expresa la contracrónica de un pueblo a través de auténticas esculturas de cartón y madera. Es la cuenta atrás que vive una ciudad, volcada en las fiestas de la “normalidad” tras dos años en blanco por la pandemia.

Las ‘Fogueres’, en valenciano, cerrarán etapa este viernes como otros años, cuando se ilumine el cielo de Alicante con un gran castillo de fuegos artificiales con forma de palmera que se lanza desde lo alto del Castillo de Santa Bárbara. De esta manera, se recupera la tradición y se quemarán los carteles que acompañan cada escena como si fueran viñetas de cómic.

La pluma afilada que tanta fama han dado a estas fiestas y a la literatura española tiene un protagonismo singular cuando se trata de dibujar la escena política y de escándalos vivida en los últimos meses. Tras la dimisión de Mónica Oltra, sólo su escena con Ximo Puig y Yolanda Díaz, en la hoguera que hay frente a la puerta del Palacio Provincial, donde, circunstancias de la vida, está el despacho del popular Carlos Mazón, se ha quedado desfasada.

El cuadro era de lo más mordaz pues el 'ninot' de la líder de Compromís representa una especie de princesa Disney y en la descripción se puede leer: "Mónica va haciendo guiños para ser nueva Honorable, pues piensa que es más viable que el ir jugando… con niños. Para juegos ya no tiene edad en la Generalitat”. A su lado, un Ximo Puig con ropas de césar romano y una vara de mando y a continuación, sentada, la vicepresidenta segunda del Gobierno central, una joven Yolanda Díaz, con la que el dúo organiza “intrigas”.

Un emérito muy presente

El resto describe, como si de un bisturí afilado se tratara, lo ocurrido en la familia real. Es la figura de don Juan Carlos la que escribe dos capítulos para recordar en estas fiestas. La primera escena se puede disfrutar en la hoguera Diputación-Renfe y se titula 'Resistiré'. Cuatro figuras interpretan la canción como si fuera una actuación musical. La obra la firma el constructor Vicente Martínez y los bocadillos, como en los cómics, rezan: “La intocable familia real canta junta la canción de la pandemia y sin querer hacer ninguna blasfemia, muestran ese monumento a Palacio". El muñeco que simula al rey Felipe VI canta de espaldas a una Letizia, una Sofia y un descolorido emérito.

A pocos metros, otra de las hogueras, la de Diputación revive el duelo de espadas láser de la Guerra de las Galaxias. Es la 'Real Wars' donde el emérito representa el lado oscuro de la fuerza. La viñeta dice: “Va incordiando un familiar que tiene emérito como prefijo, porque dice que se aburre, pues hace tiempo que ya no puede… ligar. Por culpa de una Corinna, vive donde brama el atún”.

También el Rey emérito se cuela en otras hogueras. Su salida del país está representada en la avenida Alfonso el Sabio con un guardia civil que custodia una casa cerrada a cal y canto. En la puerta un cartel con esta frase: “Ni el juez, ni la mano de la ley por ti y por tu casa harán nada. Ni siquiera por el emérito Rey que ya vive enlatado como la mojama”.

El Doctor Sancheztein

Por las llamas también pasarán algunos miembros del Gobierno central. La hoguera ganadora de la categoría especial –la máxima categoría– es la de Florida Portazgo, que se quemará a la una de la madrugada. Allí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene su propio 'ninot’: el Doctor Sancheztein. El muñeco luce alto y esbelto con una bata de médico mientras se hace un selfie. A sus pies un cartel que dice: “Sánchez ha inventado la máquina extremista y con un pacto ha creado la criatura separatista”. La escena la completa su ayudante el jorobado, que encarna el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y quien levanta su mano con una bandeja en la que se ve la cabeza de Iván Redondo. La viñeta recoge esta idea: “Formó su gran criatura con órganos y miembros de gran nivel, pero con tanta floritura… se le olvidó ponerle cerebro”.

También hay hueco para más momentos de la política nacional en este monumento. Es el caso de las nuevas especies vegetales, cual 'rara avis'. Son los cuatro líderes políticos cuyos bustos salen de maceteros de colores corporativos. Tenemos a Abascale Voxcista, Sanchae Mentirosa, Peperos Expulsarum y Podemitas Dimitiae. No hace falta interpretación. El autor del monumento, Pepe Baenas, apunta: “Menudo jardín se ha trasplantado en nuestro país querido, las flores que aquí han brotado tienen muchísimo peligro”.

La pandemia está muy presente en muchas hogueras. De hecho, la ganadora de Florida Portazgo dedica su obra a la temática de los trasplantes. En esta composición de Pere Baenas, hay hueco también para los 'comisio listos'. Es el caso de las comisiones que cobraron del Ayuntamiento de Madrid Luis Medina y Alberto Luceño. Aunque aquí no hay dudas, el espectador no tendrá que interpretar nada porque hay una foto de cada uno de ellos.

Aquel capítulo es el que explica por qué las hogueras son crónicas abiertas y críticas deslenguadas. El presidente de la Foguera Seneca- Autobusos y uno de los veteranos de las fiestas, Josep Amat, explica la razón de ser de esta crítica mordaz. “Lo más importante, después del balance artístico, es la crítica. No somos foguera de homenajes, sin crítica no tendría sentido”. En su memoria, están episodios como el polémico portal de Belén que conformaban Rajoy, Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Pujol o los desnudos europeos de Merkel y Putin. “Algunos ya no están, pero todos han marcado cierta polémica. Es lo normal”.

Otras figuras internacionales

La actualidad se cuela, además, a través del último conflicto y recuerda a Donald Trump. El expresidente estadounidense y su singular flequillo rubio forman una de las figuras de la hoguera La Cerámica titulada 'Climate Change', de Palacio i Serra Artesans. A sus pies, se puede leer (en valenciano): “El dirigente, poco o nada, quiere contribuir con política que evite el deshielo del planeta. Solo quiere ablandarse el peluquín”.

Vladímir Putin es objetivo de críticas por partida doble. Su nombre también está en la de Sagrada Familia con un cartel que dice: “Putin lleva aquí raptada como si fuera doña Inés a Ucrania, que atacada ha sufrido un gran revés”. Su figura luce algo más pálida de lo que se ve en televisión en la Roma que comparte con Ximo Puig. Su dedo pulgar hacia abajo condena a un luchador invisible y él se apoya sobre un misil nuclear. Toda una declaración de intenciones.