Joan Ribó y Compromís sostienen al edil de Valencia acusado de homicidio imprudente

El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, tendrá que sentarse en el banquillo por un delito de homicidio imprudente después de que la Audiencia de Valencia rechazase su recurso contra el auto de procesamiento del Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia. La resolución se conoció el pasado 31 de enero y tumba las opciones del edil de evitar el juicio, pese a que el político de Compromís, militante del Bloc Nacionalista Valencià, contaba con el respaldo de la Fiscalía, que tampoco veía razones suficientes para el encausamiento.

Los hechos se remontan al 27 de junio de 2017, cuando un operario que trabajaba en el montaje de unas gradas para los conciertos de la Feria de Julio de Valencia dio un mal paso y se desplomó desde una altura de tres metros, golpeándose en la cabeza. Tenía 47 años, casado y con dos hijas, falleció a los pocos días en el hospital como consecuencia del golpe. La instrucción reveló que Fuset había instado a los promotores contratados para la feria, Radio Popular (COPE), a la instalación del graderío con capacidad para 1.000 personas "con total premura" y con una empresa que no había resultado adjudicataria del contrato. Ni el concejal ni los contratistas, TTercios y Caleserina, exigieron a la empresa para la que trabajaba la víctima, Promociones Musicales Osuna, la elaboración de un estudio de seguridad y salud para la ejecución de esas obras, según la resolución de la Audiencia Provincial. La familia de la víctima, que ejerce la acusación particular, reclama cinco años de cárcel para el concejal. Tres años por el delito de homicidio imprudente y otros dos por un delito contra la seguridad de los trabajadores.

Sectores de Compromís creen que, tras recibir el apoyo del alcalde, Fuset debería "echarse a un lado" y abandonar competencias aunque retenga el acta

Desde que se inició la causa, Fuset ha defendido su inocencia. Sostiene que siguió las indicaciones de los técnicos municipales y que no es responsable de lo ocurrido. Ha contado con el respaldo del Ministerio Público. "No estoy investigado por corrupción. En esta cuestión, ni siquiera fui interrogado. Es que ni siquiera he declarado ante el juez que ha cerrado la instrucción. Yo declaré ante el que empezó. Desde mi defensa, habíamos planteado pruebas, testimonios, cuestiones que no se han admitido", manifestaba este miércoles en declaraciones a Plaza Radio.

Fuset no dimite. Se ha aferrado a su acta de concejal y a sus competencias con la esperanza de salir absuelto tras el juicio o que se produzca un acuerdo entre la familia y la Asociación de Promotores Musicales de la Comunidad Valenciana, también encausada. Del mismo modo, se exige responsabilidad civil y penal al Ayuntamiento de Valencia, cuyo recurso ha sido también rechazado. Pero los partidos de la oposición, PP, Ciudadanos y Vox, han reclamado ya la dimisión del edil. Y también el PSPV-PSOE, socio del Gobierno municipal del alcalde Joan Ribó, ha comenzado a expresar su incomodidad por la situación. Lo ha hecho de boca del secretario de Organización, José Muñoz, que recordó que su formación ha apartado a cargos procesados como el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que fue finalmente inhabilitado por un juez por prevaricación administrativa. También recordó la decisión de invitar a la renuncia al expresidente de la Diputación de Valencia Jorge Rodríguez, investigado en el caso Alquería, que incluso se presentó con una lista independiente a las municipales en Ontinyent. Allí ganó por una aplastante mayoría absoluta y retuvo la vara de mando de alcalde.

Joan Ribó ha protegido hasta ahora al concejal. "Irá y se defenderá en el juicio, y después hablaremos", ha advertido el alcalde, que confía en un "desenlace positivo" para su edil. Ribó ha tratado de justificar su permanencia en el puesto en que no se trata de un caso de corrupción, unas declaraciones que han soliviantado más todavía a las formaciones de la oposición. "Evidentemente, no es un plato de buen gusto, pero estábamos preparados porque era estadísticamente previsible que esto pudiera pasar, y más tratándose de un caso de esta complejidad". También el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha reprochado a los socialistas sus declaraciones. "Pere Fuset no está en un proceso judicial por haber robado ni malversado, sino a causa de un desgraciado accidente. Del cual estoy absolutamente seguro de que no tendrá ninguna responsabilidad", opinó Baldoví.

Pero aunque en público los cuadros de Compromís salen en defensa del concejal, lo cierto es que su situación es cada vez más insostenible. Su permanencia en el cargo rompe todos los discursos de líneas rojas que hasta ahora había mantenido la formación valencianista. Especialmente, en los casos que afectaban al Partido Popular, en que Compromís siempre se mostró implacable y exigió dimisiones. Sectores de la formación consultados por El Confidencial admiten en privado que, una vez recibido el apoyo público del alcalde, Fuset debería "echarse a un lado" hasta que se resuelva su situación. Y señalan como posible salida que, ya que el edil tiene bajo su responsabilidad competencias municipales por delegación del alcalde, como el resto del equipo del Gobierno local, podría renunciar a ellas para quedarse como concejal raso, al igual que los ediles de la oposición. Si insiste en no renunciar a su acta como cargo electo, podría ser la forma de resolver la incómoda situación en que está situando a Joan Ribó y su coalición, que podrían devolverle sus atribuciones si resulta absuelto.