Valencia suelta lastre tras el fallo de Gürtel y echa el resto para captar negocio en Fitur

Una año después de la sentencia que envió a la cárcel a los cabecillas de la trama Gürtel por los amaños en los contratos de expositores de la Comunidad Valenciana en Fitur, el Consell que preside Ximo Puig regresa a la feria turística por excelencia dispuesto a echar el resto en un momento clave para el negocio del sector. En un contexto de incertidumbre política en Cataluña, con fugas constantes de visitantes e inversiones, y con síntomas de recuperación en los mercados del Mediterráneo oriental más castigados por el terrorismo, los territorios turísticos españoles se han lanzado a captar contratos con los grandes operadores y mayoristas, que la semana que viene se concentrarán en el certamen que acogen las instalaciones de Ifema.

Liquidado el procedimiento judicial contra Francisco Correa, Álvaro Pérez y los responsables del ramo del viejo Gobierno de Francisco Camps, la Comunidad Valenciana cree haber superado la hipoteca reputacional. Este jueves, el secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, ha presentado el que será el expositor autonómico en el evento. Las cifras de inversión aún no son las mismas que las de los años de pólvora del rey y concursos trucados, pero para 2018 la Generalitat se ha gastado casi 700.000 euros, entre instalaciones y alquiler de suelo (247.000 euros).

La novedad no es tanto económica como cualitativa. Colomer se lleva a Madrid a más de 200 empresas (un 70% por encima del año pasado) que contarán con espacios propios para cerrar negocios, tanto de producto como de servicios terciarios y tecnológicos para los agentes de sector. "Debemos asumir el papel de tramoyistas, que es el único que nos corresponde, para que en la escena brillen el producto, los profesionales y el tejido empresarial que cada día se la juega y arriesga en pro del turismo", ha afirmado el secretario de Turismo. "La feria la concebimos como un espacio para la comercialización y para el impulso empresarial".

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T.F.

Fitur se celebra este año con un elevado grado de competencia tanto nacional como internacional. El certamen ha crecido en superficie (65.500 metros cuadrados) y en expositores (816, un 8% más). Los agentes foráneos ya ocupan más del 50% del evento, frente a la oferta nacional, lo que debería traducirse a su vez en un incremento de la presencia de prescriptores y mayoristas internacionales. De ahí el interés de empresas y empresarios procedentes de territorios en tener presencia activa en sus expositores. En el caso de la Comunidad Valenciana, la AVT ha agrupado el producto autonómicos en cuatro bloques temáticos: Mediterráneo cultural, rural, activo y gastronómico. Además, habrá presencia anexa en Fitur LGTB (espacio dirigido al turismo gay) y Fitur Festival (la Generalitat ha creado dos marcas propias para impulsar este tipo de eventos musicales, donde disputa el liderazgo con Madrid o Cataluña).

En pleno universo de conflictos políticos o territoriales, la Comunidad Valenciana llega a Fitur para venderse como tierra de acogida. Colomer no vincula este mensaje central con Cataluña o las dudas que puedan generar destinos como Egipto, Turquía o Túnez, pero es evidente que el espíritu de la campaña de captación para 2018 tiene mucho que ver con ofrecerse como lugar de descanso o experiencias por su estabilidad, el carácter abierto de su población y la profesionalidad de su sector turístico. "La Comunitat Valenciana reclama la capitalidad de referencia de la hospitalidad mediterránea, quiere contagiar un estilo de vida”, señala Colomer, al tiempo que ha manifestado: “Somos auténticos, apostamos fuerte por la identidad cultural, sin complejos y sin fronteras para nadie”.