La Playa del Remolar en Viladecans, una joya natural incluida dentro de la red Natura 2000 y declarada zona de especial protección para las aves, se erige como un santuario temporal para la nidificación de especies protegidas. Entre ellas, el corriol camanegre (Charadrius alexandrinus), un ave cuya presencia es vital para la biodiversidad del ecosistema litoral. Para proteger este frágil proceso natural, el acceso a la playa se restringirá hasta el 31 de julio, permitiendo únicamente la llegada hasta la torre mirador para contemplar el paisaje sin perturbar la paz de estas especies.
Este cierre se enmarca dentro de una estrategia más amplia de gestión integral de las playas metropolitanas, con un foco particular en el Plan de Mejora de la Biodiversidad. "Este es un ejemplo de gestión que demuestra el equilibrio entre la conservación ambiental y el disfrute social de las playas", subraya Daniel Palacios, jefe del servicio de playas de la AMB. Es un testimonio del compromiso de la región con la preservación de sus valiosos ecosistemas naturales, mientras se mantiene abierto al público el resto del litoral.
Además de la Playa del Remolar, otras playas dentro de las zonas de especial protección para las aves han adaptado sus prácticas de mantenimiento para favorecer la nidificación del corriol camanegre. La limpieza se realiza manualmente y se evita el uso de maquinaria, manteniendo una distancia de seguridad alrededor de los espacios protegidos.
Alternativas para los visitantes
Mientras la Playa del Remolar permanece cerrada, los visitantes pueden disfrutar de las playas de la Murtra y la Pineda en Viladecans, que siguen accesibles al público con todos los servicios habituales y áreas de aparcamiento disponibles. Esta medida garantiza que el público pueda seguir disfrutando de la belleza del litoral de Viladecans, respetando al mismo tiempo las necesidades de su fauna autóctona.
El cierre temporal de la Playa del Remolar destaca la crítica situación del corriol camanegre, una especie protegida que ha visto mermada su población drásticamente en las últimas décadas, especialmente en el delta del Llobregat. La iniciativa de Viladecans no solo busca revertir esta tendencia, sino que también pone de relieve la importancia de la coexistencia armónica entre el ser humano y la naturaleza.
La Playa del Remolar en Viladecans, una joya natural incluida dentro de la red Natura 2000 y declarada zona de especial protección para las aves, se erige como un santuario temporal para la nidificación de especies protegidas. Entre ellas, el corriol camanegre (Charadrius alexandrinus), un ave cuya presencia es vital para la biodiversidad del ecosistema litoral. Para proteger este frágil proceso natural, el acceso a la playa se restringirá hasta el 31 de julio, permitiendo únicamente la llegada hasta la torre mirador para contemplar el paisaje sin perturbar la paz de estas especies.
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