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La maldición del Delta del Ebro: otro año sin cosecha por sequía, tormentas y granizadas
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La maldición del Delta del Ebro: otro año sin cosecha por sequía, tormentas y granizadas

"Llevamos tres años así", expone el responsable de sectores agrícolas Unió de Pagesos, Rafel Verdiell. La pasada semana, el granizo provocó destrozos en las parcelas y ha roto todo el grano de arroz

Foto: Una imagen del Delta del Ebro inundada en 2020. (EFE/Moncloa)
Una imagen del Delta del Ebro inundada en 2020. (EFE/Moncloa)

Como si de una maldición se tratase, el Delta del Ebro vuelve a estar en el punto de mira de la meteorología. Primero fue el temporal Gloria, que dejó malherida la zona, después la sequía extrema, que obligó a los agricultores a gestionar el agua para poder regar, y ahora: una granizada a final de verano que ha destrozado más de la mitad de la cosecha.

Los agricultores del Delta están cansados, parece que no pueden bajar la guarida en ningún momento. Tras un año extremadamente duro, una tormenta de verano ha acabado con sus perspectivas de salvar la cosecha de este año.

Foto: Un hombre trabaja en un arrozal del Delta del Ebro. (Reuters/Nacho Doce)

El responsable de sectores agrícolas del Delta del Ebro de Unió de Pagesos (UP), Rafel Verdiell expone que “Llevamos tres años así, es desesperante, no podemos hacer nada, pero es muy cansado”. “Es una cosecha que habíamos luchado muchísimo, gestionamos el agua de manera extraordinaria para poder salvar la misma cantidad de arroz de cada año con solo un tercio de la dotación de agua, y ahora una granizada se lo lleva todo”, añade Verdiell.

En algunas zonas de Amposta (Tarragona), el arroz bomba ya estaba listo para segarse. Tras muchos contratiempos, el grano de arroz estaba listo cuando un fuerte temporal de agua y viento cayó sobre el Delta del Ebro. “Da rabia, a punto de segar, con un precio bastante bueno y que la cosecha se pierda así…”, se lamenta Verdiell.

Foto: Trigo seco en una plantación en Córdoba. (EFE/Salas)

Tras la ola de calor, Cataluña recibió el pasado fin de semana un fuerte temporal de lluvia y viento que se cebó especialmente con la comarca del Montsià (Tarragona). En esa zona se registraron fuertes rachas de viento y lluvias que dejaron pequeñas inundaciones y algunos daños materiales. “Las previsiones daban medio litro, pero las tormentas son imprevisibles, no se podía hacer nada más, ahora de nada sirve lamentarse”, explica Verdiell. Desde 2020 los arrozales se han visto afectados por granizadas.

La patronal catalana Unió de Pagesos (UP) asegura que la granizada ha dañado más del 50% de la cosecha de arroz el Poble Nou del Delta (Tarragona), y que en algunas parcelas la afectación es del 100%. El sindicato cifra en 800 las hectáreas dañadas en los términos municipales de Amposta y La Rápita. Lamentan además que estas zonas sean precisamente las que más afectadas se vieron por las restricciones de agua por la sequía que impuso la Generalitat.

Foto: Tractores de UP en una protesta. (EFE/David Borrat)

Ante las nuevas amenazas de tormentas en Cataluña, Verdiell explica que no pueden hacer nada: “Lo que se podía segar era el arroz bomba, que se ha perdido al completo en el Poble Nou del Delta. Las otras variedades aún están verdes, solo podemos esperar”.

Fuera de la zona del Poble Nou del Delta, los agricultores están segando el arroz bomba que queda, siempre mirando al cielo, puesto que este septiembre Cataluña va a sufrir los estragos de fuertes lluvias y tormentas.

Compensaciones insuficientes

Agroseguro es la empresa responsable de asegurar los arrozales. Según UP “no se pueden quejar” de los peritajes. Cuatro empleados se han desplazado a las zonas afectadas en menos de una hora y ya han peritado gran parte de las hectáreas en las que se cultiva el arroz bomba.

Los peritos se desplazaron a la zona afectada en menos de una semana y ya han puesto en marcha sus labores para cifrar en euros los daños provocados por el temporal. “No nos podemos quejar, hay cuatro peritos por el Delta, me parece que han venido suficientes y muy pronto”, señala Verdiell.

Foto: El cambio climático amenaza a la agricultura (Fuente: iStock)

Los peritos de Agroseguro han empezado por los campos en los que las afectaciones rondan 20%, para que puedan segar aquello que no ha quedado destrozado. “Están empezando por los sitios donde algo se puede salvar. Hay que ser conscientes de que hay campos que no se segarán”, afirma Verdiell. También recuerda que, según los resultados del peritaje, cada agricultor deberá decidir si le sale a cuenta recoger el poco arroz que puedan salvar. “Deben calcular si tiene sentido hacer toda la inversión en maquinaria y personal”.

Por otro lado, el responsable de UP expone las dificultades a las que se enfrentan a la hora de cobrar los seguros. Las cosechas de cada año son impredecibles: “No podemos calcular de manera exacta la producción que tendremos y, por tanto, no podemos tener la cifra exacta que debemos asegurar”, explica Verdiell. "Si aseguras 8.000 kilos por hectárea y resulta que al final haces más, estos cuentan como arroz que ya estaba en el campo, y, aunque haya caído piedra, los kilos extras no te los pagarán”.

Foto: La sequía ha arruinado las cosechas de secano, como la almendra. (EFE/Morell)

La aseguradora se hace cargo de los daños en la cosecha conforme al precio del año anterior. Actualmente, el precio de mercado sería muy superior. Para fijar las indemnizaciones, Agroseguro hace el peritaje sobre el precio de mercado del arroz en los últimos cinco años.

“Cuando el arroz se mantenía en los treinta y dos céntimos, esta indemnización tenía sentido, ahora que se ha duplicado el precio, perdemos más de la mitad de nuestras ganancias por la diferencia entre el precio de mercado y el precio al que pagan los seguros”, explican desde UP. Verdiell lo deja claro: “Nos pagarán prácticamente la mitad de lo que habríamos ganado”.

Más daños materiales

Otra de las zonas afectadas en la comarca del Montsià fue La Sénia (Tarragona). En este pequeño pueblo la tormenta deja daños materiales en coches y propiedades. “Las bolas de granizo eran prácticamente como la palma de una mano de grande”; apuntan testigos del pueblo.

Desde UP apuntan que los agricultores de la zona tienen daños en sus granjas, principalmente en los tejados de uralita. Para reparar estos desperfectos, los granjeros deben contactar con un equipo especializado, ya que ellos no pueden manipular este material. “Encima que se les ha destrozado la granja, van a tener que gastarse mucho dinero en retirar y reponer la uralita”, explican desde UP.

Como si de una maldición se tratase, el Delta del Ebro vuelve a estar en el punto de mira de la meteorología. Primero fue el temporal Gloria, que dejó malherida la zona, después la sequía extrema, que obligó a los agricultores a gestionar el agua para poder regar, y ahora: una granizada a final de verano que ha destrozado más de la mitad de la cosecha.

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