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Gabriel Rufián afronta las generales con malas perspectivas electorales para ERC
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Escasa autocrítica en su asamblea

Gabriel Rufián afronta las generales con malas perspectivas electorales para ERC

Según las encuestas, los republicanos solo obtendrían entre 11 y ocho diputados en el Congreso el 23-J, y quedarían más debilitados como uno de los socios preferentes de Pedro Sánchez

Foto: Oriol Junqueras, confirmando a Gabriel Rufián como candidato a las generales. (EFE/Toni Albir)
Oriol Junqueras, confirmando a Gabriel Rufián como candidato a las generales. (EFE/Toni Albir)
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El candidato de ERC Gabriel Rufián es consciente de que la perspectiva de las encuestas para el 23-J son malas. El avance electoral le impide tener tiempo de recuperarse del batacazo de las municipales. En noviembre de 2019, ERC obtuvo el 3,6% de los votos y logró 13 escaños, un muy buen resultado. Ahora, las mejores encuestas les dan el 3% de los votos y las peores los colocan en apenas 2%. El Observatorio de El Confidencial lo situaba en el 2,5%. Así que el resultado de ERC oscilaría entre los 11 y los ocho escaños.

En la franja baja, eso implicaría empatar con el JxCAT de Míriam Nogueras, quien volverá a ser la cabeza de lista de su principal rival político en Cataluña, tras haber sido respaldada por Carles Puigdemont. Nogueras no apoyará a Pedro Sánchez, pero ERC llega con el objetivo de frenar al PP y a Vox. Mala carta para presentar a un electorado cada vez más resentido. Rufián se reivindica ahora como "el voto útil" para volver a competir de manera directa con el PSC. Pero por ahora evita explicar para qué será útil.

La perspectiva puede ser peor, con una campaña redoblada del independentismo por la abstención

Gabriel Rufián ha sido el principal socio de la coalición de gobierno PSOE-Podemos. Por eso, como principal gancho electoral, Rufián ha planteado que encarecerá los pactos con Pedro Sánchez para afianzar el Ejecutivo e impedir que gobiernen el PP y Vox. Rufián no ha especificado qué significa eso. No es la primera vez: en enero de este año, Rufián recurrió a los mismos argumentos, cuando quiso escenificar un distanciamiento del Gobierno español.

La perspectiva puede ser peor con una campaña redoblada del independentismo por la abstención, a la que el votante de ERC se está mostrando favorable de modo más sensible. Intelectuales históricamente vinculados a la CUP como Julià de Jodar se han sumado con el mismo argumento fuerza que ya avaló la ANC: el independentismo no ha de votar en unas elecciones españolas. En las municipales, el abstencionismo ha castigado sobre todo a ERC y a la CUP, y en menor medida a JxCAT.

En la asamblea que celebró ERC esta semana, participaron 900 miembros del partido, desde altos cargos a diputados de base. No se rompió la unidad de la formación, la más sólida dentro de la política catalana. Pero afloraron algunas críticas, lógicas, después de perder 302.000 votos en comparación con las municipales de hace cuatro años. Junqueras se limitó a pedir más tiempo, anunciando que "hará falta analizar estas cifras de participación y trabajar intensamente para explicarnos más y mejor y volver a movilizar a este electorado que ha decidido quedarse en casa".

Foto: Gabriel Rufián, Oriol Junqueras y Teresa Jordà ayer en el Consell Nacional. (EFE.-)

Para Junqueras y su secretaria general, Marta Rovira, la culpa de los malos resultados es de la abstención, que ha pesado sobre todo en los votantes de los republicanos. La formación ha perdido 302.000 votos respecto a las municipales de 2019. En proporción, lo mismo que la CUP pero mucho menos que JxCAT. La razón estriba en una fuerte campaña organizada del independentismo radical que se ha extendido de las municipales a las generales del 23-J.

En la asamblea, militantes de base criticaron "el autonomismo" que se desplegaba desde la Generalitat, la falta de comprensión de la estrategia política del partido hasta por parte de las bases y las figuras de Gabriel Rufián, por su fracaso en Santa Coloma, y el conseller de Educación, Josep González-Cambray. Muchas de las voces pidieron "cambios". Incluso alguno pidió dimisiones.

Cierre de filas

Ante eso, se produjo un cierre de filas de la actual dirección, si bien Oriol Junqueras, durante las tres horas que duró la asamblea, se comprometió a hablar más de independencia, que fue lo que le reclamó buena parte de las bases. No hubo personas de peso político en la dirección del partido que discrepasen de la unidad, sin embargo, que las bases pidan que se reactive el procés cuando buena parte de la sociedad catalana ya ha pasado página para bien o para mal, no augura nada bueno para la formación.

Oriol Junqueras esquivó las críticas de las bases y se limitó a ganar tiempo

El recurso de Junqueras de "hemos de comunicar mejor" augura lo peor de una crisis política. Cuando el líder dice que falla, la comunicación suena más a recurso trillado que a un análisis serio de las causas.

Sin enclaves seguros

ERC no pudo cumplir con sus objetivos electorales en las últimas elecciones municipales: reducir el poder del PSC en el área metropolitana de Barcelona y ser el primer partido independentista en votos y concejales. Pero tampoco pudo preservar las plazas de sus principales líderes. El PSC seguirá gobernando en Pineda de Mar, donde reside el presidente catalán, Pere Aragonès. Se tuvo que contentar con ser segunda fuerza, con solo cuatro ediles, mientras que los socialistas obtuvieron 13. Más sangrante incluso fue en Sant Vicenç dels Horts, donde reside Oriol Junqueras, el cual incluso fue alcalde de la localidad. Allí no lograron ni representación. Ganó el PSC con nueve puestos en el Gobierno local, seguido por JxCAT. En comparación, el pobre resultado de la presidenta en funciones del Parlament, Alba Vergés, en Igualada fue algo mejor: tres concejales, si bien sin posibilidad de gobernar ante la victoria del PDeCAT.

El candidato de ERC Gabriel Rufián es consciente de que la perspectiva de las encuestas para el 23-J son malas. El avance electoral le impide tener tiempo de recuperarse del batacazo de las municipales. En noviembre de 2019, ERC obtuvo el 3,6% de los votos y logró 13 escaños, un muy buen resultado. Ahora, las mejores encuestas les dan el 3% de los votos y las peores los colocan en apenas 2%. El Observatorio de El Confidencial lo situaba en el 2,5%. Así que el resultado de ERC oscilaría entre los 11 y los ocho escaños.

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