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Las tres crisis que afronta Aragonès y explican su huida hacia adelante
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El PSOE, Junts y Junqueras

Las tres crisis que afronta Aragonès y explican su huida hacia adelante

El cambio en la cúpula de Junts ha dejado tocada a la coalición del Govern en Cataluña. El 'president' muestra su perfil más duro con el PSOE tras la crisis de espionaje

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión de control al Govern. (EFE/Andreu Dalmau)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión de control al Govern. (EFE/Andreu Dalmau)
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Pere Aragonès ha emprendido una huida hacia adelante para no quedarse sin apoyos políticos externos. Mientras ERC presiona a Moncloa para que ceda a sus peticiones en el tema del espionaje con Pegasus, en Cataluña la situación no cambia mucho. La legislatura pende de un hilo, máxime, cuando el principal apoyo del 'president' y de su partido dentro de Junts per Catalunya (JxCAT), Jordi Sánchez, ha dado un paso al lado. Tras un primer año relativamente tranquilo, la situación ha dado un vuelco espectacular y el dirigente republicano se encuentra con varios escollos que pueden costarle un disgusto. Elevar la tensión es su salvavidas.

El presidente catalán tiene en estos momentos tres frentes abiertos que ha de gestionar. El primero es con el PSOE: el escándalo del espionaje ha minado la confianza entre socialistas y republicanos y Aragonès, incluso, ha amagado con retirar su apoyo a Pedro Sánchez. Pero los socialistas dudan de que llegue a cumplir su amenaza y sitúan esa presión en la lógica contienda política entre partidos, sin prever que vaya a tener consecuencias más serias.

Foto: El portavoz del PSOE, Héctor Gómez, a la salida de la comisión de secretos. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

También tiene debilitado el flanco interno, con la dura pugna entre Oriol Junqueras. Este, como 'president' de la Generalitat, no espera a recibir órdenes del líder del partido para tomar decisiones gubernamentales porque afirma que el Govern no es un órgano partidista. Pero, aunque es una presión de menor intensidad, tampoco puede desdeñarla. La última 'puya' ha sido su ausencia del cartel conmemorativo de ERC, que no luce al 'president'.

El tercer frente abierto es el más delicado, porque es el que tiene con sus socios en el Govern, JxCAT, que ahora comenzará una nueva etapa con una cúpula renovada, tras la retirada de sus principales dirigentes, Carles Puigdemont y Jordi Sánchez. Aragonès es consciente de que Junts puede convertirse en su peor enemigo más que su peor rival y debe maniobrar con cuidado para no provocar una crisis gubernamental que dé motivos para forzar unas nuevas elecciones.

Aragonès sabe que Junts puede ser su peor enemigo más que su peor rival y teme que le provoque una crisis en el Govern

Según algunas fuentes consultadas, el 'president' se encuentra en estos momentos "acosado por Borràs y amenazado por Turull". Borràs dispara con bala cada día contra ERC. Y Turull ya ha dicho internamente a pequeños círculos de Junts que está dispuesto a romper el Govern si es elegido líder de la formación en el congreso que la formación celebrará a primeros de junio. "Aragonès ha de dejar claro que no renuncia a liderar el independentismo y eso significa ponerle las cosas difíciles al PSOE. No puede hacer otra cosa que exigir responsabilidades con contundencia". Una entrevista cara a cara con Pedro Sánchez y la depuración de responsabilidades políticas con alguna dimisión sonada son herramientas que necesita para consolidarse como el representante independentista por excelencia.

Pero eso sería solo el comienzo de un plan que va más allá y que reclama un mayor margen de autogobierno y de maniobra. Sin embargo, y contrariamente a lo que propugnan algunos círculos soberanistas radicales, a Pere Aragonès no le interesa que el PSOE pierda el Gobierno de España y que pueda entrar el PP, previsiblemente con Vox. Su tesis es que, contra los populares, el independentismo vivía más intensamente, pero no mejor.

Poco margen de maniobra

La decisión de Jordi Sánchez de no volver a presentar candidatura a la secretaría general deja a Aragonès en una incómoda situación y sin mucho margen de maniobra. Los posibles candidatos, Laura Borràs y Jordi Turull, están dispuestos a marcar perfil propio y a poner contra las cuerdas al 'president'. O, dicho con otras palabras, quieren hacerle la legislatura muy difícil a Esquerra y desgastarla lo máximo posible.

Borràs se lo comunicó a sus interlocutores de ERC: "Estoy harta de defender cosas que no he decidido yo". Si algo tiene la presidenta del Parlament es que dice lo que piensa. Y ha puesto las cartas boca arriba: entre esas cosas que ella no ha decidido está el pacto entre Junts y ERC, cocinado entre Aragonès y Sánchez y que encuentra muchas reticencias dentro de las filas del partido de Puigdemont. Con la salida de Jordi Sánchez, el acuerdo de legislatura queda tocado de muerte y en el alero, ya que tanto Borràs como Turull están dispuestos, en último extremo, a dinamitar la legislatura si ello sirve a sus intereses de ganar votos.

Foto:  El expresidente catalán Carles Puigdemont. (EFE/David Borrat)

"Si Aragonès pierde la confianza de Junts, ha de convocar unas nuevas elecciones, porque le sería casi imposible gobernar en solitario o con un acuerdo solo con los comunes, que son los únicos dispuestos a salvarle la situación", relata a El Confidencial una fuente. La relación tensionada con JxCAT y la no menos tensionada con el PSOE han dejado a Aragonès con una sola vía de escape: una huida hacia adelante, que se traduce en un endurecimiento de su postura para aprovechar el momento y convertirse en el referente más sólido del independentismo. Su única competencia en el futuro próximo será Puigdemont, que pugnará desde su Consell per la República en ser el otro referente. Pero quien tiene más números de tener éxito es el primero, que cuenta con el aparato de la Administración a su favor.

Pere Aragonès ha emprendido una huida hacia adelante para no quedarse sin apoyos políticos externos. Mientras ERC presiona a Moncloa para que ceda a sus peticiones en el tema del espionaje con Pegasus, en Cataluña la situación no cambia mucho. La legislatura pende de un hilo, máxime, cuando el principal apoyo del 'president' y de su partido dentro de Junts per Catalunya (JxCAT), Jordi Sánchez, ha dado un paso al lado. Tras un primer año relativamente tranquilo, la situación ha dado un vuelco espectacular y el dirigente republicano se encuentra con varios escollos que pueden costarle un disgusto. Elevar la tensión es su salvavidas.

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