Puigdemont se aferra a que España no tiene "garantías" y promete dilatar la euroorden

Por primera vez desde que este lunes se activara la Orden Europea de Arresto y Entrega, también conocida como euroorden, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat huido en Bélgica, se ha expresado al respecto, criticando la “creatividad” de la justicia española por haber cambiado los delitos por los que se le buscan. “Yo no he ido a hacer nada a España que haya cambiado mi situación anterior”, ha asegurado a las puertas del Parlamento Europeo, donde protestaba contra la sentencia.

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Tanto Puigdemont como su abogado en Bélgica, Paul Bekaert, prometen pelear la euroorden y dilatar el proceso todo lo posible. “A lo mejor no es tan rápido como algunos sostienen”, ha asegurado el líder independentista este martes por la mañana. El lunes por la noche Bakaert, que aseguró que su “cliente no se va a esconder”, señaló que en alguna ocasión este proceso se dilata más allá de los 60 días iniciales en los que supuestamente se debe responder a una euroorden y también de los 30 días extra que se pueden obtener en algunos casos excepcionales.

Cuando el documento llegue a una de las fiscalías belgas el caso será enviado a un Tribunal, que buscará si los delitos que se señalen en la euroorden existen en el ordenamiento jurídico de Bélgica, y tendrá en cuenta una serie de variables, como la posibilidad de que el expresidente se fugue. En caso de que la euroorden se acepte, Bakaert anunció que pretende seguir peleando: “Si se acepta se puede recurrir a la corte de apelación, y después a la de casación”.

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Y ahí están dos de las claves que conformarán la estrategia de Puigdemont durante esta euroorden. Por un lado van a pelear todo el proceso hasta las últimas consecuencias, y por el otro se van a aferrar a algo que ya dijo este lunes Bakaert y que el martes ha repetido el expresidente de la Generalitat: en el juicio se han violado derechos fundamentales porque no ha habido garantías.

El equipo legal del líder independentista centrará gran parte de su defensa en que en España se violan los derechos fundamentales y no hay garantías de que vaya a recibir un juicio justo, uno de los supuestos por los que, incluso si el tribunal belga observara que hay sedición, se podría negar la extradición del expresidente.

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“No hay garantías de que hay separación de poderes, no hay posibilidad de tener un juicio justo, y por tanto afrontamos esta etapa con plena confianza. He pedido mi restitución, lo haremos mañana, de todos mis derechos políticos y económicos en el Parlamento de Cataluña”, ha asegurado Puigdemont.

A disposición de la justicia belga

Puigdemont ha vuelto a insistir en que no huirá de Bélgica, y ha criticado que se han publicado “animaladas” que, “sin fundamento”, han sugerido que se fugaría a un país fuera de la UE. “He estado, estoy y estar siempre a disposición de la justicia belga” porque, asegura, existe separación de poderes. “Estamos en absoluta y entera disposición, conocen mi domicilio, mi disponibilidad a estar presente cuando lo requieran, y por lo tanto no va a haber ningún problema”, ha señalado.

El expresidente de la Generalitat también ha protestado contra la imposibilidad de ocupar cargos para los que han sido votados, tanto algunos de los condenados en el día de ayer como él mismo. “Desde hace dos años el Estado español utiliza una falsa acusación de violencia para violar derechos políticos”, ha asegurado, incidiendo en que se ha hecho un “daño irreparable” sobre los derechos políticos de los cargos electos.

“Sabían que no había violencia, el propio tribunal lo ha confirmado”, ha defendido Puigdemont, que, sin embargo, acto seguido, ha tachado la sentencia, asegurando que el juicio no ha tenido “garantías” y que en España no existe una separación de poderes. El líder independentista ha asegurado que se ha hecho “ingeniería procesal” para dejar a los políticos presos fuera de los cargos para los que habían sido elegidos tanto en las elecciones locales, como en las autonómicas, generales y europeas.